¡Ya ha llegado!
Pero ha costado.
Aunque lo encargué el año pasado, debido al proceso de fabricación artesanal, respetando estrictamente las tradiciones, que solo permite trabajar en los meses terminados en “O” en años no bisiestos, todo ha ido muy lento.
Si a esto añades que, debido a sus especiales características, el mineral utilizado en su fabricación se extrae de minas a cielo cerrado situados a 2.500 metros de altura, solo accesible por personas de cierta estatura.
Luego, el proceso de pintura, utilizando solo compuestos respetables con el medioambiente, y cocida en horno precalentado a 2.000º C.
Y, encima, debido a mi exigencia de que estuviera en el color exacto de la carrocería, he tenido que pedir una PTS (Paint to Sample) que, como sabéis, toma su tiempo.
Pero, después de todo esto, tengo que decir que estoy contento con el resultado: