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Pues sí, he cambiado mi GTS 4.0… pero resulta que lo he cambiado por otro igual…
, bueno en realidad igual no, digamos que parecido. Lo cierto es que es una decisión que tomé hace ya unos cuantos meses y que ya conocen unos cuantos compañeros del club porque tampoco había razón alguna para mantenerlo en secreto.
¿Decisión racional? Pues seguramente no, pero lo cierto es que un impulso emocional me hizo dar el paso cuando mi último compañero de aventuras rojo carmín tenía casi 26.000 km y tan solo un año y tres meses de vida.
No es que estuviese descontento con el coche, que no lo estaba, pero tenía algunas cositas que impedían que me llegase a enamorar del todo como sí lo hicieron otros roadsters anteriores que tuve. Seguramente se debe a que el paso de los años me ha hecho mucho más tiquis-miquis y maniático.
Más de uno al leer lo que viene a continuación pensará que soy un caprichoso
, pero había varias cosas en la configuración del GTS en las que me equivoqué y me estropeaban bastante la experiencia de usuario. Puedo convivir perfectamente y sin mayor problema con cosas que no me gustan demasiado en mi utilitario, pero me cuesta mucho en un juguete que compro nada más que por pasión y que es capaz de aportar emoción y alegría a mi vida. Cada día soportaba menos el interior del coche lleno de alcántara por todas partes, un material textil que se ama o se odia, y en mi caso descubrí a medida que pasaban los meses y los kilómetros que lo odiaba cada día más
. También me equivoqué al pedir el coche con el equipo de sonido estándar pensando que quizá no merecía la pena pagar el importe que Porsche pide por un equipamiento de gama superior. Craso error porque es muy básico, no lleva altavoces traseros, tiene un sonido plano y de calidad mediocre
y echaba enormemente de menos el sonido envolvente de mis anteriores roadsters . No es que lleve la música puesta en el coche demasiadas veces, pero cuando la pongo me gusta disfrutarla con un equipo que suene con calidad.
En fin, no voy a cansaros con el relato de mis equivocaciones, simplemente el coche no me acababa de enamorar y ya está. Pensé que la vida son dos días de los cuales yo ya llevo consumido un día y tres cuartos, de modo que una mañana de finales de octubre pasado me lie la manta a la cabeza y me planté en el Centro Porsche de la ciudad en la que vivo y tras una amigable conversación con el comercial que me había vendido los dos Boxsters que he tenido encarrilábamos el acuerdo que me llevaba a encargar el tercero incluyendo en el acuerdo la recogida del rojo carmín.
No había cuota disponible de producción de Boxster GTS 4.0 en octubre, pero lanzamos un pedido y a finales de diciembre se confirmaba la aceptación del mismo por Porsche Stuttgart con previsión de llegada del coche a finales de abril, que se transformarían en finales de mayo y después a mediados de junio debido a problemas logísticos derivados de la guerra de Ucrania, esa dichosa guerra que tanto nos ha venido a complicar la vida a todos en muchos aspectos.
La locura se materializó así en otro GTS que tengo desde ayer por la tarde y con el que me estoy familiarizando
aunque no es tarea complicada pues salvo en algunas peculiaridades de la configuración es básicamente igual al que antes tenía.
¿Y cómo es este nuevo GTS? Lo cierto es que realmente me gustaba mucho el elegante y deportivo color rojo carmín del anterior pero quería que éste fuese diferente ya que nunca me ha gustado repetir color de roadster
, y además en este caso la configuración del coche la pensé desde el interior al exterior y no al contrario que suele ser lo normal.
Recuerdo que a finales de 2014 cuando llevaba yo muy poco tiempo con mi Boxster 981 amarillo racing “
Piolín”, llegué un día al Centro Porsche de A Coruña y el comercial me enseñó un Boxster muy especial que estaba allí para hacer una revisión, era la edición limitada “R60 Spyder” del Boxster 987 que se caracteriza por su interior full leather rojo burdeos y capota roja combinado con el exterior en PlataGT metalizado. Aquella estética me cautivó y me pareció de una elegancia sublime.
Desde entonces recordé muchas veces aquel momento y ese interior me rondaba la cabeza y de hecho lo valoré cuando pedí mi anterior GTS en febrero de 2020 pero le tuve un poco de miedo y no me atreví con el mismo. Esta vez me dije a mí mismo que ahora o nunca y por fin sí me atreví a dar el paso, especialmente después de ver también en directo y haberme sentado al volante del precioso Boxster 981 S de Polencio en la concentración de la Sierra Norte del pasado octubre, pues su coche lleva ese mismo interior que de nuevo me volvió a cautivar.
