3ª ETAPA: Lunes 1 de noviembre de 2021
- Lamego-Viseu-Tondela- Mortagua-Penacoba-Lousa- N-236 (Fantástico tramo por Candal, Sapateira, Moredos, Castanheira de Pera)- Pedrograo Grande-Pic nic en presa-Sertá- Miradouro, Geodésico de Portugal-Vila de Rei-Abrantes- Desvío al cruzar el puente a la izda por N-118 a Coalhos, alojamiento en Quinta Coalhos, Cena en Pejo restaurante Tulipa.
- Hotel Quinta Coalhos muy divertido, je, je. Lo encontramos sobre la marcha y fue todo un descubrimiento. Mobiliario decimonónico y una finca preciosa. Precio 70 € con desayuno.
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Verdaderamente este fue el mejor día de toda la ruta. Lo iniciamos con visita a la Catedral de Viseu y el museo. Desde allí no vimos nada reseñable hasta llegar a Lousà donde aprovechamos en un LIDL enorme y nos aprovisionamos para hacer la comida de pic nic. Y aquí empezó lo mejor. Buscamos una salida por la N-236 y tomamos un fantástico tramo de carretera de montaña con numerosas cascadas pequeñitas por Candal, Sapateira, Moredos, Castanheira de Pera. En este trayecto al final de la bajada había unas piscinas artificiales en el río muy atractivas, pero parecían cerradas y la temperatura no era la más idónea. En otra época más cálida las habríamos usado.
Continuamos hasta Pedrograo Grande donde hicimos el Pic nic en la presa-Sertá- Miradouro
Después ya seguimos la jornada de tarde a visitar, justo antes de llegar a Vila de Rei, en una desviación a la izquierda, el observatorio Geodésico de Portugal. Tras las fotos de rigor y nuestro alivio fisiológico en las instalaciones, Elena reservó un hotel, Quinta Coalhos, que fue un cúmulo de sorpresas muy divertidas y continuamos hacia Sardoal y Abrantes. Pasado el puente sobre el Tajo y pocos metros después giramos a la izquierda como nos había indicado el dueño del hotel hacia Ponte de Sor por la N-118.
La llegada a la Quinta Coalhos fue complicada. El acceso desde la N-118 por una verja de hierro azul cerrada requiere bajarse del coche en un punto complicado de la carretera para llamar por el telefonillo y que te abran. El camino circula entre arboles y es de unos trescientos metros de hojarasca, que, de noche, carece de iluminación, pero al llegar a la plazoleta redonda de la entrada a la Quinta donde nos esperaba el dueño, Alberto, de una cierta edad y que nos acogió con sus dos perritos Prada y Armani y alabó nuestros roadsters y, ¡Oh, sorpresa! Nos confesó que tenía en el garaje un NA de 1989 verde inglés que luego nos enseñó y yo me hice unas fotos en él. Luego, muy amable, nos dio un pasaporte para cada coche, que no conocíamos su existencia. Nos lo selló y firmó. Este pasaporte lo podéis conseguir en cualquiera de los establecimientos hosteleros o turísticos adheridos a este programa.
La cena la hicimos en una marisquería del pueblo de al lado, a dos kms. Que hicimos andando a la vuelta, ya que, a la ida, amablemente Alberto, que nos había reservado mesa, nos acercó en su furgoneta. El pueblo Pejo y la marisquería Tulipa. Llena a rebosar en un lunes. Cenamos muy bien y fue super atenta la camarera.
Regresamos a oscuras con la luz de los móviles y descansamos a pierna suelta en la Quinta Coalhos, un establecimiento lleno de historia y muebles antiguos pero con los cuartos de baño muy bien modernizados. Muy recomendable.
Piscinas artificiales después de la fantástica ruta por la N 236 entre Lousa, Candal, Sapateira, Moredos, Castanheira de Pera
Otra foto en la catedral de Viseu
Zona de la Presa de Pedro Grao donde paramos para hacer la comida de picnic.
En la Quinta Coalhos. Recien llegados y nos salio a recibir el dueño con su simpática perrita Prada.
Restaurante La Tulipa en Pejos
Pasaporte sellado por el dueño de la Quinta
Fotos del NA de 1989 de Alberto el dueño de la finca.