Entre todos los coches que he tenido, nunca había tenido uno azul y me había puesto como objetivo a medio largo plazo comprarme uno antes que dejara de conducir.
En la actualidad, solo me apasionan los coches deportivos, tiene que ser un roadster y conociendo mi historial y satisfacción con la marca, lo más normal es que fuera un Porsche Boxster.
Y tendría que llevar, si o si, un motor de seis cilindros.
Y mirando las opciones dentro de la oferta actual de Porsche nuevos, solo existían el Spyder o el GTS 4.0.
Aun sabiendo que el Spyder sería quizás más disfruton por su herencia GT, lo descarté por lo poco práctico de su techo y de su frontal tan bajo (sin la opción de elevador).
Por tanto, todas mis miradas estaban puestas en el GTS 4.0, del cual tengo guardadas al menos 10 configuraciones en el configurador de Porsche.
Dado que no tengo prisa alguna, mi intención era esperar para ver si salía alguna edición especial para celebrar el fin de la producción de este modelo con motor de combustión.
Pero, habida cuenta que tengo mucho tiempo para pensar, empecé a racionalizar y me di cuenta de varias cosas:
• En la prueba que realicé de este modelo en octubre de 2020, no me había enamorado del todo- quizá por esas sensaciones tan filtradas en comparación con mi Boxster Black Edition.
• El precio que pide Porsche para su modelo “entrada de gama” con seis cilindros es a todos luces, abusivo. Si se incluyen las opciones que en otras marcas forman parte de la dotación “standard”, supera ampliamente los 100.000 euros y
• Lo único que conseguiría en realidad sería tener un roadster azul con el interior claro (todos mis coches actuales tienen el interior negro).
Puesto que varios amigos me piden constantemente consejos sobre qué modelo comprar, tengo búsquedas permanentes de Boxster en los portales de compraventa más habituales (AutoScout, Mobile.de, Coches.net), que me bombardean con sus ofertas diariamente.
Y en una de esas, a mediados de abril, vi un modelo a la venta en Málaga, a precio razonable, con las opciones que consideraba esenciales (SportPlus, PDK), alguna “de propina” como la suspensión adaptativa y con el interior en color beige.
Era, además, de la generación preferida por mí, un 987.2 S con “el motor”, 3.4 con 310 cv, en negro metalizado, matriculado en agosto 2012 y con 80.000 km.
ExteriorInterior Y pensé para mí, ese coche podría ser lo que estaba buscando, al cumplir con uno de mis objetivos clave – el interior en color claro. Cambiar el color interior es tarea casi imposible, no así el color exterior.
Así, procedí a señalar el Boxster, me fui a Málaga a probarla y me gustó lo suficiente como para comprarlo en firme.
En el viaje de vuelta a casa, cuando atravesaba la provincia de Jaén, cayó una cantidad imponente de agua y granizo y el coche se comportó de maravilla. Me va a costar adaptarme al volante multifunción con pulsadores en vez de levas, pero así tengo algo diferente.
Estoy muy ilusionado porque, a cambio de mis otros coches, donde por principio, me resisto a efectuar modificación alguna, tengo delante “un proyecto” para ir “mejorando cosas” al estilo de otros ilustres de este Club.
Ya os iré contando e ilustrando por aquí las cosas que le voy haciendo.
Ya tengo una en mente……