Tal como preveía, esta aventura está siendo muy interesante.
Estoy adentrando en mundos que nunca antes había pisado.
Aparte del cambio de color, aquí me tenéis mirando las posibilidades de incrementar el rendimiento del motor, de mejorar el sistema de sonido y alguna cosa más.
La semana pasada, aprendí bastante sobre el vinilado (“wrapping” para los puristas) de los coches.
Aparte de alguna modalidad discotequera, hay básicamente tres tipos de acabado: brillo, satinado y mate.
Mi intención, claramente era optar por el acabado brillo, que se asemejaría más a la pintura tradicional. Abajo una muestra:
Pero, al parecer, tiene un problema: una vez puesto, el vinilo tendría un leve aspecto de “piel de naranja”.
Eso no pasa con los acabados satinados y mate y el responsable del taller me recomendó encarecidamente el acabado satinado porque “queda realmente bien”. Una muestra:
Me puse a mirar fotos y videos de coches vinilados con este acabado, pero no me convenció, dado que, en mi opinión, el satinado “mata” el color original.
Así que tendré que pensar en otra cosa.