Y vamos con la
Etapa 8, que sería la última en que Ana nos acompañaría, pues a la mañana siguiente la llevaría al aeropuerto de Ginebra para su vuelta a España. Breve cata del tour que hizo que se quedara con ganas de más, como me ha confesado!
El día amaneció plácidamente en Arbois, con mi miatilla bien acompañado de crayoncete en el parking:
Había un grupo de ruidosos moteros, creo que alemanes, que hicieron que entre los dos grupos la cena de la noche anterior fuera especialmente “animada”…
La siguiente imagen nos traslada ya a la parada en la Source du Lison, donde estuvimos un buen rato visitando la zona:
Posteriormente paramos en el “puente del diablo”, con una pintoresca leyenda acerca de su construcción:
Qué bien lucían los roadsters, con mi miatilla en primer plano:
La siguiente parada nos lleva a otro nacimiento de río, en este caso el de la Loue:
En este punto se incorporaron Toni y Carmen al tour, siendo los últimos en hacerlo, a partir de entonces habría ya sólo despedidas…
Posteriormente en la Roue des Sapins, muy pintoresca pero con un firme regulero, intentamos sin éxito parar a tomar un café. Ni en el chalet que había en el bosque, donde se tomó la siguiente foto, ni en un pueblo cercano, encontramos nada abierto.
Así que seguimos ruta hasta el Pre Filete como yo le llamo, donde aparcamos los coches cómodamente…
Cenamos muy bien y tras la cena, se hizo entrega de unos detalles a Jota por su dedicación a organizar el tour:
Y tras una copita cortesía de Magín (que había comprado una “botellita”) y de Pedro (que consiguió el hielo camelándose a la camarera), dimos por concluida la jornada, unos jugando al futbolín y otros, como en nuestro caso, dando un paseo nocturno por la carretera (no se veía nada!).
Posteriormente vendría el incidente de Jota, del que no nos enteramos hasta la mañana siguiente. Afortunadamente quedó en un susto, pero tuvo mucho mérito que hiciera el esfuerzo de continuar con el tour en esas condiciones
Y con esto doy por concluido el relato de la etapa 8.