Apuntes y descriptivo de la rutaAhora algunos apuntes y curiosidades sobre Burgos provincia. Es famosa por su suculenta gastronomía, afamados vinos, amplio patrimonio artístico, extensa historia así como la diversidad de paisajes de acentuados contrastes. La provincia cuenta con el mayor número de municipios (371 en total). Su peculiar orografía siempre por encima de 800m, determina en la geografía peninsular, las divisorias de aguas de las vertientes cantábrica, atlántica y mediterránea. Históricamente ha venido siendo un nodo fundamental de comunicaciones entre Francia y el interior de la península. Según y cuándo sople el viento, muy presente en esta provincia, se puede pronosticar el tiempo que va a hacer: si sopla del norte (cierzo) será frío; que sopla del sur (ábrego) vendrá templado; si viene del oeste (regañón) traerá lluvias y si sopla del sur-este (solano) tendremos calores secos y sofocantes. Especial atención a los fuertes contrastes que presenta el clima continental en Burgos, con diferencias extremas aún en el mismo día, que obligan a ser cautelosos y venir prevenidos con ropas de entretiempo, incluso en verano (al igual que el paraguas es el mejor compañero de un británico, la chaqueta lo es para un burgalés y se usa todo el año
).
Mapa con las regiones de la provincia:
Sábado por la mañana:Esta concentración discurre el sábado por el entorno del Alfoz de Burgos, la Sierra de la Demanda y el valle del Arlanza, teniendo como punto de inicio de la ruta el Monasterio de San Pedro de Cardeña. Es este monasterio lugar de sepulcro original del Cid y doña Jimena (desde 1911 reposan en la Catedral de Burgos), así que empezaremos por el final, para ir retrocediendo con nuestras propias monturas cual maquinas del tiempo.
>>Video de Monasterio de Cardeña – en dron<<
Aparcados nos encontraréis esperando a los participantes, junto al hito que homenajea el enterramiento de la mítica montura del Cid (Babieca) para impartir puntalmente a las 9:00am el briefing y hacer la foto de grupo previa al inicio de la conce.
>>> Atención - tarea de preparación recomendada: <<<
Puesto que vamos a pasar por multitud de lugares relacionados con la historia y leyenda cidiana, os recomiendo efusivamente que visionéis la película del “El Cid” (1961), por lo menos hasta la mitad, si no os veis capaces de terminarla. Como bien es sabido por todos, la peli falsea la historia a su antojo y está llena de anacronismos, pero mantiene buena parte de su esplendor y fascinación, recreando la historia medieval con un estilo que adopta ciertos códigos del western, podríamos hablar pues de un western medieval más que como de una película histórica. Como dato anecdótico, la super producción necesitó asistencia con los animales que en ella aparecen, especialmente para los halcones que debían posarse en el brazo de Heston durante el filme. Para ello contrataron a un entonces desconocido
Félix Rodríguez de la Fuente, experto en cetrería e historia de la televisión española posteriormente. Os dejo más información en
el apartado de tareas de preparación de la conce.Saldremos del aparcamiento del monasterio dirección a Burgos, incorporándonos a la BU-800. Encontraremos la localidad de Cardeñajimeno a pocos Kms y después atravesaremos el parque de “Fuentes Blancas”, dejando a mano izquierda (en lo alto) la Cartuja de Miraflores. Al llegar a la rotonda, tomaremos la primera salida, para pasar el puente de Capiscol. De ahí enlazaremos la siguiente rotonda cogiendo la salida a la N-120 dirección Logroño.
>> Cartuja de Miraflores a vista de dron <<
Por la N-120 travesaremos Villayuda, Castañares y Los Tomillares para llegar a Ibeas de Juarros. El lugar se denominaba antiguamente Ebeia, voz de origen vasco derivada de “ibaia”, que significa “lugar junto al rio”. En 1032 aparece por primera vez el nombre común “de Juarros”, también derivado del vasco “zubarro” o “zugarro”, que significa olmo. Fue en la Edad Media una gran encrucijada de caminos. Por su término pasaban tres Caminos Reales, equivalentes hoy a carreteras naciones de primera categoría: El Camino Viejo real, el Camino Real Francés y el Camino Real de la lana, que por Juarros se unía a la sierra burgalesa-soriana con Briviesca y, desde allí, con el Norte peninsular.
>> Imagen con sugerencia de presentación de olla podrida <<
Degustar una buena olla podrida burgalesa, hecha con las afamadas
alubias de Ibeas) es un punto obligatorio. El Camino de Santiago, en su ramal francés atraviesa la localidad, y lo mismo aremos nosotros, pero en sentido contratio, para tomar el desvío a la derecha por la BU-820, camino a la Demanda.
En este tramo viajaremos por el corazón de la Sierra de la Demanda, casi de la mano del antiguo trazado del Ferrocarril Minero que a principios del siglo XX unía la capital de provincia con los municipios serranos. Hoy en día, ese camino de vida breve pero intensa, se ha convertido en una Vía Verde y la carretera discurre paralela pero en el margen opuesta. El Honrado Concejo de la Mesta marcó durante años el modo de vivir de los pueblos de la zona central de la sierra. La trashumancia ha llegado hasta nuestros días como testimonio de tiempo pasados. Territorio de pantanos, fuentes, robledales y hayedos. Pueblos donde el término “comunal” aún tiene sentido, con las dehesas del Valle de Valdelaguna; donde el tiempo pasa despacio, el aire es puro y las aguas de los arroyos de montaña bajan tan frías como transparentes.
El primer pueblo que encontraremos es Arlanzón, pegado al margen del río con el mismo nombre, el cual cruzaremos a la salida de la localidad por un hermoso puente. Continuaremos avanzando parejos al cauce del Arlanzón y atravesaremos Villasur de Herreros, que fuera en tiempos tierra de herreros, debido a la buena calidad de la aguas del río Arlanzón, que al parecer, templaban a la perfección las herramientas construidas en su fragua.
Tras la misma, encontraremos la
presa del embalse de Úzquiza, también conocido como el segundo pantano del Arlanzón. Es uno de los más modernos de la cuenca del Duero y presenta una peculiaridad que lo hace distintos de otros: su presa. Se trata de una obra de las llamadas “de materiales sueltos”, lo que significa que se ha construido con tierras seleccionadas, sin apenas usar hormigón, alcanzando el dique unos notables 60 m de altura. Sepultó bajo sus aguas Úzquiza, Herramiel y Villoroble en 1986, tiene como usos principales el abastecimiento y el riego, con una capacidad de 75 hm3. Curveando por los márgenes altos del embalse, llegaremos al desvío, a la derecha dirección a Pineda, para continuar por el retorcido y sinuoso trazado de la BU-820, ahora por el margen bajo del embalse y del río.
>> presa del embalse de Úzquiza a vista de dron<<
Al poco veremos
la presa del embalse de Arlanzón, presa de gravedad en planta curva levantada en hormigón. El control del cauce bajo del río fue la motivación original de su construcción, tras la dramática inundación de 1930. Se terminó en 1933, con una capacidad de 22 hm3 y se dedica desde entonces al abastecimiento y al riego. Hoy en día los 2 embalses trabajan conjuntamente, si bien la regulación principal del río Arlanzón se realiza desde el más moderno embalse de Úzquiza.
>> Pineda de la Sierra <<
Unos km más arriba encontramos Pineda de la Sierra, dividida en dos barrios, con las aguas del arroyo Barrancomalo haciendo de divisoria. A la margen derecha se encuentran las casas nobles de piedra arenisca rojiza, verdaderos palacios en algunos casos, que fueron levantados en los siglos XVII y XVIII por acaudalados ganaderos de la Mesta. La villa es una de las zonas más altas de la provincia de Burgos, a 1.214 metros sobre el nivel del mar, y en sus inmediaciones se encuentran el pico San Millán (2.131 msnm) monte de mayor altitud de la provincia y el Mencilla (1.932 msnm) a los pies del cual se localiza la estación de esquí del Valle del Sol.
Continuamos subiendo por la BU-820, hasta coronar en el Puerto del Manquillo (1.415 msnm) y una vez pasado la siguiente localidad que encontramos en el recorrido es Riocavado de la Sierra. Se aprecia en el entorno inmediato al pueblo su pasado intensamente ganadero. Hoy día, con el paulatino abandono de esta actividad, las diferentes especies arbóreas y especialmente el roble van colonizando progresivamente los antiguos terrenos de pastos. El paisaje que se divisa desde esta localidad –en la que nace el Arlanzón- es sencillamente magnífico. Las cumbres de la Demanda proyectan su sombra sobre el pueblo, completando un conjunto urbano atrayente por el notable grado de conservación de sus edificios tradicionales y la armonía que guardan con el entorno natural de hayas y robles.
>> Riocavado de la Sierra <<
Pasado Riocavado, llegamos unos kms después al enlace con la BU-825, en que tomaremos el desvío a la derecha, dirección Barbadillo del Pez, siguiendo parejos al cauce del río Pedroso, hasta llegar a la localidad. Aún recuerdan sus habitantes con orgullo que esta villa fue en su día “la capital de la Sierra”, así como que el río Pedroso a su paso por el pueblo, fue y sigue siendo lecho de sabrosas truchas. Cuentan que tal era la fama de las truchas, que hasta los caballeros de Fernán González bajaban aquí a pescar. Se alza la villa larga y estrecha bajo la protección de los montes que la rodean, conocidos popularmente como la Cabrera, Sierra Chiquita, La Mata, La Hoz, el Barijuelo y la Lastra. De Valdepez, como es llamada también la villa, desciende ilustres linajes, de los que en la actualidad se conservan sobrios escudos tallados en piedra que adornan múltiples fachadas de casonas, haciendo un conjunto pintoresco con su bien conservada arquitectura popular serrana.
En Barbadillo del Pez nos desviaremos hacia la izquierda, por la BU-821, dirección Neila. Atravesaremos Quintanilla de Urrilla y Vallejimeno para desviarnos de la BU-V-8210 a Huerta de Abajo, que será lugar para nuestra parada técnica en el bar
La Ferrería en el que podremos dar descanso a nuestras monturas mientras disfrutamos de un buen refrigerio con tapas variadas. En la imagen siguiente se indican en verde las zonas de aparcamiento, en rojo la maniobra para quedar dispuestos para continuar la ruta y en amarillo la ubicación del establecimiento.
