5ª etapa; Sainte Colombe - BeuilEn esta etapa abandonamos el apacible hotel "La Garance", situado en una casa típica provenzal al pie del Mont Ventoux y por esta razón pernoctaban muchos ciclistas, algunos parejas veteranas, que lo empleaban de base para subir el difícil puerto. Este tema me sorprendió gratamente porque porque por aquí se van viendo cada vez más chicas practicando el ciclismo pero no suelen pasar de los 30-35 años y en el Tour comprobé que la afición es más paritaria que aquí.
Otra más comentando la jugada después del desayuno y con los coches detallados
"algunos más que otros"
Y a continuación un salto en el tiempo hasta la tarde visitando le Lac de Sainte Croix donde después de varios intentos conseguí reunir al personal para hacer "mi" foto de grupo
presidida por el precioso MIVI Boxster.
A continuación Jota nos introdujo en un recorrido de paisajes inolvidables comenzando por el Canyon du Verdon visto desde la Corniche Sublime que no me extraña que tenga este nombre con la altura que coge respecto al cauce del rio.
Y no eramos los únicos que admirábamos el impresionante cañón:
Aquí una simpática foto de Mamen y Javier apartándose al paso de un vehículo por el estrecho tunel al lado del balcón. Apréciense los efectos del Sol sobre las piernas bicolor de la compañera (
no me he podido resistir, un
Mamen).
Después continuamos en una tarde calurosa hasta el precioso puente de arco de Pont de l'Artuby que tenía un providencial kiosko con helados, algunos helados, bastantes menos que los que ofrecía la carta, pero que sentaron de maravilla.
A la entrada de les Gorges de Daluis, nos encontramos con Luis (mira por donde un pareado
)
En las arcillosas gargantas visitamos el Pont de Marie cuya leyenda podeis leer en el siguiente cartel:
y desde el mismo, estas preciosas vistas:
Aquí el compañero Magí en plan chico Martini, opositando a Boxster blanco
el polo ya no lo tiene que comprar!
Finalmente llegamos a Beuil y de la cena en el agradable hotel L'escapade sólo tengo esta foto del postre de los que nos queríamos moderar con el azucar
... porque si veis los otros, como alguien dijo, tapaban al de enfrente.
Para "bajar" la cena nos dimos el habitual paseo nocturno, esta vez no por carreteras oscuras que conducen a cementerios, si no por el bonito pueblo iluminado.
Y nada más amigos, hasta aquí mi relato 5 de 6.