Después de ese pequeño apartado, sigo con mi relato:
Libre del corsé de las exigencias de la garantía Porsche Approved, tenía claro que, en este coche, iba a probar las bondades (o no) de la reprogramación.
Después de Googlear por allí, me di con una casa ubicada en Madrid que me transmitía seriedad. Tenían en su página web ejemplos de los resultados conseguidos con otros coches como el mío. Además, hablando con un ilustre forero en la Conce de la Magia de Irati, me dijo que él había utilizado los servicios de esa compañía para uno de sus coches y que estaba muy satisfecho.
Así que, a la vuelta a casa, pedí cita online, pagué la señal y me presenté allí una mañana soleada de principios del mes de agosto.
Contraté el nivel “Stage 1”, que consiste en modificar el mapeo del motor. (Existe el “Stage 2”, que es modular, pero empieza por la sustitución del colector de admisión, lo que me dijeron, es lo más efectivo para ganar potencia).
Una vez allí, pude observar el técnico trabajar a través de los grandes ventanales que separaban la sala de espera de la zona de dinamómetros- había dos- uno adicional para coches con tracción a las cuatro ruedas.
El proceso duró lo que me habían dicho- dos horas, al cabo del cual me entregaron un papel con los resultados.
Según el informe, el coche había ganado en los dos registros y bastante- nada menos que 27 CV de potencia y 23 NM de par.
Me decepcionaba un poco las cifras finales, 320 CV y 349 NM, pero me informaron que, teniendo en cuenta las condiciones atmosféricas en Madrid- presión de 920 mbar y 33ºC, dichas cifras serían superiores si se hubieran medido en las condiciones usadas por las marcas para establecer las especificaciones técnicas. Es decir, presión atmosférica a nivel de mar-1.013mbar y temperatura de 20 C.
Estaba muy contento con esa información y me pasé horas y horas en casa intentando calcular el factor de corrección para hallar la potencia y par verdaderos, pero los resultados no me convencieron.
Podría ser el efecto placebo, pero al volver del taller, noté que el coche había adquirido una pizca de agresividad al tocar el acelerador.
Ahora que he tenido tiempo de conducirlo un poco más, creo que ha ganado indudablemente, en aceleración, mucho más fulgurante que antes.
Espero poder seguir disfrutando de esta perita en dulce durante mucho tiempo.