>> Esquema para realizar el aparcamiento en Huerta de Abajo <<
El nombre del establecimiento no es capricho, tiene directa relación con la historia de la zona, dada la presencia de antiguas ferrerías (
altos hornos en la Sierra para la elaboración de lingotes de hierro y de acero, entre otros metales, a partir del mineral procedente de la actividad minera en la zona). La explotación minera fue una actividad que dejo huella en la Demanda, como prueban algunos de sus topónimos: Barbadillo de los Herreros, Villasur de los Herreros, La Herrería, El Escorial (en Barbadillo del Pez).
Reposado el refrigerio retomaremos ruta por la BU-V-8210, girando a la derecha dirección a Huerta de Arriba. Al atravesar esta localidad encontraremos que el paisaje se vuelve más abrupto, así como la carretera, y que la masa forestal incrementa rápidamente su frondosidad hasta casi convertirse en bosque cerrado. Esto es signo de que nos estamos adentrando cada vez más en la parte Alta de la Sierra. Poco a poco iremos notando como los desniveles se hace más acusados y más escabrosas las laderas por las que serpentea la carreta. Es una carretera para ir a un ritmo pausado y disfrutar del entorno.
Llegados al enlace con la BU-822, giraremos a la derecha, dirección Quintanar de la Sierra para desviarnos brevemente de nuestra ruta y subir al Mirador de San Francisco y las Lagunas de Neila, punto más elevado de este tramo de la ruta, enclavado en el Parque de las Lagunas Altas. Cada cual podrá elegir entre; admirar los múltiples picos de Urbión que desde el mirador se divisan, con la localidad de Neila al fondo del valle; o bien visitar la Laguna de los Patos, que es la más próxima al aparcamiento. Dedicaremos 45 minutos a la visita y antes de partir haremos una foto de grupo.
>>Video de las lagunas – en dron<<
Ya de nuevo en los roadys, bajaremos en un “plis” para enlazar de nuevo con la BU-822, girando en el desvío la derecha, dirección Quintanar, por una carretera con firme y trazado ideal para rutear. Camino de Quintanar, pasado el puerto del collado, a la izquierda según vamos queda Fuente Sanza, cuna del río Arlanza que nace puro y cristalino entre pinares. Atravesando Quintanar de la Sierra podéis percataros de cierto aroma a madera recién cortada y a granja (industria maderera y ganadería son las actividades principales que ocupan a sus habitantes).
Llegados al enlace con la CL-117, tomaremos el desvío a la derecha, siguiendo el incipiente cauce del río Arlanza, dirección a Salas. La máquina del tiempo está en marcha en la comarca de Salas; huellas de animales de 10 metros de altura, hallazgos únicos en el mundo, tierra de dinosaurios, chimeneas encestadas, árboles fosilizados, etc. De camino pasaremos al lado de Palacios de la Sierra (queda a izquierda) y cruzaremos Castrillo de la Reina.
Atravesaremos Salas de los infantes, capital de la comarca serrana y la más joven de las ciudades burgalesas, cuyo nombre a traspasado las fronteras locales la fama de los
Siete Infantes de Lara, cuya historia cantan romances y leyendas en la primera épica castellana, para enlazar con la N-234 dirección Burgos.
Ya en Tierra de Lara encontraremos Barbadillo del Mercado, localidad en heráldica esculpida. Los escudos nobiliarios y los recios muros de las construcciones en los que se adosan marcan una interesante ruta por la localidad. Rio y carretera vuelven a correr parejos atravesando Cascajares de la Sierra. Al llegar a Hortigüela, nos desviaremos a la izquierda, para continuar por la BU-905 dirección a Covarrubias, entrando en el valle del Arlanza y trazando estrechuras por el angosto desfiladero bajo la sombra del Gayúbar, cubiertas sus laderas por un bosque de sabinas.
El río Arlanza está íntimamente unido a la historia de Castilla. Su paso milenario por esta zona ha dejado profundas huellas: hermosos paisajes de relieves escarpados de difícil acceso, hogar y refugio de aves rupícolas como el buitre leonado, el águila real o el águila perdicera. El recorrido entre Hortigüela y Covarrubias ofrece uno de los paseos más pintorescos de todo el territorio. A la vera del río encontraremos sabinas, árbol de madera rojiza, antiguamente usado como repelente de insectos, pues al arder desprende una aroma muy similar al incienso y muy apreciada también en la construcción. Esta comarca aún mantiene uno de los más extensos y mejor conservados sabinares de todo el planeta. Tienen historia, pues se sabe que algunas sabinas del Arlanza tienen más de mil años de vida.
>>> Atención - tarea de preparación recomendada: <<<
Bien es sabido por los lugareños que en esta comarca se pueden encontrar, ocultos en sus parajes, cuatro de los emplazamientos, que en 1966 eligiera el italiano Sergio Leone -el director más famoso del género 'spaghetti western'- para el rodaje de algunas de las legendarias escenas de la película del “El Bueno, el Feo y el Malo”, la tercera de “La trilogía de los dólares”, que además encumbró definitivamente al estrellato a Clint Eastwood (el Rubio en film). Al igual que anteriormente, os recomiendo efusivamente que visionéis la película, para una mejor compresión y un mayor disfrute de la conce.
>> Video del tráiler <<
Son los que se pueden ver a continuación.
Os dejo más información en
el apartado de tareas de preparación de la conce.Atravesaremos por la carretera la escena de ‘La Batalla del Puente de Langston’. Se trata de la escena más espectacular y cara de la película. Según cuenta la anécdota más destacada es que la voladura del puente se tuvo que realizar hasta en tres ocasiones, con lo que hubo que reconstruirlo dos veces. La primera fue un fiasco y señor Leone quería algo “spettacolare” (espectacular). Para la segunda se colocaron más de 400Kg de TNT y 12 cámaras para registrar la escena con detalle, cediendo Leone el privilegio de la detonación a un coronel del ejército al cargo de los extras, pero una desafortunada descoordinación de órdenes hizo que el puente saltara por los aires antes de que las cámaras comenzaran a grabar. El puente quedó completamente destrozado, pero fue reconstruido de nuevo por el ejército en una semana y a la tercera, la voladura salió perfecta, tal como se ve en la película.
(Los soldados eran reclutas del Ejército de Tierra que participaron como extras y construyeron el Cementerio de Sad Hill, el puente y el campamento de Batterville. La imagen está sacada desde la zona de trincheras.)
Monasterio de San Pedro de Arlanza – Misión de San Antonio:Pasadas las escarpaduras, tras una curva, aparecen a nuestra vista las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza, ocupando un lugar de honor en el origen e historia de Castilla. Pero el lugar estuvo habitado mucho antes de la fundación del monasterio. Se han encontrado en las cercanías restos romanos y de la época visigótica, así como esta constatada la presencia de las cuevas en la ribera del Arlanza próximas de los monjes eremitas.
>> Video de San pedro de Arlanza <<
Cantan los viejos romances los orígenes legendarios del monasterio. Al otro lado del río, en lo alto de un espigón rocoso se encuentra la ermita de San Pelayo, sobre la cueva en la que, andando el joven
Fernán González de caza tras un jabalí, se encontró con el santo anacoreta que le profetizara su victoria contra los sarracenos y la libertad y grandeza de Castilla. Cumplida la profecía, el Conde fundará, en hondo agradecimiento, estos piadosos lugares.
Históricamente la fundación del cenobio estuvo a cargo del Conde Gonzalo Fernández, en el año 912. Fernán González, su hijo, engrandeció el monasterio al elegirlo como lugar de su sepultura y la de su esposa, Doña Sancha. Hoy los sepulcros están en la colegiata de Covarrubias, donde fueron trasladados en 1841, tras la desamortización de Mendizábal y el abandono del monasterio. La portada de la iglesia fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional en 1895. Otras piezas del patrimonio de San Pedro están repartidas por lugares tan distantes como la catedral de Burgos, el Museo Metropolitano de Nueva York, el Museo Nacional de Arte de Cataluña o el Museo de la Universidad de Harvard.
San Pedro de Arlanza, como centro de la política y economía de un extenso territorio castellano en el periodo medieval, ocupó un lugar principal en la cultura de la época. En él se celebraron los primeros consejos de Castilla. Aparece como refugio del Cura Merino en la Guerra de la Independencia contra los franceses en novelas tan interesantes como El Escuadrón Brigante, de Pío Baroja. Entre sus muros se desarrolló el naciente idioma castellano, pero muchos de los manuscritos fueron dispersados, cuando no perdidos o destruidos, tras la desamortización del siglo XIX. No obstante, estudios recientes demuestran la importancia de este lugar en la formación de nuestro idioma.
Aunque desafortunadamente el monasterio no se puede visitar (se encuentra en obras de restauración y consolidación), haremos una breve parada, para estirar un poco las patas y para admirar con mayor detalle el monasterio y su entorno. Asimismo es la segunda de las localizaciones de la película “El Bueno, el Feo y el Malo” que veremos en esta conce. Corresponde a la escena de la Misión de San Antonio, que se rodó en el interior de las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza. Ahí se representa un hospital militar donde 'Tuco' (Eli Wallach) lleva a 'El Rubio' (Clint Eastwood) a curarse de sus heridas. Una de las curiosidades de la escena, poco conocida, es que desde la ventana del habitáculo en el que se recupera de sus heridas Eastwood puede verse la ermita de San Pelayo, muy próxima al cenobio.
>> Imágenes de la peli – Ermita de san Pelayo <<
Covarrubias:Sale el Arlanza del estrecho valle y sus aguas cimbrean de gracia al llegar a Covarrubias. La población milenaria población levantada entre sabinares y cerezos, queda abrazada por el río que discurre lento y solemne, por el paseo de la Solana, bajo la torre de doña Urraca y ante la portada sobria y elegante de la Colegiata. La carretera que nos trae de Hortigüela desemboca ante la fachada principal del Archivo del Adelantamiento de Castilla, hoy puerta de honor de entrada a Covarrubias, frente al que se levanta un elegante crucero.
A eso de las 14:30 accederemos por ella al interior del antiguo recinto amurallado, con la expresa autorización del ayuntamiento de Covarrubias, para estacionar nuestros Roadsters en la plaza de Doña Urraca, durante unas 3 horas aprox. Nos veremos situados frente al edificio del ayuntamiento, que en su tiempo fuera la casa de los condes de Lara, o palacio de Fernán González. Casas típicas de rural adobe junto a edificios de piedra noble, iglesias y palacios con escudos blasonados y rincones en los que, detenido el reloj del tiempo, se palpa el gusto de tiempos pasados. Conserva la población su estructura medieval. Amurallada en otro tiempo, se aprecia en su trazado la ronda de muralla dentro de la cual se levanto la villa, en base a las manzanas de casas rectangulares y calles estrechas en paralelo que conducen a distintas plazas, de planta irregular, concatenadas, que se abren ante los edificios más significativos.
