Vaya pasada con los campos de lavanda, ya me estoy imaginando ese olor mágico en el ambiente. Tengo un recuerdo imborrable de algún viaje en mis tiempos de moto atravesando los campos de lavanda de la Alta Provenza en julio, y no solo por el espectáculo visual, sino por ese olor maravilloso y penetrante de la lavanda envolviéndolo todo a lo largo de la ruta al atravesar la zona.