Esta concentración fue y será siempre de las más especiales y gratificantes a las que he tenido la suerte de asistir.
Desde el mismo momento que me apunté y tuve la suerte de entrar en el cupo, mi ilusión iba creciendo por días, al ver los detalles de la ruta y la lista de inscritos.
Hay que tener en cuenta que la ultima vez que asistí a una concentración oficial fue en octubre de 2019- ¡hace más de 20 meses!
De hecho, estuve en contacto con Jotaeme para sugerirle que añadiera el subtitulo de “El Reencuentro” al nombre de la concentración, porque, esto es lo que iba a ser para mí- un reencuentro con grandes amigos y con ese ambiente de camaradería que se vive en las concentraciones del Club.
Había dos otros factores adicionales que hacía esta concentración muy atractiva:
- La duración- de tres días en vez de los tradicionales dos- lo que nos daría más tiempo para estar juntos y
- La ruta – por zonas de España que yo desconocía por completo- el interior de las provincias de León, Lugo, Placencia y Asturias.
De vuelta a casa y habiendo tenido el tiempo de reflexionar, no hay duda que la concentración ha colmado y superado mis expectativas – la convivencia, las rutas, los paisajes, el ritmo, los alojamientos y hasta el tiempo, con esas transiciones de niebla a sol y viceversa.
No me enrollo más- podría seguir contando anécdotas de lo acaecido en esta ruta- ya me conocéis, pero doy paso enseguida a la parte gráfica que, en esta ocasión, se reduce a videos, que, dada la cantidad de material, iré colgando poco a poco:
La salida, detrás del precioso MX-5 rojo de Carmiher. He decidio no poner música y dejar el sonido original- así se mantiene la sensación de rutear, cabellos al viento.