Desde la plaza mayor, camino de la Colegiata, llegaremos a la plaza de Doña Sancha, presidida por el torreón de Fernán González. Es una obra mozárabe del siglo X. En él la tradición sitúa el encierro y trágica muerte de doña Urraca. Fronteras y a los lados del torreón se levantan típicas casas de adobe, con sus entramados de madera al aire, como la de doña Sancha, la más antigua de la villa (siglos XIV o XV).
Detrás del torreón encontramos la plaza del Rey Chindasvinto, donde se halla la Colegiata y frente a ella la estatua de la Princesa Cristina Olav de Noruega. Nacida en Bergen en 1233, hija del rey Haakon Haakonsson, llegó a España para contraer matrimonio con el infante de Castilla Don Felipe, hermano del monarca castellano Alfonso X el Sabio. En la villa Rachela se tiene en gran estima la memoria de la infortunada princesa nórdica. Este país y Covarrubias mantienen hoy en día gracias a la princesa una cordial relación y no muy lejos de la localidad, camino al Monasterio de Arlanza, encontraremos el camino de acceso a la Ermita de San Olav, la primera ermita construida en España en el siglo XXI. Destaca en su conjunto arquitectónico por su forma y los materiales que la componen. La capilla resulta sorprendente tanto en su forma como en su contenido y pretende dar a conocer la “figura” de san Olav en tres facetas de su vida: el vikingo, el Rey y el Santo.
>> Capilla de san Olav <<
Según la tradición el original templo de San Cosme y San Damián, fue fundado por el rey godo Chindasvinto, en el siglo VII con estilo visigótico. En el siglo XII se levantó la iglesia en estilo románico y a su vez fue remodelada en el siglo XV en estilo gótico. La iglesia es panteón de ilustres familias de la villa que yacen en artísticos sepulcros entre los cuales se encuentra el de la propia princesa. Posee un museo en el que se atesoran interesantes piezas, entre las que destaca el Tríptico de la Epifanía (s. XV).
Sábado por la tarde:A eso de las 17:30, ya montados en los roadys de nuevo, abandonaremos la Plaza Mayor de Covarrubias, para coger la carretera BU-901, que a la salida de la localidad atraviesa el río Arlanza por el hermoso puente de San Pablo, de origen medieval y con posteriores remodelaciones, que hacen que tenga un estilo predominantemente barroco. A los pocos metros de cruzarlo, a nuestra derecha veremos el Rollo Jurisdiccional de Covarrubias –perteneciente al barrio del Arrabal de la villa- datado en el siglo XVI. Los rollos de justicia o jurisdiccionales son una muestra de que la localidad tenía jurisdicción propia, siendo el lugar público donde se ejercía la justicia.
Subimos ahora camino de la altiplanicie encajada entre las hoces del cauce del Arlanza, por la que atravesaremos tierras de labranza, dirección a Retuerta. A alguno le podrá sonar el nombre, pues ya en el siglo XX, dio nombre a un proyecto de pantano que, finalmente, no se llevó a cabo y que hubiera supuesto la desaparición del pueblo en el lugar que ahora ocupa. Esta amenaza, por el contrario, tuvo la virtud de permitir que se conserven aún muchas viviendas tradicionales, casas de entramado, que conjugan en su construcción la piedra, la madera y el encalado en su parte superior. Por la localidad pasa el camino del Destierro del Cid.
>> Viviendas tradicionales - Retuerta <<
Pasado el desvío a Retuerta la carretera se va volviendo más sinuosa y volvemos a subir, hasta llegar a una cota de 1070 msnm. Desde ese punto, comenzamos un progresivo descenso hacia el valle del Río Mataviejas. La siguiente localidad que encontramos por la BU-901 es Santibánez del Val -el acceso queda a la derecha- pero seguimos avanzando dirección a Santo Domingo. Cuando estemos cerca de Silos, a lo lejos nos anunciaran su presencia el gallardo ciprés del claustro y la altiva torre de su iglesia monacal. Eso es que estamos llegando ya a un breve desvío de nuestra ruta principal. Sin entrar aún en Silos, en la rotonda, tomaremos la primera salida a la derecha, por la BU-910, dirección Caleruega, recorriendo otra porción del camino del Destierro del Cid.
>> Desfiladero de la Yecla <<
Corre muy cerquita de Silos el arroyo del Cauce, afluente del Mataviejas por una estrecha y profunda garganta, un tajo natural hondo y angosto, conocido como el desfiladero de la Yecla. Rincón soberbio y caprichoso de impresionante belleza natural, del cual toma el nombre el Espacio Natural en el que se encuentra integrado. La garganta de piedra, con los murmullos del agua invitan a soñar en la paz del lugar. Las paredes tienen una disposición S-N llegando a alcanzar los 100m de altura. En él podemos observar un amplio catálogo de elementos morfológicos de detalle relacionados con la circulación del agua: sumideros, cascadas, rápidos, etc. En el Espacio Natural de la Yecla puede contemplarse sin dificultad el vuelo majestuoso del buitre leonado, que tiene aquí una importante colonia de cría, y de otras rapaces y córvidos. Dedicaremos unos 50 minutos a su visita.
>> Buitres leonados tomando térmicas en el cielo <<
De vuelta a nuestras monturas, desharemos el camino hecho hasta el desvío, y ahora sí atravesaremos la localidad de Santo Domingo de Silos, que aparece ante nuestros ojos con la impronta medieval que dejaron los siglos, alternando construcciones entre lo rural de sus casas de adobe sencillo y casonas de piedra con nobles escudos adornando las fachadas. Todo ello estructurado junto al monasterio de Santo Domingo que surge, desde la lejanía como faro o punto de guía en medio de los campos de labor. De origen visigodo, la memoria popular concede la fundación de la iglesia de San Sebastián de Silos a Recaredo (finales del siglo VI).
>> Monasterio Santo Domingo de Silos <<
El embrujo de Silos está en su claustro. Esa belleza del románico universal que atesora el viejo cenobio. Cuatro lados, en perfecta armonía, configuran un mundo de paz y de silencio, en el que cada capitel invita a la reflexión. En su ejecución se notan, al menos, dos manos distintas, dos estilos diferentes, dos épocas. Todo un mundo de sueño e imaginación se plasman en sus capiteles, mostrando temas orientales y califales de notable perfección artística. Una iconografía variada, con temas propios de la Edad Media, encerrando su enseñanza moral en cada uno, nos sale al paso: aves afrontadas, luchas de animales, seres fantásticos, arpías, leones, monstruos…. En los ángulos 8 magníficos relieves desarrollan escenas de la vida de Jesús, y en el techo un artesonado mudéjar del siglo XIV con escenas de costumbres de la época, que añaden aun más valor si cabe al recinto silense. El en interior del mismo podemos encontrar el venerable ciprés, otro famoso símbolo del claustro.
Atravesado Silos, continuamos por la carretera BU-910, para entrar a recorrer el desfiladero del río Mataviejas, que nos hará desembocar en la localidad de Carazo. En su término se encuentra otro de los escenarios utilizados en la película de “El Bueno, el Feo y el Malo”. Ubicado a unos 500 metros al noroeste de la población y sobre un altozano a 1.200 metros de altitud, conocido como Majada de las Merinas, se sitúa la escena del 'Campamento-Prisión de Betterville'. Aún se observa sobre el terreno un abultamiento rectangular de unos 125x110 metros de lo que eran las murallas y fosos.
>> Mapa de ubicación del 'Campamento-Prisión de Betterville' <<
A media que nos acercamos a Carazo, el pico de la Rastra (1.408 msnm) -en la Peña de Carazo- toma eminente presencia tras la localidad. La carretera nos acerca a sus faldas y recorre paralelo a ellas hasta dejarlo atrás. Al llegar al enlace de la N-234, con la localidad de Hacinas al frente, tomaremos el desvío a la derecha, dirección Soria.
Hacinas, edificada sobre un montículo, es un verdadero mirador a la Sierra y al valle del Arlanza. Fue habitada por el hombre desde tiempos remotos y siempre ha sido encrucijada de culturas. Los arévacos, tribu celta que ocupó estas tierras, dieron paso a la civilización romana, que extendió su hegemonía desde la cercana Clunia. Quedan también abundantes restos de la época visigótica –eremitorios, tumbas antropomorfas de piedra- además de arboles fósiles. Otras tradiciones singulares que aún perduran son el Carnaval –con la tarasca, la curra y los comarrajos como protagonistas- y los cantos profanos y religiosos, cada uno con su respectiva situación y en el momento indicado.
>> Carnaval de Hacinas <<
Avanzaremos por la N-234 hasta llegar al desvío de Huerta del Rey, por la carretera BU-925. Para llegar a Huerta, tendremos que coronar a medio camino el Collado el Cerro (1209 msnm). Luego descenderemos siguiendo parejos al incipiente cauce del rio Arandilla. Huerta del Rey aún conserva su peculiar traza medieval y existen algunas singulares curiosidades al respecto.
Huerta está registrada en el ‘Libro Guinness de récords mundiales’ por ser el pueblo cuyos habitantes tienen los nombres más raros del mundo, tales como Evilasio, Gláfida, Filadelfo, Walfrido, Hierónides, Filogonio, Sindulfo, Burgundófora, Firmo, Aniceto, Marciana, Alpidia, Ercilio,... Hay que remontarse a finales del siglo XIX. En aquella época muchas personas tenían los nombres parecidos, lo que causaba problemas con el reparto del correo. Por ello a un secretario del ayuntamiento se le ocurrió echar mano del martirologio romano y los vecinos lo tomaron como una buena solución, con lo que empezaron a bautizar a sus hijos con nombres del martirologio.
>> Vista de Huerta del Rey desde Zarrazuela <<
En 1992 los habitantes pusieron una reproducción del Toro de Osborne en el monte de Zarrazuela. Este toro se puede ver desde gran parte del pueblo. En 2010 el viento tiró el cartel del toro al suelo. En septiembre de 2011, antes de las fiestas patronales de la Virgen del Rosario, el Ayuntamiento colocó de nuevo un toro de Osborne como símbolo de la tradición taurina de Huerta de Rey y como homenaje a la gran afición de este pueblo a los toros.
