Continuamos relato. Tras una parada técnica para reponernos del frio (y algunos del canguele de ir por nieve), reanudamos la marcha, cancelando algún tramo especialmente delicado. Carlos con su buen hacer adaptó la ruta a las condiciones sin problema. Aquí en formación dispuestos para salir hacia la aventura:
La siguiente parada fue el monasterio de San Pedro de Arlanza, donde de fondo aparecía la Ermita de la célebre escena de el bueno el feo y el malo.
Aquí nuestro Roadleader, preparado para las condiciones atmosféricas, deambulando por el claustro interior del monasterio.
En el claustro menor crecía un impresionante pinsapo con casi 200 años de edad:
Tras esto reanudamos hacia el destino de comer, en este caso detrás de la máquina de Magí. Todos los roadis bien mojaditos:
Y finalmente, todos aparcados en el lugar designado, y a comer (en algún caso, también a comprar morcillas).
Tras comer (había hambre y buena conversación, y eso propició que no hubiera fotos) esto reanudamos también en condiciones de aguanieve.
Nos acercamos al desfiladero de la yecla, impresionante aunque el tiempo no acompañara, y realizamos una parada técnica. Desde ahi pillamos unas curvas que incluso con el firme mojado y traicionero que teníamos, hicieron disfrutar al grupo de cabeza, que iba a un buen ritmo. Tras ello llegamos a Lerma, donde estaba el alojamiento de la noche, y nos esperaba una cena bien copiosa, donde el protagonista era sin duda el cordero asado. Las fotos no hacen justicia, sobre todo respecto al tamaño del plato. Y con esto y un paseo post-cena, cerramos el dia 1 de esta conce número 100.