Yo llevo ya cinco colores de roadters en mi historial:
Mx5 verde inglés metalizado
Z4 azul marino metalizado
Z4 blanco
Boxster amarillo
Boxster rojo
Y puedo decir que me gustaron todos y disfruté de la experiencia de cada uno de ellos.
El verde inglés era la elegancia personificada. Con su paquete especial british que llevaba el transportín trasero, la tapa del depósito en acero inoxidable y el interior con aplicaciones de madera me sacaba una gran sonrisa cada vez que miraba para él. Seguramente porque fue mi primer roadster pienso que fue el que despertó en mí más emoción que ningún otro posterior y me encantaba ese color.
El Z4 azul marino con su interior en cuero beige completo seguía encuadrado en la saga de la elegancia, tengo igualmente un bonito recuerdo del mismo porque como coche para rutear en largos viajes era muy superior al Miata en términos de confort y su combinación de colores también me gustaba mucho.
El Z4 blanco con interior en cuero beige completo tampoco carecía de personalidad propia, particularmente en una época, cuando yo lo compré, en la que la moda de los coches blancos aún no se había implantado y mi Z4 era casi una rareza.
Desde luego el más llamativo sin duda fue el Boxster amarillo que vino después, un color sin duda agresivo y emocional con el que hay que atreverse para invertir lo que cuesta un Boxster en una opción de color tan arriesgado si uno no está demasiado seguro. Finalmente resultó un acierto, pero también me traía algunas preocupaciones porque donde lo dejase aparcado era como una especie de imán para atraer gente a su alrededor -y sobre todo críos- y eso no me gustaba demasiado; por otra parte es un color que me di cuenta de que con el paso de los años me empezaba a cansar.
El último es mi actual Boxster rojo carmín, un color "resultón" que a la gente en general le gusta; si algo le achaco como negativo es que ahora tengo un roadster con una combinación de colores digamos "corriente y vulgar" -rojo exterior y negro interior es de lo más común-, y he perdido ese punto de cierta exclusividad que tuvieron mis cuatro roadsters anteriores.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que yo he tenido roadsters de colores discretos y elegantes y roadsters de colores llamativos. Cada uno tenía su encanto a su manera y pienso que a los ojos de un propietario un color discreto puede resultarle exactamente igual de emocional que uno resplandeciente y llamativo le resultaría a otro propietario.
La paleta de colores es amplia y variada y para gustos hay colores. Lo más importante es que cada uno de nosotros esté realmente contento con "su" roadster y llegue a producirse la magia de esa conexión emocional hombre-máquina tan bonita y que sólo llega a establecerse cuando verdaderamente estamos enamorados de nuestro juguete, de suerte que cuando le hablamos....nos responde...