Crónica de la segunda y ultima etapa.
Amanece en Ayna ( también conocida como la Suiza Manchega) el cielo azul sin ninguna nube, pero con una ligera brisa. He de comentar que solo dos integrantes de la expedición, pudieron sentir en sus carnes ese aire de la sierra fresco, mientras detallaban los coches.
Después del desayuno, esta vez sin tener que adelantar la salida por el amigo incomodo del día anterior ( calorot y no caloret) salimos de forma ordenada, salvo uno que se dejo las camisas colgadas en el armario, excusa perfecta para volver a pasar por la carreteras del día anterior.
Había "amanecido que no era poco" y justo a la salida del pueblo, visita obligada para hacerse las fotos al lado de la Resines Vespa.
Todos estábamos muy relajados y alegres, solo yo conocía lo que les esperaba a la expedición, ya que de forma intencionada había dejado lo bueno para el final.
Una vez ya en la meseta manchega, nos dirigimos a Bogarra, donde tuvimos nuestros primeros escarceos con unas carreteras, anchas, con buen firme y con curvas muy rápidas. El paisaje volvía a estar repleto de olivos.
A eso de hora y cuarto de la salida, nos adentramos en una comarcal hasta Alcaraz. Puedo dar fe, que nadie se durmió, vaya kilómetros de buenas rutas, fantásticas curvas, y sin presencia de otros vehículos. Fue el primer aviso de traca final.
La temperatura ideal para dejar nuestras melenas al viento.
Parada en Alcaraz a repostar. Comentarios varios, caras de satisfacción, y señas como si hubiera sabido a poco, incluso se propuso volver ha hacer la ruta hasta Bogarra en sentido inverso.
Nos costo mas el repostaje de gasolina que todo el fin de semana, por lo menos en mi caso.
Enlace con la nacional durante 17 kilómetros y nos adentramos en la Sierra de Segura. Desde el primer kilometro hasta llegar al punto final de la concentración, todo fue un cumulo de sensaciones a cuales mas emocionantes. Todos llegamos a Siles, donde según el horario previsto dábamos por concluida la Concentración.
Nos despedimos de varios integrantes que no podían quedarse a almorzar.
Finalmente, el resto, de forma muy tranquila y con la satisfacción del trabajo realizado, llegamos a Villanueva de Arzobispo, donde teníamos mesa reservada. Comentarios, risas, anécdotas y otras historias fueron el contenido del horario de comida.
Finalizada, nos abrazamos y nos despedimos hasta otra ocasión.
Para terminar, solo agradecer todos los comentarios que habéis puesto en este hilo, y deciros que para mi fue un verdadero honor y satisfacción el poder enseñaros carreteras que había hecho ya en otras ocasiones y tenia la firme convicción que muchos de vosotros no serán fáciles de olvidar.
La historia solo se acuerda de los HEROES, y todos vosotros durante dos días habéis ejercido de auténticos Héroes del Olivar.