Estupendas aportaciones las últimas que habéis puesto. Por mi parte voy ya con la octava etapa con un relato algo peculiar dado que al final del mismo explico que por circunstancias imprevistas será la última etapa de la que podré poner fotos, de modo que disfrutaré a partir de ahora con las aportaciones que los compañeros participantes realicen en este hilo.
Etapa 8.- Fotos, vídeos y comentariosNos situamos con su mapa general de recorrido.
La etapa discurría en su totalidad por el territorio del departamento del Jura, que destaca por sus paisajes singulares y su verdor en verano, en tanto que en los meses invernales es una de las zonas más frías de Francia con temperaturas que frecuentemente se sitúan incluso por debajo de las que se dan en los Alpes.
Comenzamos la ruta en el pueblo de Arbois, y tras unos 30 km de recorrido entre praderas y bosques llegábamos a la Source du Lisson (nacimiento del río Lisson) que es uno de los puntos de parada obligada si se realiza una visita turística al Jura. Y ahí estamos ya en el aparcamiento desde el cual dando un paseo de unos centenares de metros alcanzábamos la fuente en la que el río nace saliendo de una gran cueva que vemos también en las fotos siguientes.
El nacimiento del río está situado en un paraje natural en el que se puede realizar un paseo a través de distintos senderos señalizados que nos llevaban a distintos lugares de interés como por ejemplo la gruta Sarrazine. Algunas fotos paseando por el lugar.
Reemprendimos la ruta y algo más adelante llegábamos a otro paraje curioso: el Pont du Diable, un puente construido entre 1875 y 1880 que salva una garganta por cuyo fondo discurre un riachuelo y que tiene una curiosa leyenda que figura en el rutómetro del Tour y que por si interesa a algún lector de este hilo reproduciré aquí seguidamente:
Los habitantes de Crouzet y Ste-Anne querían disponer de una vía de comunicación entre ambos pueblos y encargaron la construcción del puente a un empresario de nombre Babey. Tras tres intentos sucesivos el puente se vino abajo cuando la obra estaba casi culminada. El empresario, desesperado, dijo entonces que daría su alma al diablo si podía por fin terminar el puente. Satanás lo escuchó respondiéndole que podría completar la construcción del mismo si aceptaba su condición de quedarse con el alma del primer hombre que lo cruzase. El empresario, tras mucho meditar, acabó aceptando la propuesta y el puente finalmente pudo tomar forma como por arte de magia. Consumido por el remordimiento, Babey cayó enfermo y el cura de Crouzet acudió a ayudarlo siendo el primero en cruzar el puente. El diablo se le echó encima pero el cura logró espantarlo con su copón. El puente lleva el sello de la leyenda con la cabeza del diablo esculpida en la parte superior de su arcada central.
Parte de los coches del grupo aparcados de un lado del puente y la otra parte quedó del otro lado ya que hubo de repartirlos entre las dos zonas de aparcamiento.
@Luis Rivas, ni corto ni perezoso, no dudó en tomar un pequeño sendero para descender hasta el fondo de garganta con el fin de poder tomar una foto del puente desde abajo en la que apreciase la cabeza del diablo esculpida en el mismo.
Con el permiso de Luis y con el fin de completar gráficamente el relato voy a poner seguidamente la foto que él mismo hizo desde abajo y nos pasó después por whatsapp resaltando la ubicación del diablo que marca la leyenda del puente.
Y aquí tenemos a Sole captándola desde el borde de la barandilla del puente.
Mi última foto de este curioso lugar con la vista desde el propio Pont du Diable.
Aproximadamente una hora más tarde llegábamos a otro nacimiento de río famoso en el Jura: la Source de la Loue; al igual que sucede en el caso del Lisson, el río Loue nace también de una curva en un lugar pintoresco por su ubicación en el fondo de un valle de naturaleza agreste. Y ahí estamos…
Se acercaba ya la hora del picnic del día, que realizaríamos en un área recreativa situada en el mirador de Moine que dominaba precisamente el valle en cuyo fondo se emplaza el nacimiento del río Loue. Además del momento de recuperación energética, relax, charla y a veces para algunos siesta, que siempre supone el momento picnic, en esta ocasión había un aliciente adicional pues allí habíamos establecido el punto de encuentro con los últimos participantes que faltaban por incorporarse al Tour:
@Tonipep y Carmen . Tras los abrazos y besos de rigor propios de ese emocionante momento el picnic tuvo el plus de una invitación por parte de Tonipep a un exquisito café ya que se había traído desde Mallorca su propia cafetera con conexión a la toma de corriente al coche.