>> El toro de Huerta <<
Pasado Huerta y continuando por la BU-925 hacia el sur, llegamos al desvío a Peñalba de Castro. Como en todo buen maratón de cine que se precie no puede faltar ‘una de romanos’ –tranquilos que no hay mas tarea- y en este caso el fondo lo aporta la ruta pasando junto a las faldas del Alto del Castro, donde hallamos emplazado el Yacimiento Arqueológico de Clunia. Desde la carretera alcanzaremos a ver parte de los restos del teatro romano. Clunia Sulpicia era una de las ciudades romanas más importantes del norte de la Península. Fue cuidad arévaca, solar de cántabros y vascones; asentamiento denominado Cluniaco o Kolounioukou. El político y militar romano Quinto Sertorio resistió en ella 20 años a Pompeyo, que la destruyo en 72 antes de Cristo. En los días de Servio Sulpicio Galba, Clunia fue capital del imperio, al autoproclamarse este emperador, cuando allí tuvo noticia de la muerte de Nerón y de que había sido elegido emperador.
>> Clunia Sulpicia <<
Atravesaremos Peñalba, para continuar ruta por la BU-922, dirección a Arauzo de Torre. Su nombre tiene su origen en la torre de defensa que se construyó sobre el caserío y que hoy en día forma parte de la iglesia. Ahora navegaremos por tierra de campos, mares de cereal a ambos lados de la carretera, con sus espigas meciéndose al ritmo de la brisa.
>> Arauzo de Torre <<
Siguiendo por la carretera llegamos a Caleruega, dentro de la comarca de la Ribera del Duero. Es cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos. En la villa se encuentra ubicado el único coto de cetrería intensiva de todo el país. También hay que destacar que durante el destierro de El Cid Campeador, durante el siglo XI, éste pasó por la villa. En la Peña de San Jorge, una de las montañas de Caleruega, había muchas cuevas (ahora la mayoría bodegas), y según la leyenda popular allí se refugiaban los moros que, cuando lo veían necesario, atacaban al pueblo. Cuando el Cid llegó, el pueblo escondido y atemorizado en el Torreón de los Guzmanes salió a batallar y consiguieron expulsar a los moros de Caleruega. Si cruzáramos esta localidad el domingo (3º domingo de abril) presenciaríamos la Romería de Castro (o del "Santito"). Y si fuera el último día de abril, veríamos “pingar el Mayo” en multitud de poblaciones, pues es tradición común en las sierras castellanas. El Mayo no es otra cosa que el pino más alto del pueblo, que se coloca en la plaza, entre cánticos y bailes populares, siendo también encargados de dicha labor los ‘quintos’.
>> Pingando el Mayo en Quintanar de la Sierra <<
En Caleruega tomaremos el desvío por la BU-911 con dirección a Espinosa de Cervera y su encina catalogada como árbol singular, de vuelta a la comarca del Arlanza. Espinosa también se encuentra en la ruta del Camino del Cid. En la localidad su iglesia parroquial, de San Millán de la Cogolla, con ábside y torre románicos. Datados a mediados del siglo XII tienen una labra bastante elaborada y variada, y muestra: monjes, guerreros, elementos florales, animales mitológicos y burlescos. A la salida de la localidad, a nuestra izquierda, encontramos el nacimiento del río Esgueva, afluente del río Pisuerga, que se une al él en la ciudad de Valladolid.
>> Iglesia San Millán de la Cogolla <<
A 1 km de haber pasado Espinosa, tomaremos el desvío a la izquierda, por la carretera BU-914 que va a las faldas del alto de Cervera, con dirección a Briongos de Cervera. A la entrada de Briongos se encuentra su Nogal de Concejo que queda a la derecha, justo antes del desvío para entra al pueblo. Pasado Briongos seguimos camino a Ciruelos de Cervera. Al llegar a la localidad, tomaremos el desvío a la derecha, por la carretera BU-V-9141, dirección a Tejada. Iremos subiendo por el cauce del Arroyo de Valdetajas. Una vez pasada la localidad de Tejada, la carretera se tornara sinuosa en su tramo intermedio, antes de llegar al enlace con la BU-900. En el desvío giraremos a la izquierda, dirección oeste. Sucesivamente iremos pasando las localidades de Cebrecos, Nebreda, Solarana, Castrillo de Solarana, Villoviado, Revilla-cabriada y Rabé de los Escuderos, hasta llegar a las proximidades de Lerma. Aprovecharemos para repostar a nuestras monturas, antes de entrar al centro de Lerma, en cualquiera de las estaciones de servicio que hay a ambos lados de E-5.
Lerma: Enclava sobre un promontorio dominando el valle del Arlanza, la villa ha sido desde sus comienzos un lugar estratégico y encrucijada de caminos. Su origen se encontraría en un castro celtíbero, siendo ocupado el territorio posteriormente por otros pueblos. Con el avance de la Reconquista hasta el rio Arlanza se construyeron una serie de de torres-fortaleza en toda la zona, ellas una en Lerma que, al parecer, reaprovecho otra existente de la época visigoda. Hasta mediados del s.XI perteneció al reino de Navarra dentro del señorío de los Lara, siendo Lerma el escenario de los continuos enfrentamientos que estos mantuvieron con los reyes. Durante el reinado de Juan II la villa fue donada a Diego Gómez de Sandoval; posteriormente, durante el reinado de los Reyes Católicos éstos otorgaron el título de conde de Lerma a su nieto, llamado igual, comenzando desde ese momento el ascenso sociopolítico de esta familia.
>> Panorámica de Lerma <<
Así, durante el siglo siguiente (s.XVI) la villa alcanzó su máximo esplendor gracias a la labor urbanística y política emprendida por el nuevo Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, que la convirtió en sede la corte; la posterior caída del Duque propició que la villa fuese perdiendo importancia. La Guerra de la Independencia y la Desamortización de Mendizábal dejaron una profunda mella también.
>> Reportaje sobre Lerma <<
El desarrollo urbanístico posterior de la villa no se puede entender sin conocer la figura del Duque de Lerma, su impulsor y principal protagonista de la época. Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas nació en Tordesillas en 1553 y fue nieto de San Francisco de Borja por vía materna. Desde bien joven formó parte del círculo más íntimo de de la familia real siendo educado junto a los hijos de Felipe II, lo cual le valió la amistad del futuro Felipe III. En 1574 recibió el mayorazgo de la Casa, como IV Conde de Lerma y V Marqués de Denia. En 1574 Felipe III le otorgó el título de Duque de Lerma con Grandeza de España, recibiendo a lo largo de todo su reinado numerosas concesiones y prebendas. Fue una persona hábil que supo colocar a familiares y amigos en puestos de poder creando una red de clientelismo. El resto lo cuentan muy apropiadamente en el siguiente video.
>> Duque de Lerma – Patrón de los corruptos <<
El Duque dotó a Lerma de un nuevo planeamiento urbano, creando una villa a la manera de las renacentistas italianas, un proyecto urbanístico sin precedentes en España y único, ya que a pesar de existir en otras villas ninguna alcanzo el desarrollo y la importancia de Lerma. Durante este periodo de construyó el Palacio Ducal –remodelando e integrando el castillo precedente en 2 fases- y se diseño el espacio en torno a él y a la Plaza Mayor de Armas –una de las más grandes de España- con soportales y pasadizos, además de se levantaron la Colegiata, seis monasterios –levantados todos en un periodo de unos 20 años- y un hospital; se crearon jardines y parques tanto en la villa como a orillas del río, convirtiendo a Lerma en una villa cortesana de recreo y conventual. Al albur de esta nueva Corte se establecieron industrias y negocios, viéndose todo ello abandonado y olvidado con la caída del Duque. En resumen, podemos decir que el conjunto urbano de Lerma fue un proyecto de arte total que no solo afectó a la arquitectura y al urbanismo, sino que también incluyó el trabajo de escultores, pintores o paisajistas.
>> Plaza Mayor <<
Jerónimo Merino Cob fue uno de los personajes más relevantes de su siglo. En 1769 se ordenó sacerdote en Covarrubias ejerciendo de párroco en su pueblo natal, razón por la cual se le conoce como el Cura Merino. Durante la Invasión Francesa, observando las tropelías y abusos por parte de los soldados franceses decidió convertirse en guerrillero enfrentándose a las tropas galas y dominando la ruta que unía Madrid y Francia en la zona entre Aranda de Duero y Burgos. Ganó numerosas batallas a los franceses, así, por ejemplo, tomó el Palacio Ducal donde se acuartelaba la guarnición francesa, y el propio Napoleón le temía por las bajas que provocaba en sus ejércitos.
>> Plaza de Santa Teresa - Tumba del Cura Merino – mirador / pasadizo <<
Llama especialmente la atención la existencia de un largo pasadizo que comunica el Palacio con la Colegiata, a través de algunos de estos monasterios. Ello permitía al duque y sus acompañantes acceder a estos lugares sin necesidad salir a la calle ni ser visto por la plebe.
>> Parte de la vista exterior del pasadizo <<
>> Parte rehabilitada y visitable del pasadizo. La mayor parte del mismo tiene su parte interior integrada en diversos edificios privados <<
>> Colegiata de Lerma <<
>> Convento de San Blas <<
El autor de Don Juan Tenorio pasó parte de su juventud en la villa de Lerma, donde se alojó en la casa de si tío Zoilo Moral, canónigo de la Colegiata; llegó hasta allí cuando su padre, gobernador de Burgos, fue desterrado por sus ideas políticas. La influencia de la villa y sus alrededores se dejó sentir en sus escritos; aquí conoció a Catalina, uno de sus amores, y entabló amistades como la de Francisco Luis de Vallejo a quien dedico su obra más conocida.
>> Estatua de José Zorrilla <<
En la actualidad podemos ver la casa donde se alojó durante este periodo, cuya calle lleva ahora su nombre, y la escultura de que la villa le dedicó realizada por el escultor Ángel Gil.
Como sucede con los lugares de especial interés estratégico, la villa contó con un recinto amurallado que fue ampliándose a lo largo de los siglos para dar cabida a los nuevos pobladores que se asentaban fuera de ella; el trazado urbano de Lerma nos desvela la existencia de 3 recintos. A finales del S.IX el rey Alfonso III ordenó amurallar la población, pero no fue hasta el s.XII, con el señorío de la familia Lara, cuando adquirió cierta entidad y robustez; se cree que tuvo al menos cuatro puertas de entrada, de las cuales se conserva el conocido Arco de la Cárcel, puerta principal de la antigua muralla medieval, que vio modificado su aspecto, sobre todo el exterior, por orden del Duque quien la reformo y convirtió en cárcel. Por dicha puerta accederemos a la villa, subiendo por la Calle Mayor y su empinada cuesta, hasta coronar en lo alto de la Plaza mayor.
>> Puerta – antigua cárcel de la villa <<
En el s.XIV la muralla fue derribada por orden de Alfonso XI como castigo a los Lara que se habían hecho fuertes en su interior, siendo reedificada en el s.XV por orden de Diego Gómez de Sandoval. Finalmente, a principios del siglo XVII fueron demolidas por el Duque para llevar a cabo su gran obra urbanística.
