Continuamos con el relato de la Etapa 2
Nos levantamos en el pintoresco hotel Auberge des Deux Rivières en Pont de la Taule
Bajamos a desayunar y nos asomamos por unas de sus coquetas ventanas.
Una vez acabado el copioso desayuno (no tenemos foto del mismo), nos dirigimos al coche para coger el rutómetro y comenzar la sesión.
A ese Porsche le queda mucha tapa de maletero para completar con pegatinas de rutas
Antes de partir tomamos la foto delante del pintoresco hotel
Nos dirigimos al este para ascender hasta el mirador de Prat Mataou, desde donde se divisa parte de los Pirineos del lado español.
Una vez superado el Col d'Agnes descendemos hasta el lago de Lers
Un precioso sitio donde también se puede relajar uno.
Seguimos hasta el otro lado del lago, donde hay un pequeño chiringuito. No pueden faltar las características Perrier
Y llega la sorpresa de la jornada. Con un calor de justicia, empieza a acercarse un hombre con chaqueta cerrada, guantes, como casi si fuera un astronauta en tierra extraña.
Va adelantando la cabeza conforme se nos acerca, como si quisiera atisbar algo inédito en el lugar.
No era un extraterrestre pero por poco, ya que venía con una pequeña motocicleta desde tierras muy lejanas.
@Juanjo ¡Que alegría!.
Atónitos veiamos a nuestro amigo acercarse mientras no dejaba de escucharse "No me lo puedo creer, no me lo puedo creer, ......"
Inmortalizamos el momento, y la máquina que venía torturando nuestro amigo desde tierras de naranjos.
Con el grato recuerdo en nuestra memoria proseguimos adelante hasta llegar a Tarascon-s-Ariege, donde realizamos una parada para subir hasta la tour du Castella, desde donde se divisa todo el pueblo, regado por el rio Ariege y las montañas que lo acogen
Un poco más tarde de lo previsto llegamos a la zona de picnic en la población de Lordat.
El calor aprieta con fuerza y hay que buscar la sombra. Una vez acabado el picnic la conversación se centra en unas llantas. Conversación que ha resultado en una actualización en uno de estos coches.
Avanzamos un poco para hacer una parada en un mirador donde se divisan las minas de talco de Trimoux
Alcanzamos el Col de Pailhères, desde donde divisamos un hermoso paisaje, el anticipo del tramo de carretera por el que seguiremos, y animales, muchos animales.
Llegamos al fin de etapa en Gincla. Jota nos ha reservado un hotel lleno de encanto, con unas habitaciones con personalidad propia, cada una de ellas era diferente y única.
El personal completamente volcado en la satisfacción de los clientes, llegando a no dormir si alguno decide salir por la noche.
Nuestra habitación en el hotel Hostellerie du Grand Duc, era simplemente espectacular, con recibidor zona de baños y aseo y un dormitorio digno de un Duc
La cena fue sencillamente espectacular. En su gran jardín y con un excelente servicio y comida.
He preparado un vídeo resumen pero incluye parte de la etapa 3, así que lo reservo para entonces.