Desde que conocí a
@ct.crunch en aquel exprés de agosto de 2019, creo que no he perdido un solo de los eventos organizados por él.
Incluyen todo- rutas disfrutonas y con mucho interés paisajístico, visitas culturales comentados y alojamientos y restaurantes bien escogidos.
Por tanto, no podía faltar a éste, ni con la amenaza de frío polar.
Como de costumbre en las concentraciones de un día, salí de Madrid la víspera. Esta vez, tuve la suerte de efectuar la ruta de aproximación en compañía de Carmen y
@Lewis que hizo de “roadleader” durante las casi 5 horas que duró el trayecto por carreteras secundarias.
Nos hospedamos en la localidad de Tobera, base ideal para visitar la ciudad de Frías y conocer sus encantos patrimoniales y gastronómicos.
El domingo, el tiempo no invitaba a la conducción, dada la cantidad de niebla que había por la zona. Sin embargo, cuando llegamos al punto de encuentro y vimos la cantidad de socios con cara de ilusión, se disiparon todas las dudas.
Recogi mi billete de manos de Carlos y, listos para la aventura:
Después del briefing, emprendimos la primera parte de la ruta que bordeaba el rio Ebro que, desafortunadamente, estaba oculto por la niebla.
Hicimos parada de café en la villa de Oña, lugar que me sorprendió por su imponente conjunto monumental.
Desde allí proseguimos ruta por varias carreteras sinuosas, atravesando el pueblo de Poza de la Sal y subiendo hasta una esplanada, donde se ubicaba el monumento a Félix Rodriguez de la Fuente, natural de Poza.
Una vez terminada la sesión de fotos, acudimos raudos y veloces a Salas de Bureba, donde nos esperaban para comer. En los postres, no había cuajada para todos y me tuve que conformar con un yogur.
Después de disfrutar de la siempre agradable compañía del resto de compañeros, sobre las 17:00 horas emprendí viaje de vuelta a casa.
Muchas gracias, otra vez
@ct.crunch por esta bonita excursión dominguera. Una concentración clásica, en toda regla.
Espero subir un video de algunos tramos en breve.