Domingo por la mañana:Ya desayunados y con todos los petates cargados en el maletero abandonaremos Lerma, bajando por la calle Subida de San Miguel, a dar la travesía Madrid – Irún. Al dejar atrás las villa ducal dirección Madrid, cogemos brevísimamente la A-1, para salirnos por el primer desvío, carretera BU-114 dirección Villafruela. Al recorrerla dejaremos a nuestra izquierda el insigne campo de Golf de Lerma. Lo podréis situar por el bosque en el que está integrado.
>> Campo de Golf de Lerma <<
Aunque en tierra de campos, seguimos recorriendo en la comarca de Arlanza. Pero al llegar al desvío con la BU-V-1141 giramos a la derecha dirección Iglesiarrubia, población eminentemente agrícola, con el cereal como producto más generalizado. Al pasarla nos quedará a la izquierda. Continuaremos camino para atravesar Paúles del agua y llegar a Tordómar. A la entrada de la localidad atravesaremos su puente romano de 22 ojos sobre el rio Arlanza. Construido por mandato del emperador Trajano, el puente pertenecía a la calzada que unía Clunia con Cantabria, Segovia y Astorga, como prueban los 2 miliarios -postes de señalización que usaban los romanos- colocados en el extremo meridional del mismo.
>> Puente romano de Tordómar <<
No llegamos a entrar en el núcleo del pueblo, lo bordeamos y quedará a nuestra derecha, en la cual asoma la iglesia de la Santa Cruz. A nuestra izquierda veremos el curioso techado de la pista de frontón, que llama la atención por su esbeltez, recordando la columnata que soportan el techo a un templo. Enlazamos con la carretera N-622, dirección Quintanilla del Puente, para llegar a los pocos km a la población de Villahoz. La villa fue fundada a finales del siglo IX, probablemente por repobladores de origen mozárabe. En el siglo XI formó parte de las defensas de la primitiva Castilla y como tal, podemos encontrar restos del recinto amurallado y arcos de las puertas de la Edad Media. Declarado bien de Interés cultural –Conjunto Histórico- en 1983, aparte de las grandes construcciones, destacan los numerosos elementos de arquitectura popular castellana conservados, con casas caracterizadas por presentar la planta baja de piedra y las superiores de ladrillo o adobe, en ocasiones con bellos entramados de madera. Es muy notorio el crecido número de bodegas, varios centenares, todas ellas agrupadas en un pequeño cerro que domina la villa, a nuestra derecha al entrar en el pueblo en el orden de marcha.
>> Villahoz – vista aérea <<
Atravesado Villahoz, tomamos la carretera BU-101, con dirección a Mahamud. Villa también de origen mozárabe y plaza fuerte, aún conserva 2 de sus puertas de acceso. En una de las puertas podemos encontrar una placa conmemorativa en recuerdo de la imposición del capelo al Cardenal Cisneros, en 1507. De hecho desde siempre se les ha llamado a los de Mahamud "gorretes", en derivación del "birrete" o gorro cardenalicio. La iglesia de San Miguel muestra un aspecto bastante extraño, como mezcla de diferentes proyectos, lo cual por otra parte le confiere mayor originalidad.
>> Mahamud – Iglesia de San Miguel <<
Continuando por la BU-101 llegamos a Santa María del Campo. Designada a principios del siglo XV cabeza de las Behetrías de Castilla. La RAE aún recoge la acepción medieval de “behetría”, como población cuyos vecinos –como dueños absolutos de ella- podían recibir por señor a quien quisiesen. Es por tanto uno de los primeros ejemplos del poder popular. Durante estos turbulentos años de gran poder nobiliario y tal vez fruto de ello fue construida una muralla que rodeaba todo el perímetro de la villa, de mampostería y tapial, con funciones más administrativas que militares; y de la cual aún se conservan los tres arcos o puertas de entrada. Llamar la atención sobre los escudos picados que se pueden ver en las puertas. Aunque existen otras hipótesis, está bastante extendida la creencia de que estos escudos fueron hechos tallar por el Duque de Lerma a comienzos del siglo XVII, cuando se hizo con el dominio de la villa, como una muestra más de su poder omnímodo. Cuentas las crónicas que el Duque fue silbado en su entrada a la localidad y que los escudos fueron picados con saña cuando el de Lerma cayó en desgracia (tanto apreciaban su independencia los vecinos).
>> Santa María del Campo – Vista aérea <<
En el siglo XVI la villa alcanza su mayor esplendor, siendo incluso corte temporal en el reinado de Doña Juana. Fue testigo durante un mes del delirante viaje de la reina con el cadáver de su esposo, en 1507. La reina se alojó en la conocida como Casa del Cordón, que recuerda lejanamente a su homónima de la capital. Destacar también la iglesia colegiata de la Asunción, construida entre los siglos XIII y XVIII, que es una de las más ricas y de mayores dimensiones de la provincia, con su torre renacentista así como una importante colección de obras de arte.
No llegamos a entrar en el núcleo urbano de la población, pues al llegar al cruce nos desviamos a la derecha, continuando por la BU-101, con dirección a Pampliega, por tierra de campos y aún en la comarca de Arlanza con algunos pequeños altozanos, principalmente a nuestra izquierda.
Pampliega, pueblo que muestra tres características paisajísticas principales: un tamaño relativamente grande, su apelotonamiento en la falda del cerro, y el protagonismo visual de la torre de la iglesia. Su tamaño demuestra la importancia histórica de este emplazamiento, que parecen remontarse hasta el siglo II a. C., cuando aparece en las tablas de Ptolomeo con el nombre de Ambisna, uno de los cruces de caminos importantes de la época. Posteriormente mantuvo el nombre de Pamplica. El noble godo Chindasvinto se hizo proclamar rey por los visigodos en esta localidad, en el 642.
El rey godo Wamba es una figura de notable importancia simbólica en la localidad. La llamada “cruz de Wamba” –un sencillo crucero- marca el lugar que esconce una historia, que cuenta según la tradición, que hacia el año 680 el rey visigodo Wamba fue narcotizado y tonsurado obligándole con ello a renunciar a la corona y a llevar una vida monacal. Aceptando su nueva situación, decide retirarse al monasterio de monjes negros de San Vicente, en Pampliega, en donde sería enterrado. Su cuerpo se conservó ahí sepultado hasta que Alfonso X de Castilla lo mandó trasladar a Toledo a la iglesia de Santa Leocadia, junto al Alcázar de Toledo.
>> Pampliega – Cruz de Wamba <<
En 2014 el Ayuntamiento de Pampliega solicitó la devolución de los restos del rey Wamba al cabildo catedralicio de la catedral toledana, templo donde se encuentran en la actualidad. Fueron trasladados junto con los restos de su padre Recesvinto allí en 1845 tras ser profanados por tropas francesas durante la Guerra de Independencia, por orden de Isabel II.
A la salida de Pampliega atravesamos el río Arlanzón, por su puente de origen medieval - siglo XVI- reconstruido al gótico posteriormente y con 6 vanos, en el cual probablemente nos toque esperar a pasar, dado el semáforo que controla el tráfico. Llegados al enlace con la N-620, tomaremos el desvío a la derecha, dirección Burgos. Al poco de haber atravesado Villanueva de las Carretas, seguiremos recto por la BU-P-4041, encontrándonos ya en la comarca del “Odra-Pisuerga”. Por ella continuaremos para atravesar Villaldemiro, Tamarrón e Iglesias. Encontraremos a los márgenes de la carretera gallardos chopos, proyectando su sombra intermitentemente a nuestro paso.
Al llegar a la altura de un royo jurisdiccional, tomaremos el desvío a la izquierda, para recorrer un tramo del Camino de Santiago en su trazado francés. Atravesaremos Castellanos de Castro y pasaremos al lado de Hontanas, a nuestra izquierda, villa de numerosas fuentes – de ahí la etimología de su nombre, “fontanas”- pueblo con encanto, paisaje romántico, cuyo núcleo urbano fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico en 1999. La calle Real de Hontanas es parte de la ruta medieval jacobea.
A los pocos km de pasar Hontanas llegamos a las evocadoras ruinas del antiguo Monasterio de San Antón, umbral de honor, que anticipa a Castrojeriz, del que tan solo nos separan 3 kilómetros. En él haremos una parada de ¾ de hora para admirar, mientras paseamos, con detenimiento, entre los restos góticos, tratando de imaginar cómo debió de ser este lugar.
>> Monasterio de San Antón <<
La imagen de la carretera pasando bajo los arcos del atrio de la iglesia es una de las más peculiares de todo el camino de Santiago. Cabe decir que este hecho no es fruto de la casualidad. Cuando se construyó el templo se diseñó este atrio para que los peregrinos pudiesen descansar a cubierto durante un rato, a la vez que los hospitaleros les ofrecían viandas.
La poco conocida orden de los antonianos edificó este templo en el siglo XIV, sustituto de otro anterior. Su emblema era una gran T roja (Tau), que aparece con frecuencia en el entorno del monasterio. La Tau fue usada por el fundador de la orden en memoria de la liberación de los primogénitos de los hebreos, los cuales tenían sus puertas marcadas con este símbolo. Esta Tau libraba de pestilencias a todo el que la llevaba. Curaban a los enfermos imponiéndoles un escapulario con esta cruz.
>> Monasterio de San Antón - Rosetón <<
Los antonianos adquirieron cierta fama como sanadores del llamado “fuego de san Antón”, que era una especie de lepra que sólo se podía curar haciendo el Camino de Santiago. En realidad era provocada por un hongo residente en el centeno con el que se hacía el pan en Europa, y la cual curaba al comer durante un tiempo el pan de trigo de la península.
Cuando llega el momento de continuar la ruta, no somos los mismos: la fascinación se ha apoderado de nosotros. Es maravilloso saber que aún quedan rincones en el mundo con tanta magia como este.
De nuevo en los roadsters, avanzamos hasta Castrojeriz, donde haremos la parada técnica a eso de las 11:30, de 1h de duración, en el ‘Bar-Hostal El Manzano’. Como la localidad tiene una estructura urbana un tanto peculiar, tocará aparcar repartidos por diferentes puntos cercanos, para evitar generar cualquier aglomeración que impida la libre circulación de los vecinos.
>> Castrojeriz – Zonas para aparcar <<
Si hay un pueblo en Burgos asociado de manera evidente al camino de Santiago ese es sin duda Castrojeriz. Llegó a contar hasta con 7 hospitales de peregrinos y su entramado urbano está organizado al calor de la calle Real -camino de más de dos kilómetros- que forma un amplio arco por las faldas del cerro del castillo. En época medieval, siglos XII al XVI, la villa alcanza su mayor esplendor, y va tomando su configuración actual al pie del castillo.
