Buenas a tod@s,
Sigo con relativa frecuencia los relatos y concentraciones que aparecen aquí en RSC, pero hasta ahora no he tenido la oportunidad de realizar una presentación formal en este foro, cosa que pretendo llevar a cabo con este post.
Lo primero dar a conocer a las personas:Mi nombre es José Antonio De Vicente (JAdeVic) y escribo esto desde mi lugar de residencia en Gijón (Asturias). Os diré que me acerco peligrosamente a la atalaya de los 60, que comparto mi vida con mi compañera de siempre, Isabel, y que ya necesariamente a partir de este momento dejaré de hablar en primera persona y pasaré a utilizar el plural, pues ella es parte muy activa de esta tardía y bendita locura de la conducción a cielo abierto.
Lo segundo presentar la parte mecánica y las fotos:En el verano del 19 adquirimos un MX5 NC 2.0 del 2006.
Aunque no sean las más bonitas, ni las realizadas con el mejor encuadre, las fotos que mejores recuerdos y sensaciones nos traen son las primeras que te haces junto al nuevo miembro que acaba de entrar en la familia.
Aquí otras fotos del coche ya sin “molestos” habitantes:
Como podéis apreciar es bastante negro “el condenado”, y tiene su parte de “sacrificio” dejarlo como se merece en cuanto a limpieza y brillo, pero me esmero y esfuerzo para tenerlo siempre en perfecto estado de revista. Aquí unas fotos durante el proceso de limpieza, que siempre hago manualmente dado que, por suerte, mi garaje comunitario aún tiene lavadero, como se estilaba en los viejos tiempos, con menos especulación a la hora de definir el máximo número de plazas posibles para poner a la venta. Es normal que me tire sesiones de tres horas, para dejarlo a punto, pero acaba siendo una actividad relajante que te ayuda a “desconectar” de las complicaciones del día a día.
El coche tiene ahora algo más de 150.000 km, aunque a nosotros nos corresponden del orden de 15.000, generalmente todos realizados a cielo abierto y disfrutando de buena compañía.
Fue mi padre el que empezó a referirse a él llamándolo “el niño”, interesándose siempre cariñosamente por cómo estaba, y eso, poco a poco, ha ido haciendo que lo consideremos de pleno uno más en la familia. “El niño esto… el niño lo otro…”
Pocos meses después de la compra vino la consabida pandemia y eso no nos ha permitido utilizarlo todo lo que hubiéramos deseado. Parece que afortunadamente esos tiempos quedaron atrás y por el bien de nuestros coches y las concentraciones, todo parece regresar a la normalidad y “el niño” ha disfrutado de numerosas salidas desde entonces.
y lo tercero intentar explicar los porqués:1.- Porqué un Roadster:Esto ya lo he contado más veces y seguro está recogido en alguna esquina de la red, así que lo entrecomillaré, para que no se puedan reclamar derechos de autor…
"La afición por los descapotables llevaba latente muchos años en mi interior, quizá desde una tempranera mañana de diciembre, muy soleada, después de muchos días grises y de lluvia, cuando tenía veinti-pocos (mediados de los 80), en mi primer trabajo, precisamente en Galicia, desplazándome a un cliente (una conservera) en mi Seat 127 amarillo, por una carretera llena de curvas y de eucaliptos, cuando el sol se filtra de esa manera tan especial, con los rayos de luz formando paralelas oblicuas que se clavan en el asfalto. Fue justo ahí cuando los vi. Una pareja en un descapotable rojo precioso (años después intuí que sería alguna versión del Triumph TR), disfrutando del cielo mientras conducían tranquilos, en su mundo, aislados, en una especie de burbuja que los transportaba sin aparente esfuerzo ... o al menos todo eso me imaginé durante el instante en que nos cruzamos. Me dije, ¡yo, alguna vez, también quiero sentir eso...!"Los trabajos, los hijos (el hijo en mi caso), la vida… te van llevando por otros derroteros y no eres consciente de en qué momento olvidaste aquella sensación, pero claramente quedó escondida, aletargada, en algún rincón del cerebro, y aunque alguna vez aparecía una vaga sensación de aquel recuerdo, nunca tuvo la suficiente fuerza para convertirse en realidad... hasta el comienzo del verano del 19, donde decidí que había llegado el momento de pasar a la acción, siempre con el apoyo y con el empujón final que me dieron de mi mujer e hijo.
