Continuamos con el relato por entregas diarias:
Viernes 8/Dic/23La mañana tenía como objetivo la
Serra de Prades donde íbamos a disfrutar de maravillosas y solitarias carreteras con algunos tramos ya conocidos pero que siempre apetecen. Así que al turrón como dice alguno, briefing y salida.
Desde el hotel bajamos dirección mar donde encontramos la AP7 por la que condujimos unos kms hasta la zona de Reus que es donde empezaba lo bueno. Después de un tramo muy disfrutón llegamos al pequeño pueblo de
L’Albiol que yo no conocía y me gustó mucho por su arquitectura de montaña y sus vistas ya que sus 900 mts dan para contemplar tanto las montañas como el litoral. El pueblo casi lo copamos con nuestras monturas y para muestra estas fotos.
De aquí nos dirigimos haciendo un lazo hasta el pueblo «fantasma» de
La Mussara, la visita esotérico/cultural de la Conce.
Recuerdo que le pregunté a José Luis si se la había preparado porque yo ya sabía que daba bastante de si, todo y que apenas quedan las ruinas de la Iglesia y poco más. El muy guasón con cara de palo me responde que no, cosa que conociéndole no me creí. Pero el speach que se había preparado no me lo esperaba, creo que estuvo casi media hora contextualizando, explicando leyendas e historias más o menos creíbles, etc, etc, vaya, un guía impagable el tío
.... y los demás aguantando estoicamente el viento frío de coj....
Después seguimos ruteando por la Serra de Prades, disfrutamos en
las curvas de La Febró, hasta alcanzar la población que le da nombre:
Prades, que siempre que he ido está llena de turismo porque su arquitectura de arenisca roja la hace especial, por eso se la conoce como la «Villa Vermella».
Continuamos sin pausa transitando otro bonito lazo que nos llevó en la parte más septentrional hasta cerca de
Vimbodí, población muy conocida por su Museo del Vidre. Y después pasamos por
Vallclara.
Y de aquí dirección Suroeste hasta
Ulldemolins donde aparcamos en el cementerio y los roadleaders tomaron una actitud poco respetuosa con el lugar
. Comimos en
La Fonda Toldrà, un restaurant sencillo pero para apuntarse en la agenda por precio y por el tipismo de alguno de sus platos.
Ni que decir tiene que la comida transcurrió en animada conversación con los compañeros de mesa y yo que me había subido la cámara, si subido, los que fuimos lo sabemos bien, no me acordé de ella hasta que ya nos íbamos y muchos ya estabais de pie
La tarde siguió por carreteras de la
Sierra del Montsant, que son siempre una apuesta segura. Como fuere que iba en el grupo de cabeza me divertí mucho siguiendo en quinta posición a José Luis que se empleaba a fondo en estos tramos ratoneros, perdón «Myateros»
y con Toni
@ZCuatro detrás diciéndonos por el walkie si es que estábamos huyendo porque nos habíamos ido sin pagar la comida
Aquí aprovecho para hacer un inciso y comentar algo que hacía José Luis y que yo también he practicado y me parece lo más correcto. Cuando en un cruce tomábamos un cambio de dirección, ralentizaba la marcha hasta que nos agrupábamos. Me parece infinitamente más adecuado que dejar que el último del grupo de cabeza se quede a esperar solo y después convertirse en un segundo líder, y después un tercero, etc, etc, que después son pseudolíderes que no conocen la ruta y no reciben instrucciones en más o menos tiempo real. Ahí lo dejo. Evidentemente esto sólo se puede practicar en carreteras solitarias, pero ya estábamos en
el Priorat, comarca de tan sólo 9 municipios muy conocida por sus premiados vinos y por sus curvas. Yo me atrevería a decir que tiene la mayor densidad de curvas de la geografía española.
A continuación nos desviamos a la derecha para entrar en
La Ribera d’Ebre para llegar al
Embarcador de Vinebre donde hicimos una pausa fotográfica con foto de grupo incluida aunque faltaban algunos díscolos y es que cuanto daño ha hecho instagram
. Algunos por la pose incluso llevaron los roadys a beber agua
Ya caía la tarde y no quedó más que dirigirnos a las gasolineras, después hotel, Spa, ducha y cena. Eso si, esta última nos deparaba una introducción a la gymkana del día siguiente superelaborada y teatralizada por José Luis y Gema que aún subió más el nivel de la jornada que en conjunto le pongo un 12 sobre 10
Y hasta aquí mi crónica noies i nois.