>> Castrojeriz <<
Lo primero que veremos, a lo lejos en el lado oriental del pueblo, es el imponente edificio de la ex-colegiata de Santa María del Manzano. La primitiva iglesia fue reedificada en la segunda mitad del siglo X, bajo el mandato del conde García Fernández y se convirtió en colegiata a partir del año 1173. La construcción del templo que ha llegado a nuestros días se inició en 1214 bajo la protección de doña Berenguela la Grande, reina de Castilla y madre del rey Fernando III el Santo.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano <<
Su fábrica principal es de un estilo de transición entre el románico y el gótico, y tiene tres naves. En el siglo XV fueron reformadas las bóvedas y en el XVIII se elevó la torre, se edificó la capilla de la Virgen del Manzano y se añadieron, entre otros elementos, la sacristía y el coro. En el interior, iluminado por un impactante rosetón gótico con vidrieras alemanas del siglo XV, se conserva un rico patrimonio artístico de diversas épocas. Se localizan también algunos sepulcros como los de los condes de Castro, patronos de la colegiata, y el de la reina Leonor de Aragón.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano - rosetón <<
Pero sin duda la joya del templo es la imagen en piedra policromada, siglo XIII, de Nuestra Señora del Manzano. Dicen que al saltar Santiago de su caballo, desde el castillo de Castrojeriz, dio sobre un manzano. El tronco estaba hueco y en su interior encontró la imagen de la Virgen que se venera en la Colegiata. El rey Alfonso X el Sabio, deslumbrado por su belleza, le dedicó cinco de sus famosas cantigas escritas en gallego. De hecho, aprovecha las mismas para narrar alguno de los milagros atribuidos a la Virgen, como aquel en el que, estando la iglesia llena de gente y a medio construir, súbitamente cayeron unas vigas del techo sin que resultara herida ninguna persona.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano - Nuestra Señora del Manzano <<
Dominando el panorama se levantan las ruinas del castillo de los Condes de Castro. En el cerro se situó originalmente el asentamiento de “Castrum Sigerici”, inicialmente celtibérico y posteriormente romanizado. Desde este cerro se podría vigilar las depresiones circundantes, en la época de la guerra contra los cántabros. Precisamente su favorable situación defensiva la llevó varias veces a ser atacada. Las intervenciones arqueológicas han descubierto rastros de basamentos romanos sobre los que se edificó el castillo. La edificación original empezó en el siglo IX; y fue reforzada y ampliada entre los siglos XI y XII.
>> Castillo de los Condes de Castro <<
Entre los siglos XIII y XIV se levanta la torre del homenaje y en el siglo XV se edifica un cubo de base circular preparado para resistir la artillería. En el s. XVIII las murallas y el castillo estaban ya muy deteriorados. Un informe enviado al conde de Castrojeriz en 1792 decía “También he observado, que en lo poco de los lienzos que han quedado de las Murallas y los Cubos, faltan bastantes piedras que de sus ruinas han llevado subrepticiamente los vecinos para sus obras.” De lo que podemos ver actualmente destaca la mole desfigurada de la torre del homenaje, que constó de cuatro plantas. Aún quedan restos de arcos ojivales y de las escaleras por donde es posible pasar de un piso a otro.
En la calle Real, junto a la oficina de turismo, encontramos la iglesia de Santo Domingo. Esta edificación es de estilo gótico y aunque sus bóvedas son del siglo XVIII, se hicieron con unos patrones anteriores a esta época. Primitivamente tenía un alfarje mudéjar que recubría sus techos el cual fue sustituido por la actual bóveda de piedra. Arquitectónicamente destaca en este templo la portada, de estilo gótico plateresco español de la segunda mitad del siglo XVI, así como la torre del campanario de la fachada occidental con puerta adintelada. Actualmente la iglesia alberga en su interior el "Centro de Interpretación del Camino de Santiago IACOBEUS", museo didáctico perteneciente al proyecto turístico 4 Villas de Amaya.
>> Iglesia de Santo Domingo <<
En el extremo occidental de la calle Real se sitúa la iglesia de San Juan, caracterizada en su exterior por la torre culminada en chapiteles a modo de edificación defensiva. En su interior se manifiesta su estilo gótico avanzado, contando con tres naves y tres ábsides, pilares redondos y bóvedas nervadas. A los pies hay una torre, del s. XVI, con un claustro románico, tosco, hermoseado por una cubierta mudéjar, de artesón y tirantes, toda pintada con adornos y escudos de castillos, leones y bandas. Se trataría de una construcción de principios del s. XIII, a la que pertenecen la torre y el claustro, que fue reconstruida en el s. XVI, conservando la torre y techando de nuevo el claustro.
>> Iglesia de San Juan <<
>> Iglesia de San Juan - claustro <<
De vuelta a los roadys, rodando por la carretera BU-400, dirección a Melgar de Fernamental, llegamos a la rotonda a la salida de Castrojeriz. Pero antes de girar a derecha, por el desvío a la BU-404 dirección Villasilos y abandonar el trazado del Camino de Santiago, podremos observar de frente, a lo lejos, como el Camino va subiendo por la ‘cuesta del alto de Mostelares’, un desnivel de unos 120 metros y 2 km de longitud que se hace muy cuesta arriba. Es también conocida con la ‘cuesta de la muerte’ por los peregrinos, dado el sobreesfuerzo que entrañan sus rampas, con una pendiente media del 12%.
Por la BU-404 vamos parejos al cauce del río Odra, afluente del Pisuerga, que pasa al igual que nosotros por Villasilos y Villasandino. Al pasar Villasandino, que dejamos a nuestra izquierda, enlazamos brevemente por la N-120, con la BU-6410 dirección a Sasamón. La villa milenaria por antonomasia, Sasamón, la antigua "Segisama" de los romanos, que ya fuera con anterioridad la capital del poco conocido pueblo prerromano de los turmogos o turmódigos, que se extendió por el centro de la actual provincia de Burgos. De hecho, este dato hubiese sido probablemente desconocido sino hubiese sido conquistada por los romanos allá por el siglo II a.C. Años más tarde el Imperio estableció en este lugar una importante base de operaciones en su despliegue por la península, aprovechando su ubicación estratégica en la vía que comunicaba Zaragoza con Astorga, dedicándola además a cuartel general de las expediciones contra los cercanos pueblos cántabros establecidos en Peña Amaya.
Durante estas campañas el lugar llegó a acoger unos 10.000 soldados, dirigidos en algunos momentos por el propio emperador Octavio Augusto. La intensa actividad militar supuso la ampliación de la ciudad, que llegó a poseer cuatro veces más superficie que el actual pueblo. Su eje principal superaba los dos kilómetros de longitud, contaba con una tupida red de cloacas y alcantarillas, de las que se han descubierto varios tramos, y su noble y amurallado centro urbano (foros, templos, fuentes, baños y palacios) estaría situado en el entrono de la actual iglesia de Santa María. Columnas, capiteles, mosaicos, esculturas – en especial el famoso falo de bronce de Sasamón – inscripciones, estelas, cerámicas, armas, monedas y joyas componen el cuerpo principal de los hallazgos. Asimismo se han encontrado los restos de un teatro y del acueducto, con cerca de cinco kilómetros de trazado, que abastecía la ciudad. A primeros de septiembre se celebra una recreación histórica del antiguo Imperio Romano.
>> Recreación histórica ‘Segisama julia’ – Sasamón <<
Aunque la época posterior al imperio romano tiende a ser muy oscura en cuanto a documentos históricos, es probable que el lugar mantuviese cierta relevancia. Ya en el siglo XI el rey Sancho II el Fuerte convierte a la villa en una sede episcopal que tuvo su primer obispo hacia el año 1071. No muchos años después, en 1128, el rey Alfonso VII el emperador donó al Cabildo de la localidad los tributos de la misma para construir una iglesia, por lo que se llamó 'Santa Mª la Real’, de ella aún quedan vestigios escultórico en el claustro y en dos portadas, la occidental y otra tapiada visible desde el claustro.
>> Iglesia de Santa María la Real – en el horizonte <<
Como reminiscencia de esta importancia eclesiástica los ‘segisamonenses’ pudieron levantar en el siglo XIII una gran iglesia gótica dedicada a Santa María la Real, y que es símbolo de identidad de la villa y sin duda una de las más importantes de toda la provincia. La monumentalidad de la iglesia es notable tanto desde la lejanía como cuando estamos a los pies de la misma. Se trata de un edificio de gran volumen (el tercero de la provincia) que dispone de un gran atrio circundante al que se accede por un arco -presidido por una Virgen gótica- y ese aire catedralicio que desprende, no en vano, Sasamón fue villa realenga y sede episcopal.
>> Iglesia de Santa María la Real – en la plaza <<
Enseguida nos topamos con el elemento más característico del templo: la fachada meridional en la que se descubre la portada que daba acceso al crucero. Es una réplica a la fachada del Sarmental de la Catedral de Burgos (hay quien dice que aquella es copia de esta), y en ella se puede contemplar un magnífico Cristo Majestad rodeado por el Tetramorfos y un elegante conjunto de músicos decorando las arquivoltas. Una obra maestra.
>> Iglesia de Santa María la Real – Fachada meridional <<
En el interior, encontramos que la nave central ha sido convertida en museo parroquial y que las bóvedas son modernas. Hay que tener en cuenta que el alzado y la planta del templo sufrieron muchas alteraciones debido a los deterioros producidos durante la guerra de la Independencia. Su interior fue cuartel, polvorín, fundición, burdel y paredón de ejecución de las tropas francesas.
>> Iglesia de Santa María la Real – imagen de archivo fotográfico del Instituto Diego Porcelos<<
El saqueo del invasor y la posterior rapiña de los guerrilleros nacionales provocaron incluso el derrumbe de la nave central desde el crucero hasta los pies y la desaparición de la bóveda del claustro. Afortunadamente los esfuerzos de los vecinos durante las últimas décadas han conseguido devolverle buena parte de su esplendor, sobre todo el impactante claustro gótico del XV, considerado obra maestra de Juan de Colonia, en sustitución de uno anterior románico.
>> Iglesia de Santa María la Real – Claustro <<
Otros aspectos destacables es su entramado urbano, plagado de recias casonas de piedra del tipo castellano. Entre las mismas distinguir la casa de los Osorio-Villegas, también conocida como Casa de Santa Teresa, pues en la misma se hospedó la Santa en sus últimos años de vida.