2.- Porqué ahora (verano ’19):No voy a decir como algunos “que el trabajo me come la vida”, pero en muchas ocasiones sí que parece sucederme y en esa época en concreto trabajaba muchísimas horas, fines de semana incluidos, y claro cuando ya no puedes más, una parte que no controlas de tu cabeza intenta ayudarte a escapar… En mi caso, y no sé bien cuál fue el desencadenante, volvió a mi mente aquel recuerdo de juventud, que se convirtió en necesidad: Experimentar que se sentiría conduciendo un descapotable bajo los rayos de sol y con la cara al viento, y decido, quitándome las pocas horas de sueño que me quedaban, embarcarme en la búsqueda de un roadster.
- “No sé qué pinta un tipo de tu edad, a estas alturas de la vida, sin experiencias previas en automóviles más que los de uso diario, metiéndote en un berenjenal como este”
- “Bueno, llevo muchos cientos de miles de kilómetros recorridos y jamás me ha dado pereza, más bien al contrario, me gusta conducir, con tiradas a veces de 1.000 km sin mayores problemas. Viajes al sur de España, Francia, Alemania, Suiza, prácticamente del tirón... bien es verdad que salvo cuando voy y vengo del trabajo, siempre conduzco acompañado, y desde que obtuve el permiso de conducir intento que las personas que van conmigo no se den cuenta siquiera de que van en coche. Procuro que se sientan como en el sofá de su casa, sin brusquedades, sin frenazos ni acelerones, solo suavidad... y por eso pienso que quizás ha llegado el momento de tener un segundo coche, realmente para mí, para no preocuparme del confort de los demás, y disfrutar conduciendo, sacándole todo el partido posible en las curvas, subidas, ... No tiene nada que ver con la velocidad, ni con el riesgo, al contrario, es buscar satisfacciones en las pequeñas cosas, en carreteras sinuosas y preciosas, y a ser posible con buen tiempo y el cielo por techo.
- “Tú verás, no sé si sabes la que se te viene encima… pero allá tú”.
Este era el tipo de conversaciones que mantenía conmigo mismo y que seguramente me ayudaron a superar toda la tensión y el estrés, además, obviamente, del trabajo intenso de búsqueda de ese “santo grial” que es para cada uno de nosotros encontrar esa máquina soñada.
3.- Porqué un MX5?Como todo novato, después de leer y leer en distintas fuentes (todas de nuestro internet de cada día, claro), parece que uno vislumbra que hay un consenso general de que los MX5 son capaces de "transmitir" sensaciones “parecidas” a deportivos más potentes (y caros), lo que para alguien que no sabe muy bien si esta “afición” le va a enganchar, puede llegar a ser un compromiso intermedio entre prestaciones y precio, sin arriesgar mucho, y caso de que no salga como uno lo planea, no tener demasiados problemas a la hora de plegar velas. También parecía haber consenso en que el mantenimiento no es muy caro, sobre todo en el NB, y que las averías son más económicas que los otros modelos de referencia del sector. También es verdad que al ser un coche con "tan buena fama" hace que los precios, ya en aquella época, fueran bastante altos, y por montantes similares se podía optar a algo bastante razonable en marcas germanas. Al final, algo en mi interior no acaba de estar a gusto con ese planteamiento, y no sabría explicar muy bien porqué, ya que he sido propietario de un A6 y desde hace muchos años tengo un clase E, pero en esta ocasión me atraía el lado japonés.