Esta foto del amigo Tonipep disponiéndose a preparar el café es la última que tengo de esta etapa ya que en la sesión vespertina que discurrió por curiosos parajes del Jura recorriendo una parte de la llamada
route des sapins -ruta de los abetos-, olvidé la cámara de fotos como había ocurrido muchas otras veces en etapas anteriores del Tour.
La etapa finalizó en el hotel Le Pré Fillet, conocido de Tours anteriores y situado en un bonito lugar en las praderas del parque natural del Alto Jura y en el que tuvimos una animada cena.
Aquella noche tuve un incidente –más bien accidente- que marcó notoriamente para mí algunas cosas en el resto de este Tour, y entre ellas la imposibilidad de continuar haciendo fotos. Rozando ya la medianoche y cuando me disponía a subir a la habitación que compartía con los compañeros Magicar y Luis Rivas me di cuenta de que tenía que regresar al coche a recoger algo que no acierto a recordar lo que era. El caso es que un tropezón inesperado en un pretil que con la oscuridad de la noche no alcancé a ver me provocó una violenta caída frontal cuyo resultado, diagnosticado a primera hora de la mañana siguiente en el servicio de urgencias del hospital comarcal del cercano pueblo de St. Claude, resultó ser una fractura de la nariz y otra a nivel del codo derecho, además de otras lesiones y raspaduras varias en el rostro. Con tal pronóstico es fácil imaginar lo mal que lo pasé aquella noche en la que no logré cerrar ojo tras sufrir una fuerte hemorragia nasal. Vista la situación y siguiendo el acertado consejo de varios compañeros consideramos que lo mejor era visitar el servicio de urgencia médico a primera hora de la mañana siguiente. Las tres radiografías que me hicieron -por cierto con una atención exquisita y en un tiempo récord- confirmaron el diagnóstico y lo peor es que salí del servicio de urgencia con el brazo en cabestrillo; por mi parte me permití indicar al médico que me parecía que podría conducir llevando apoyado el codo derecho en el reposabrazos central del Boxster y sin mover demasiado el brazo en la conducción; el galeno puso cara de circunstancias y me recomendó que en todo caso no forzase el brazo en ningún momento, consejo que intenté seguir en lo posible.
Por fortuna, las cosas no evolucionaron mal del todo y pude conducir, no sin poner el máximo cuidado por mi parte -me iba en ello el poder continuar adelante con el Tour-, lo peor era meter la quinta y la sexta venciendo la resistencia del muelle de la palanca de cambio hacia la derecha para meter ambas velocidades, pero lo cierto es que me ayudó mucho el desarrollo largo del cambio manual del Boxster pues no tenía molestias o éstas eran mínimas al manejar la palanca en las cuatro primeras velocidades. Las otras molestias, como la debida a la fractura de nariz o el hecho de resultarme imposible alzar el brazo derecho en los primeros días para cosas como comer o afeitarme las fui llevando bastante bien; eso sí, enseguida me di cuenta de la total imposibilidad de manejar la réflex con su peso considerable por el objetivo que lleva, de modo que a partir de esta etapa 8 se acabaron de mis fotos del Tour.
En realidad dudé mucho acerca de si era pertinente contar aquí esa historia privada acerca de mi caída, pero como tuvo repercusión directa en el hecho de que dejase de hacer fotografías consideré que tampoco había razón alguna para no hacer el anterior comentario. Y en este punto aprovecho la ocasión para expresar mi profundo agradecimiento a todos los compañeros del Tour por su permanente apoyo, por el ánimo que me transmitieron y por todo el afecto que en todo momento percibí de su parte lo que me ayudó notablemente a superar el bache emocional y físico que aquel incidente me produjo. Afortunadamente, hoy en día ya estoy ya casi recuperado del todo.
Como aquí se acaba mi aportación fotográfica a este hilo del Tour 2022, la tarea de colgar las fotos o vídeos continuará pues apoyándose a partir de ahora en las colaboraciones gráficas o de relatos que los compañeros vayan realizando a su propio ritmo en las próximas semanas.