>> Casa de los Osorio-Villegas – Sasamón <<
En el perímetro del centro urbano nos encontramos con un lienzo de la muralla del siglo XV, incluyendo una de las entradas a la antigua urbe, la cual veremos al travesar la localidad.
>> Muralla – Sasamón <<
A la salida de Sasamón, dirección Villadiego, encontramos la humilde ermita de San Isidro, la cual sin embargo alberga en su interior una auténtica joya: el crucero pétreo más valioso de toda la provincia y uno de los más interesantes de Europa, que más parece una obra de orfebrería que una talla. Los cruceros situados en los cruces de caminos o a la entrada de las localidades evolucionaron con frecuencia hacia estructuras con columnas y cubierta, llamados humilladeros, la mayoría de las cuales han desaparecido. Un paso evolutivo posterior, muy poco habitual, es su conversión en ermitas, como el caso que nos ocupa.
>> Ermita de San Isidro – Sasamón <<
La cruz de humilladero del siglo XV se compone de un fuste que semeja un tronco al cual se enrosca una serpiente. Aparecen asimismo, las figuras de Adán y Eva comiendo del fruto alentados por el demonio-mujer. Otras escenas muestran la muerte de Abel a manos de Caín, Santa Marina, Santa Catalina y una cruz con el nido de pelícano alimentando a sus crías, símbolo de la eucaristía. Culminando la obra aparece en el anverso la imagen de Cristo y reverso la Virgen rodeada de ángeles.
>> Crucero - ermita de San Isidro <<
Muy cerca de la ermita de San Isidro se encuentra una pequeña estructura de piedra que puede pasar muy fácilmente desapercibida. Se trata de una ‘cambija’, un peculiar y secular sistema para la potabilización de aguas mediante aireación, del que quedan muy pocos ejemplos. Afortunadamente ha sido adecentada recientemente.
>> Cambija – Sasamón <<
Pero no podemos irnos sin hacer una breve mención a sus afamados Quesos de Sasamón, que desde este pequeño lugar distribuyen en cada vez más rincones de la geografía. Quesos de sabores intensos, destacando los elaborados con leche cruda de oveja, ordeñada en los meses de mayo y junio, que se deja curar durante un año en un proceso totalmente natural al estilo de los tiempos romanos –queso al trigo en vasijas de barro- con una corteza dura, lisa y de color beige. De textura dura y agrietada, que trisca al corte.
>> Queso – Sasamón <<
Salimos pues de Sasamón, por la carretera BU-640 dirección Villegas, paralelos al cauce del Río Brullés. Al atravesar Villegas, veremos el desvío a Villamorón, una de las localidades de Burgos, desafortunadamente destacable en este caso por constar de un brevísimo censo – 1 habitante-. Atravesado Villegas continuamos por la carretera a Villadiego, al cual llegamos tras tomar el desvío a la izquierda por la carretera BU-627.
Villadiego, cabecera de la zona noroccidental y municipio con la mayor extensión de la provincia, fue fundada, según la tradición, por el conde Diego Rodríguez Porcelos (de ahí el nombre) en el año 860. Casi desde su origen se convirtió en un estratégico núcleo comercial y político.
>> Villadiego – Vista aérea <<
La villa ha sabido conservar algo mejor que otras localidades de tamaño medio la herencia del núcleo urbano de origen medieval. El elemento fundamental es el Arco de la Cárcel, la única puerta de la antigua muralla que se conserva. Por la parte interior del arco de la cárcel se conservan una serie de edificios (con entramado de ladrillo en su planta superior) de los siglos XV al XVII. Estas casas albergan junto con el arco un cuidado e interesante museo multidisciplinar, siendo el etnográfico el ámbito más representado.
>> Arco de la Cárcel - Villadiego <<
La calle que nace en el Arco de la Cárcel es el eje fundamental de la villa. Es unos pasos nos lleva a la amplia e irregular Plaza Mayor, presidida por la estatua del paisano más notable de la localidad, el historiador y monje agustino Enrique Flórez. Su obra más famosa fue la monumental "España Sagrada". Rodeada por edificios de antigüedad y estética diversa, lo más especial de la Plaza son sus galerías porticadas –con galerías dobles-, que a veces incluso armonizan columnas de madera y de piedra. En uno de los laterales, se encuentra una antigua y original plancha pétrea grabada, que con un simpático texto en verso vela por la prudencia del conductor.
>> Plaza mayor - Villadiego <<
Precisamente en la Plaza mayor se inicia la “Quemá del Judas”, fiesta de notable originalidad que se recuperó en 2002, celebrada el sábado Santo, con la colaboración y participación de las Asociaciones, Peñas y Vecinos del Pueblo.
Es una festividad de interpretación algo compleja y de orígenes inciertos – aunque se vislumbra en los ritos precristianos del ciclo de primavera-, mezclando, como suele ser habitual en estos casos, elementos muy dispares. La trama principal parece estar relacionada con un alarde o desfile militar, tal vez en recuerdo de alguna batalla, combinado con ritos carnavalescos en los que la condena y quema del Judas equivaldrían a la purificación de los pecados de la comunidad.
>> Quemá del Judas – Villadiego <<
Esta fiesta parece tener al menos tres siglos de antigüedad y se celebraba, con elementos muy similares a esta fiesta de Villadiego, en varias localidades de la provincia (incluida la capital). En algunos casos se limitaba a la "quema" propiamente dicha, como aún ocurre en Trespaderne. Entre finales del siglo XIX y principios del XX fue desapareciendo en parte por los gastos que ocasionaba y en parte por imposición de las autoridades eclesiásticas.
De este pueblo surge el dicho “Tomar las de Villadiego” que significa fundamentalmente ‘huir’. Existen varias explicaciones al origen de esta expresión. Una de ellas es que podría estar relacionado con los privilegios otorgados por Fernando III el Santo a los judíos de Villadiego. En la encomienda se prohíbe detener a los judíos y se establecen penas para quienes les hicieran daño. Villadiego se consideró una ciudad refugio en tiempos de persecución. La protección del rey se señalaba mediante unas calzas amarillas que debían llevar puestas en todo momento. Curiosamente este dicho también existe en el portugués, donde se dice "Dar às de Vila-Diogo".
Equidistantes a la plaza mayor se encuentran alzan las dos iglesias de Villadiego. La de San Lorenzo Mártir –al oeste- tiene una característica torre gótica y una portada del último románico. Alberga en su interior un museo de arte sacro.
>> Iglesia de San Lorenzo Mártir – Villadiego <<
Por su parte la iglesia de Santa María –al este- fue levantada en el siglo XVI. Su elemento más característico es una trabajada aunque algo perjudicada portada gótica.
>> Iglesia de de Santa María – Villadiego <<
Entre el resto de los edificios de Villadiego puede destacarse el llamado palacio de los Velasco. Originario del siglo XVI, en edificio nació don Bernardo de Velasco y Huidobro, último gobernador español de Paraguay. Luce en su fachada el característico escudo de la familia.
>> Palacio de los Velasco – Villadiego <<
Cerca de este palacio y junto al arco de la Cárcel, pasa casi desapercibido el convento de San Miguel de los Ángeles. La superficie ocupada por este monasterio vino a sustituir a la importante judería que tuvo Villadiego en tiempos medievales. Pasamos frente a él, al salir de Villadiego, en el desvío a la carretera CL-633 dirección Colulina.
Al unos kms de Villadiego, atravesamos Arenillas de Villadiego, una de la multitud de poblaciones incluidas en término municipal de Villadiego. Arenillas cuenta con su iglesia del S. XII-XIII, consagrada a San Martín de Tours, en el que destaca su ábside románico, de planta semicircular, con cuatro lienzos rematados con canecillos y separados por columnas adosadas al muro y rematadas con capiteles.
>> Iglesia de San Martín de Tours – Arenillas <<
Al poco pasamos al lado de Villaute –el pueblo queda a nuestra derecha- citado ya en 1240 como ‘Villa de Ute’, podemos encontrar dos construcciones de interés. Por una parte tenemos ‘la torre de los Varona’, datada en el siglo XV, que se conserva en un estado notable. Aunque rompe un tanto con la estética, con la instalación moderna de un tejado y un mirador en la parte alta, para un mejor aprovechamiento de la construcción, le da un aire peculiar al conjunto. La presencia de ventanas a distintas alturas delata la ubicación de las distintas plantas. La entrada original estaba dispuesta en la primera planta, a la que se accedía por una escalera ya desaparecida. También es remarcable la fábrica de las ménsulas de la parte superior. Tiene adosada una casa de labranza que, aunque altera el aspecto original de la construcción, no desentona en el conjunto.
>> Torre de los Varona – Villaute <<
Pero aún más interesante, aunque no tan llamativo en la lejanía, es la iglesia de San Martín, de estilo románico, y muy original por la existencia de un doble ábside, y cuyo interior también se configura mediante dos naves. De los dos, el más valioso en cuanto a decoración es el norte, datado a finales del XII, mientras que el otro fue muy probablemente anexado unas décadas más tarde, junto con la nave correspondiente, para la ampliación del edificio. En esta ampliación se observa una mayor simpleza en las formas. La decoración, tanto de la ventana como de los canecillos del ábside norte, es de cierta calidad, destacando una arqivolta en zig-zag y la repetición del motivo de la sirena de dos colas. También las columnas adosadas dan una mayor sensación de esbeltez y elegancia. La portada presenta aún algunos capiteles interesantes, si bien la forma general está muy desfigurada tras una modificación muy posterior al periodo románico.
>> Iglesia de San Martín – Villaute <<
Un poquito más adelante vemos el acceso a Melgosa de Villadiego, a la derecha, que es otro de los pueblos integrados en el municipio de Villadiego. Continuamos por la carretera CL-633, por tierras que los ríos han erosionado modelándolas y eliminando parte de sus arcillas, gravas y arenas, (materiales de relleno del terciario) provocando un paisaje suave con escasas ondulaciones, prácticamente llano y dedicado casi en su totalidad, salvo honorables casos de girasol o lino, al monocultivo de cereales de secano (trigo y cebada). Es muy escasa la vegetación arbórea salvo en las orillas de los ríos (álamos, sauces, chopos), sirviendo estas riberas fluviales de corredor faunístico y de hábitat de numerosas especies y rompiendo la monotonía del paisaje que la concentración parcelaria acentuó.
Unos kms más allá encontramos la localidad de Brullés, del mismo nombre que el río que vamos remontando desde Villasandino. A su entrada –a mano derecha- la Iglesia de San Martín Obispo, rehecha de otra iglesia, que estaba situada al norte del pueblo, en una cuesta. Barroca, de los siglos XVII-XVIII. De pequeñas dimensiones. Tiene una sola nave, muy sencilla, con cubiertas de yeso.
