En las ciudades costeras las gaviotas son una plaga, y en las costeras y en las de interior las palomas son otra. Y para aparcar, si se puede evitar hacerlo bajo árboles mejor, pues nunca sabes lo que puede haber encima de ti, en el mejor de los casos las típicas microgotículas de savia que ensucian la carrocería y en el peor un regalo de los pajaritos.
Sea como fuere, cuanto más pronto se retiren caquitas de pájaros e insectos pegados en el morro del coche mucho mejor porque los ácidos que llevan atacan fulminantemente al barniz de la pintura.
Bienvenidas sean técnicas de lacado o barnizado más resistentes a estas plagas contra la estética.
Lo de la capota ya es más complicado, se puede limpiar de urgencia utilizando un limpiacristales, y después, cuanto antes, agua y un detergente suave.