Parece que era ayer cuando una tarde de verano de hace cinco años me saque una espina que tenía en mi debe. Ya había tenido años atrás un BMW Z3 1.9 y siempre, desde el primer día, había echado en falta un roadster en mi garaje. Esta vez me había hecho con el hermano mayor, un 2.8 de un color singular que a primera vista no me decía nada pero con el tiempo cambie de opinión.
Durante el último lustro hemos sido buenos compañeros de viaje, siempre fiel, servicial y sin quejarse de nada y de nadie. Hemos visto parajes, paisajes y ruta increíbles por tierras españolas y europeas hasta superar los 50.000 km. Mi grado de satisfacción y mi respeto a mi Pitufo será eterno (llamo a todos mis coches por su nombre propio, porque es una manera de interrelacionarnos mejor). Lo que me ha trasmitido el Z3 Pitufo no me lo ha trasmitido ningún otro coche.
Decía una personalidad del mundo del motor la siguiente frase “fabricamos coches que nadie necesita, pero que todo el mundo quiere” y haciendo mía esa frase os presento a mi nuevo compañero de fatigas que será también compañero vuestro en las rutas que organiza el RSC. Como es costumbre y obligación hemos ya bautizado al nuevo integrante de la familia. Le hemos puesto de nombre COPITO-360 y ahora hago la presentación en oficial, aunque la social será en el Meeting de este mes en Almería.
Es un Boxster 987 S Desing Edition2 con cambio manual, de Febrero 2009 con 19.131 Km y en un estado de concurso. Se trata de una edición limitada a 500 unidades fabricadas, siendo ésta la 360. El coche fue adquirido por un industrial mallorquín, único propietario hasta ahora. Por lo tanto, soy su segundo propietario.
El coche ha tenido una vida muy hogareña ya que, salvo contadas salidas en plan merienda o encuentro para tomar un café, no ha sido utilizado para nada de lo que realmente se diseñó, que no es rutear por esas carreteras de media y alta montaña. No conoce nada del mundo exterior que le rodea, ya que no ha salido en todos estos años de Mallorca. Ninguna ruta roadstera, pocas salidas y muchas horas de garaje. Garaje, por cierto, de Champion League ya que compartía espacio con un 987 amarillo (igual al Piolín que Jota tuvo) pero con PDK, y con un 996 Biturbo.
Las características principales que lo distinguen de un 987 S normal son: Interior negro y blanco, bandas longitudinales específicas de este modelo en color gris perla, capota igualmente en color gris perla, llantas sport design 19”, separadores de 5mm, escape deportivo, volante Gt3, cuero ampliado, arcos blancos, equipo Bose, esferas instrumentos en blanco y ópticas traseras rojas, autoblocante, asientos calefactables de cuero. Es como una bolita de nieve, lo que me va a obligar a ser todavía más cuidadoso con el detail.
No puedo informar de las sensaciones al volante, porque todavía no he rodado suficiente con él como para poder tener una opinión objetiva, aunque mi nivel de pilotaje será el mismo que con el Pitufo por lo que no esperéis que con esta nueva montura pase a formar parte de los fastdrivers ya que uno sabe muy bien cuáles son sus limitaciones. Lo que sí puedo decir es que lo he escaneado de punta a punta y está perfecto de todo y por todo. Mantiene la garantía Porsche Aproved todavía, y en la prueba de los 111 puntos que le he pasado, por cierto, sin ningún fallo.
Le pregunte al jefe de taller del CP Baleares, si el coche fuera suyo, que haría o que no haría, que le falta y que le sobra, a lo que respondió. A este coche solo le hace falta “hacer kilómetros”.
Sólo le pido a este nuevo compañero de rutas que podamos compartir vivencias y sensaciones como me ha trasmitido el Pitufo.
En cuanto al Pitufo, inicialmente había pensado venderlo, luego evolucione a venderlo a alguien de confianza con contrato de recompra a un año determinado, y creo que al final me voy a quedar con él.
Siguen ya unas fotos.