Pasado Brullés enfilamos a Coculina. Coalín o Covacolina (Cueva en la colina), son algunos de los nombres que tuvo la actual localidad. La Iglesia románica de San Millán Abad es hoy en día el gran patrimonio histórico de Coculina. Conserva elementos románicos como la portada sur, la pila bautismal y los canes en el exterior. Elementos góticos como la portada oeste y la espadaña. Rasgos mudéjares, como parte del coro, y barrocos, como son gran parte de los retablos.
>> Iglesia de San Millán Abad – Coculina <<
Ya en el entorno de Coculina vamos intuyendo la cercanía a la comarca de ‘Sedano y las Loras’, y una vez subimos al páramo vamos recorriendo a lo largo de la faldas del altiplano de La Mesa –a nuestra izquierda-. Como paramo ventoso que es, observaremos abundante cantidad de aerogeneradores en la zona, y pasaremos al lado de la sub-estación eléctrica ‘La Lora’ que regula la distribución de la energía generada. Al bajar al valle, pasaremos brevemente por esta comarca, atravesando por la localidad de La Nuez de Arriba, cuyo antiguo nombre era LA nuez de Úrbel, por el río que riega las tierras de la localidad.
>> La Nuez de Arriba <<
Pasado La Nuez, llegamos al enlace con la N-627, en el cual tomamos el desvío a la derecha, dirección Burgos. Vamos paralelos al cauce del Rio Úrbel, en el límite noreste de la cuenca del Duero, en la vertiente atlántica. Río estrecho y cerrado, de poco caudal, forma numerosos meandros, y en los períodos de deshielo invade las praderas. A los pocos kms de pasar Montorio, el río hace un brusco giro a un desfiladero. Abandonamos la N-627, por el desvío a la derecha dirección Huérmeces, y entramos en la carretera BU-622 que recorre pegadita el sinuoso cauce del Úrbel por la garganta rocosa y con arboleda abundante.
Así llegamos a Huérmeces, pequeño pueblo situado al borde del río Úrbel y en el antiguo camino, hoy vía secundaria, a Aguilar. Por su ubicación al comienzo de un pequeño desfiladero se cree que pudo ser una de las primitivas atalayas de repoblación altomedieval. Según algunas teorías pudo existir un castillo de esta época en el actual emplazamiento de la ermita de Cuesta Castillo, de nombre más que evidente. Tal vez por ello el lugar siempre ha tenido un cierto rango, y ya durante los siglos XVI y XVII seguía siendo hogar de varias familias nobles, algunas constituidas por indianos que regresaban con su fortuna. De esta época data parte del compacto grupo de casas, construido con la excelente y recia piedra caliza del páramo.
>> Huérmeces <<
En las afueras encontramos primeramente el palacio renacentista de los Arriaga-Salamanca –o de los Alonso de Maluenda-, acondicionado actualmente para uso turístico. Lo más llamativo del mismo es la balconada orientada al oeste (aunque para nuestra sorpresa averiguamos que fue creada en pleno siglo XX) y los medallones que flanquean su portada. En este lugar se ha desarrollado un proyecto mixto que implica la ocupación de parte del espacio por parte de la empresa dedicada a la rehabilitación de bienes artísticos y la utilización del resto para la celebración de eventos.
>> Palacio de los Arriaga-Salamanca - Huérmeces <<
El edificio más interesante se encuentra a la salida del pueblo en dirección a Santibáñez, situado en las afuera de la localidad. Se trata del palacio de los Fernández Zorilla, del siglo XVII. Nos cuenta el libro "Burgos, mansiones señoriales" que el lema de la familia era “velar se debe la vida de tal suerte, que viva quede después de la muerte”, un lema que da que pensar, sin duda. Llama la atención el excelente escudo familiar perfectamente conservado. El cuerpo principal guarda una estudiada simetría, aunque tiene anexas varias dependencias (entre ellas una capilla) y una gran huerta. Según algunas fuentes, en los siglos XVIII y XIX sirvió de colegio. Hoy en día el edificio se encuentra completamente restaurado y acondicionado.
>> Palacio de los Fernández Zorrilla - Huérmeces <<
Y aún queda un edificio histórico adicional, los restos de la torre de los Padilla, conocida en el pueblo como “El Torreón”. De la misma quedan dos lienzos casi enteros, pudiendo rebuscarse el arranque de los otros dos. Aparece citada en documentos de principios del siglo XVI. En 1774 se la menciona como posesión del Duque de Abrantes, indicando que por dentro está toda “desbaratada”. A día de hoy apenas se pueden ver algunas ventanas y aspilleras, aunque es evidente el uso de buen sillar en vanos y esquinas. Los estudiosos han detectado los restos de un cuerpo adosado. Buena parte de su ruina proviene de su derribo parcial en los años cuarenta del pasado siglo, por parte de su propietario, para vender la piedra para su uso en construcción.
>> Torre de los Padilla (años 30) - Huérmeces <<
>> Torre de los Padilla (actualidad) - Huérmeces <<
Continuando hacia el sur, dirección a burgos, a escasos 5 Km tenemos la localidad de Santibáñez-Zarzaguda, ya en la comarca del Alfoz de Burgos. Llama la atención sin duda por su gran templo, con aspecto casi catedralicio. Construida fundamentalmente a lo largo de los siglos XV y XVI destaca al exterior sobre todo por su gran torre, culminada ya en el siglo XVI. La Iglesia San Nicolás de Bari es de estilo gótico, constando de tres naves, con elementos decorativos románicos en la torre de estilo herreriano.
No obstante para el visitante medianamente avispado o avisado, resultará notable el apostolado románico que aparece empotrado en su fachada principal, a considerable altura. En realidad no es un apostolado completo, puesto que al interesante ‘Maiestas Domini’ con su ‘tetramorfos’ le acompañan únicamente ocho apóstoles. Insertados en la muralla protectora del atrio de la iglesia, a nuestra altura, encontramos dos figuras más. En realidad son dos réplicas que sustituyeron a las originales; hoy en el interior de la iglesia junto a las dos figuras que faltarían para la docena.
>> Iglesia San Nicolás - Santibáñez-Zarzaguda <<
Ya fuera de la iglesia, dedicamos unos minutos a ver sendos molinos de propiedad municipal recuperados recientemente, el de Villaniego y el de Somovilla. En este segundo accedemos a su interior, en el que se ha reproducido la maquinaria.
>> Molino de Villaniego - Santibáñez-Zarzaguda <<
Unos pocos al poco de atravesar Santibáñez-Zarzaguda, llegamos a la población menor del municipio, Miñón de Santibáñez. Minúsculo pueblecito en el valle de Santibáñez, en el que se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro, que se encuentra al lado izquierdo a las afueras de la localidad. Llaman la atención los restos procedentes del periodo románico; que se concentran en los canecillos del ábside y, sobre todo, en la portada.
>> Iglesia de San Pedro - Miñón de Santibáñez <<
Tiene aspecto algo extraño, no sólo por un “embutido” parcial en un contrafuerte posterior, sino por su configuración de arco parcialmente apuntado que fuerza un tanto la composición general. Data de finales del siglo XII o principios del XIII, y está sin duda entre las más interesantes del románico burgalés. La primera arquivolta es quizá la más llamativa. Está compuesta de doce medallones que representan supuestamente los doce signos del zodiaco. No obstante, no se puede establecer una relación unívoca entre todas las figuras y los símbolos astrológicos. Tal vez estén inspirados en miniaturas de códices. No tan llamativa, en principio, es la tercera arquivolta; pero si nos fijamos un poco descubriremos su delicada talla, en donde abundan los personajes tocando instrumentos, así como otros de interpretación más confusa. Nota común es la macrocefalia (“cabezón”) que muestran todas las figuras. A la composición se suman otras dos arquivoltas más sencillas, con motivos geométricos.
>> Iglesia de San Pedro - portada <<
Llegando a Mansilla vemos el cerro eminente cerro del Castillo que queda al oeste del pueblo –nuestra derecha en el orden de marcha-. Su nombre proviene quizás de una antigua “mansio” romana. Tuvo su importancia histórica al ser cabeza de uno de los alfoces burgaleses de la época de la repoblación (siglos IX-XI). El castillo desde el que se controlaba el Alfoz se ubicaba, más que previsiblemente, en un llamativo cerro situado al oeste del pueblo. No en vano la loma recibe el nombre de El Castillo y en la misma se han localizado algunos restos que podrían estar asociados al mismo. Al atravesar Mansilla tomaremos el desvío a la izquierda por la carretera BU-V-6011, con dirección a Quintanaortuño, por la que atravesamos la diminuta localidad de Las Rebolledas, la no tan pequeña localidad de Celadilla-Sotobrín, para llegar a Qintanaortuño –pueblo natal de San Juan de Ortega Al atravesar Quintanaortuño y llegar al enlace con la carretera N-623, tomamos el desvío a la derecha, dirección a Burgos.
Sotopalacios es nuestro destino final de ruta y de conce. En tiempos pretéritos fue el pueblo más importante del valle del río Ubierna, con dos barrios, estación de ferrocarril e incluso cárcel. En la localidad se encuentra el castillo nobiliario construido por los Manrique, y fortaleza solariega de los Adelantados de Castilla, que perteneció sucesivamente a los Padilla, a los Duques de Lerma, a los Duques de Segorbe y Cardona, a los Duques de Medinaceli y a los Duques de Feria, hasta que en la segunda mitad del siglo XX propició su abandono, ruina y enajenación por el linaje que lo había poseído durante más de 400 años. Entre las causas de su destrucción hay que contar el haber sido cantera fácil para algunos vecinos de Burgos y el haber servido de depósito de municiones en la última guerra civil.
Hoy está restaurándola su dueño César San José. Es uno de los más grandes y mejor conservados castillos de la provincia de Burgos, gracias a la labor de restauración que durante muchos años está llevando a cabo su propietario. El aspecto del edificio más que militar es claramente palaciego, como puede deducirse de sus proporciones elegantes, construcción en zona llana y el hecho de constatar que corrientemente estuvo habitado por los Padilla. En su interior hay un patio alrededor del cual se disponen distintas salas palaciegas. También pudo tener cierta función disuasoria, especialmente frente a los campesinos, como lo indica el que las dos torres más hoscas den cara al pueblo. Popularmente se conoce como Castillo del Cid.
>> Castillo de los Adelantados - Sotopalacios <<
Tras la comida se dará por finalizada la C Concentración RSC - Castilla y León (23-24 Abril 2020) "Con C de Cid"