La mañana fue pasando estupendamente, con un sinfín de carreteras con sinuosas y pronunciadas curvas que hicieron las delicias de los participantes, mientras el "intruso" intentaba hacer de las suyas sin conseguirlo hasta bien entrada la mañana, en la que paramos para hacer una parada "técnica", y que sirvió para degustar las viandas que algunos de los participantes compartieron con todo el grupo, de las que merece la pena destacar las impresionantes almendras ofrecidas por nuestro amigo "Polivares", sin menospreciar por supuesto las ofrendas del resto de participantes.. Continuó la mañana con otro tramo de curvas y más curvas, con unas carreteras en su mayoría vacias , lo que hizo que rutear se convirtiera en una experiencia impresionante y que continuó hasta el momento de la parada para almorzar "en serio".