Comencé buscando un NB, que partían de unos precios inferiores, y estuve cerca de decantarme por uno en la vecina León, pero al final surgió la oportunidad de adquirir este NC 2.0, con techo duro, que para mí es importante, y tras asumir que debería revisar seriamente al alza mis expectativas de precio y de unas conversaciones muy agradables con el propietario, que con el tiempo han acabado fructificando en una relación de amistad, nos decidimos a traerlo desde la cercana Galicia a su nueva casa en Asturias, donde hemos disfrutado de él estos años.
- “Bueno, menos cháchara y más concreción. Entonces, al final, después de estos 3 años, que sientes al conducir, ¿se han cumplido tus deseos”?
- “Pues no sé qué decirte, para un conductor “aburguesado” con los años, con los turbos, con los cambios automáticos, con el control de crucero, … pasar de repente a tener que hacerlo todo tú, pensar en llevarlo siempre alto de vueltas, dudando en muchas curvas, si ésta la hago en segunda o si sigo en tercera, si me saldrá bien aquí el punta tacón (que es que eres un “patas”, tío), si estoy entrando muy rápido en esta a izquierdas y el DSC tomará cartas en el asunto, si me acordaré de encender las luces en túnel, y de poner los limpias si llueve,… vamos que “me -se- amontonan los trabajos”… pero oye, que hay veces, no muchas, que sientes que todo lo anterior sale fluido, que te deslizas por la carretera, que te apoyas bien en una curva y enlazas la siguiente como si fuera una recta, que reduces y aciertas con las revoluciones necesarias para que no sufra, que te pide que lo estires más aún en la parte alta, y que no te da miedo concedérselo…, en fin, que cuando sucede todo eso, es una auténtica una pasada, y la comunión que se siente entre los tres elementos, coche, carretera y persona, es difícil describirla con palabras.
- “Pero realmente disfrutas conduciéndolo, ¿te merece la pena?”
- “Pues claro hombre, y una vez que lo pruebas no quieres más que aprender y tratar de hacerlo mejor. Recuerdo como al principio, y todavía muchas veces ahora, me daba la sensación de que voy a toda pastilla por una curva, que no se puede entrar más rápido, que estás casi en el límite… hasta que miras el cuentakilómetros y ves que vas a 60 o 70 por hora y piensas, jolín si por aquí paso todos los días con mi coche de diario a 100 y me parece que voy parado… Quizá eso sea lo que algunos llaman “sensaciones” al volante, y que parece se puede conseguir con un modesto MX5 y unas escasas habilidades como conductor, haciéndote sentir la adrenalina de bordear los límites (aunque sea falsamente, como en un sueño de esos que parecen reales). En el fondo no sé cómo me atrevo a decir estas cosas, si no soy más que un novatillo cincuentón…”
4.-Porque pertenecer al club RSC?Hemos participado en varias concentraciones con otros grupos y la verdad es que la experiencia que tenemos es muy buena y agradable (nunca me cansaré de elogiar y admirar el gran trabajo que realizan todos los roadliders, allá donde haya una concentración). En alguna de ellas hemos conocido a gente de este club y siempre nos han animado a inscribirnos y entrar en él, aunque a mí siempre me ha dado un poco de respeto ver la enorme cantidad de gente, movimiento y sabiduría que hay detrás. En fin, inseguridades que le acompañan a uno… pero fue en la última concentración a la que asistimos allá por Julio, en la que coincidimos con
@SoloMarcos y la encantadora Sole, lo que nos ha animado a solicitar que nos admitáis en este club. Bueno y que hay una concentración esta misma semana aquí en Asturias y que podría ser un buen momento para comenzar con vosotros. Estaríamos encantados de poder participar en futuras concentraciones a las que nos sea posible asistir por distancia y disponibilidad.
Un saludo para tod@s.
JAdeVic