Yo lo que digo de ser iguales ambos sexos, es en cuanto al sustrato básico, no a los comportamientos a nivel social que obviamente son distintos.
Bien, dicho eso, nosotros no somos tan competitivos entre nosotros, en realidad, cuando tendemos a competir socialmente, lo hacemos con quien pensamos está por encima, porque contamos con que no va a entrar al trapo de competir por ver quién vale más (lo que nos dará una victoria por omisión). Esto de no entrar a competir constantemente es algo que aprendemos a hacer desde pequeños, desde que vemos que las hostias que nos damos jugando hacen daño (exagero, pero para que se me entienda; tiene que ver con el tipo de juego que solemos jugar nosotros por aprendizaje). Hay ahí un acuerdo tácito a lo largo de los años por el que procuramos no medirnos entre nosotros constantemente. Cuando competimos socialmente con alguien, cuando nos "medimos" a él (ser más simpático, más alto, más gracioso, más ligón, más lo que sea), contamos con que el otro va a respetar ese acuerdo.
Ocurre que el ser humano necesita competir porque tiene agresividad (en el buen sentido) y se le enseña en general que "lo mental" es una especie de olla express (mal, pero es lo que se enseña). Para soltar esa presión de no competir, nosotros dejamos eso para situaciones puntuales como las bromas pesadas, el deporte (en general, de forma lúdica, aunque hay chavales que pierden los papeles), un pique en la carretera (amistoso a veces, muchas otras todo lo contrario), o cuando nos sentimos amenazados por alguien que pensamos que nos supera (por decir algunas de mayor irrelevancia a mayor relevancia). Pero no es algo constante, a todas horas y con todos nuestros amigos/conocidos y en todas las situaciones.
Hay una película llamada Fuera de Control que ilustra muy bien (de forma un tanto absurda y exagerada) cómo se siente una mujer ante otras mujeres. Y hablo del papel que hace John Cusack ante Billy Bob Thornton. No es coña