Sé perfectamente que es un interior de los que se aman o se odian, muy al estilo de los deportivos clásicos de antaño, pero yo estoy en el primer caso y me encanta. Una vez decidido cómo iba a ser el interior tenía que ver cuál iba a ser el color exterior elegido para el coche. Naturalmente que pensé en el elegante PlataGT que combina con maravillosamente con el Burdeos (no es casual que sea la combinación clásica elegida por Porsche en la publicidad de su Boxster 25 Aniversario), pero en mi opinión los grises metalizados claros abundan demasiado hoy en día en el parque móvil y quería algo un poco más personalizado. Durante bastantes semanas estuve flirteando con el verde aventurine metalizado, un color elegante y muy poco frecuente en el 718. Incluso tuve ya configurado así el coche durante bastante tiempo pero había algo que no me acababa de convencer en el contraste de colores entre el exterior y el interior. Tras darle muchas vueltas y leer muchas opiniones en foros de Porsche concluí que los colores exteriores más idóneos de la gama 718 para combinar con un rojo burdeos interior eran ya citado plataGT, el blanco, el negro, quizá el azul gentian, y tampoco combinaría mal el crayón, un color este último bastante camaleónico que cambia mucho según las condiciones lumínicas virando de desde el gris claro al crema.
Lo cierto es que tuve ocho años y medio un roadster de color blanco y no quería repetir, el negro es la elegancia personificada pero nunca fue un color para mí y además es un sufrimiento mantenerlo limpio, los grises plata metalizados son igualmente muy elegantes pero como antes comenté abundan demasiado en todo tipo de coches, y en cuanto a la combinación de azul gentian con el rojo burdeos me parecía demasiado radical; quedaba pues el crayón que al principio no consideré, pero después empecé a pensar que era un color poco visto y con personalidad y esas variaciones de tonalidad que tiene según la luz me parecían interesantes, así que tras consultar con la almohada ésa fue la elección final
. Es un color un poco raro que puede no ser apreciado por todo el mundo pero yo le encuentro un toque de elegancia que me gusta.
Un comentario para las llantas. Siempre he sido de llantas de color plateado pero lo cierto es que en combinación con el exterior en crayón no me acababan de convencer, demasiado brillo que no me acababa de encajar con el color del coche; tras darle al asunto unas cuantas vueltas me decidí por las platino satinado, elegantes y más discretas, y lo cierto es que ya les estoy percibiendo una ventaja, visualmente les afecta mucho menos el polvillo de las pastillas de freno y la suciedad y son más fáciles de mantener decentes que las plateadas
.
No hay muchos más cambios….bueno, también la suspensión, en el GTS anterior había elegido la suspensión activa PASM -10 mm, la misma que también llevaba mi 981 2.7, pero lo cierto es que desde que tuve el 718 observé que iba claramente más alto sobre el suelo que mi ex 981 2.7; de hecho lo percibí en vivo comparándolo con los 981 de
@Ion Ander , de
@JANS o de
@Polencio que equipan la misma suspensión. No sé... puede que haya algo en la configuración del chasis o en el ajuste de las suspensiones del GTS 4.0 que produce ese efecto que estéticamente no me acababa de convencer -tiquismiquis que es uno jajaja y es que no me gusta nada que en un roadster haya demasiado hueco libre en los pasos de rueda- así que en el nuevo decidí elegir la PASM sport -20 mm que baja el coche 1 cm más. Va algo más firme, desde luego bastante más si pulso el botón de modo deportivo, pero en la configuración normal no hay demasiada diferencia. Tuve muchas dudas a la hora de hacer este cambio, pero estéticamente me gusta más como queda el coche y en los 200 kilómetros que hasta ahora le hice al Boxster la he encontrado bien, diría que dinámicamente incluso mejor y me parece lo suficientemente confortable como para poder viajar sin mayores problemas; sólo espero no arrepentirme de la decisión.
Y bueno, se acabó el rollo. Siguen unas fotos y estoy convencido de que a algunos os gustará el coche pero a otros muy probablemente les gustará menos que el anterior GTS. Y es que la configuración en rojo carmín exterior/negro interior era muy tradicional y una apuesta segura que entraba por los ojos y sin embargo la de este crayón/rojo burdeos ya no es para todo el mundo. En todo caso yo estoy contento y pienso que el coche gana en exclusividad ya que es realmente muy difícil ver un Boxster con esa configuración.
Y finalizo ya con este tremendo rollazo con unas fotos en las que se puede apreciar cómo se ve mi nuevo compañero de aventuras… las fotos solo dan una idea aproximada de la apariencia real del coche pues tanto el color crayón exterior como el burdeos interior son especialistas en engañar a los sensores digitales de las cámaras de fotos y son muy complicados de captar, pero podemos darnos una idea.
Por cierto, las letras
LYP de la matrícula creo que le van a las mil maravillas:
Locura Y Pasión