Hola a todos! me he cruzado con este foro buscando información de mi "nuevo" juguete.
Hace apenas una semana soy feliz poseedor de un Roadster, en concreto un Audi TT mk1 con motor 1.8T de 180cv y tracción Quattro.
Es curioso como ha llegado porque de alguna manera si me preguntáis hace un mes seguramente os habría dicho que para nada entraba en mis planes comprar un coche de este tipo. Soy motero (o, como veréis, también podría decirlo en pasado) aunque de un tiempo a esta parte venía dándome cuenta que la moto que tenía no era la más indicada para mi objetivo de disfrute. Una moto con un motor derivado de una deportiva, lo que viene siendo una "Sport-turismo", de la que me sobra lo primero y el objetivo real es lo segundo. Tras un par de sustos este verano precisamente por el lado Sport empecé a plantearme que quizas una moto que empiece a dar lo mejor a partir de las 9.000rpm no es lo más indicado para mí cuando rara vez paso de las 8.000rpm por el caracter de las rutas que hago y, sobre todo, el ritmo. Pues bien, tras esos dos sustos, que a la postre fueron definitivos, se sumó otro par de viajes con mi pareja en los que tuvimos que parar porque debido al excesivo calor (aun con ropa ventilada) porque ella se empezó a marear, al final, tocó volver muy despacio y sin cazadoras, cosa que es poco recomendable por el peligro que conlleva ante cualquier incidente.
A raíz de todo esto surgió medio broma, medio en serio, que porqué no cambiar la moto por un descapotable (no es el único que hay en casa puesto que mi padre tiene un MB- SL 280 del 99), y a lo tonto empezamos a mirar sin ningún tipo de interés por mi parte ya que tenía absolutamente decidido pillar una Harley-Davidson (la más nueva y menos Harley de todas, la Street Rod, pero sin duda la puerta al futuro de la marca). Mirando, sin mayor interés como digo, descapotables aparece un coche que siempre me llamó la atención y que de una manera u otra se ha cruzado de diversas formas en mi vida. Un Audi TT Roadster MK1, como persona dedicada al diseño la historia de este modelo tiene mucho que ver precisamente con esto, ya que en su presentación supuso un antes y un después para la marca. No fue la unidad que he adquirido pero me despertó el interés, el caminó a seguir y despertó un pequeño deseo que tenía desde niño y que no recordé hasta que lo vi. Como a muchos los coches me han gustado desde muy muy pequeño, el gusto viene de familia, y por supuesto los coches deportivos con motor turbo, por sus posibilidades, su sonido y sus configuraciones. Cosa que como todo pitufo estás lleno de sueños y en aquellos momentos Carlos Sáinz (senior) triunfaba en el mundo de los Rallys con el Toyota Celica. El caso es que en ese momento me dije que cuando fuera mayor tendría un Celica (como concepto de coche deportivo: de hecho esta frase es importante más adelante), promesa olvidada y dormida completamente por las motos, hasta que vi el TT.
El caso que a medida que iba mirando las diferentes versiones del TT di con una unidad del Coupe que acabó de recordarme ese sueño dormido del coche deportivo, el motor turbo, el sonido de las descargas de los coches de rally, etc y, sobre todo, una frase que hace muchos muchísimos años le dije a mi abuela: "Abuela, cuando sea mayor te llevaré a dar una vuelta en mi Celica". El caso es al final me decidí a sustituir la moto por un deportivo con el mismo objetivo de uso, rutas de fin de semana y disfrute. Al final hablando con unos y con otros decidí que en vez del Coupe compraría un roadster, ya que iba a ser coche de fin de semana y disfrutón mejor hacerlo a cielo abierto y no perder la sensación de viento de la moto. Entre varias opciones apareció un TT Roadster mk1 que cumplía varias de las condiciones, cielo abierto, motor turbo, carrocería deportiva, no muchos km y, ya dentro de este modelo, la tapicería "baseball" (también que no se pasara mucho del presupuesto por el que podría vender la moto). Así que finalmente lo compré y en un momentito os enseño fotos. La historia continúa con la protocolaria presentación a familia y amigos de la "nueva" adquisición (con 20 años pero nueva jaja), sin duda el que más los que más lo disfrutó fue mi padre -porque al fin me quitaré la moto-, bueno también mi suegro, ambos amantes incondicionales de los coches. Pero el momento estrella fue cuando fui a ver a mi abuela que con esta historia de la COVID-19 sólo pudo ver el coche desde la ventana y hablando con ella por teléfono, me trasladó muchos años atrás cuando me dijo: "cuanto me alegro nieto, ya tienes tu celica". Quizás ese es el mejor y mayor recuerdo que ya me ha dado este coche en apenas una semana.
Ahora después del tostón van las fotos.