Dejad a Ion Ander disfrutar tranquilo de su Burubeltz blanco y negro, que por algo son los colores del pajarillo que ha escogido para denominar al coche.
Y además de bonito es exclusivo.
Hay pocos 981 blancos y en RSC que yo recuerde hay el suyo y otro, pero el otro, al menos de momento, es tan poco visible que sólo lo vimos en una foto de presentación.
Ahora ya empieza a dormir más relajado por las noches y tras estar subido a una nube los últimos tres días, está comenzando a ser consciente, de verdad, del roadster que tiene en su garaje, y seguro que pese a su color relativamente discreto es capaz de hacer girar muchas cabezas.