Leo muchas veces dudas por internet entre estos dos productos para dejar nuestras llantas como nuevas, y muchas veces se usan indistintamente uno u otro pensando que es lo mismo. Por eso que he pensado en aclarar qué son estos dos productos, y que diferencias hay entre ellos, con una pequeña nota técnica.
Lo primero que tiene que quedar claro es que aunque ambos se utilicen en llantas, cada uno tiene un modo de acción y son complementarios. Veamos.
Limpiallantas:Son una versión potenciada de un limpiador, de
un detergente. Tensioactivos iónicos y no iónicos en candidad. Su misión es
desincrustar la suciedad general de las llantas.
Antes había que tener cuidado porque estos productos podían dañar las llantas a la larga puesto que se utilizaban limpiadores ácidos en su composición. Hoy día, desde que todas las llantas se hacen de aluminio, casi todos los limpiallantas están especialmente formulados para ello, para no dañar el aluminio. Por lo tanto, con un poco de limpiallantas y un cepillo se quitará la mayor parte de la suciedad visible de la llanta. Pero siempre quedará aquella suciedad incrustada en la laca, las malditas partículas férricas, y a eso vamos con el siguiente producto.
Descontaminante férrico:Este producto está específicamente pensado para eliminar estas partículas de hierro que se acumulan en las llantas y carrocería y que no hay forma de eliminar de otra manera. Son las responsables de que un coche perfectamente limpio no tenga la pintura suave, pues no hay jabón que las saque de la pintura. Se puede disimular con ceras, pero ahí seguirán.
Donde más cantidad de contaminación férrica se va acumulando con el tiempo es en las superficies horizontales de la carrocería (fruto de la contaminación atmosférica en ambientes urbanos, cercanías de fábricas y obras de construcción), pero sobre todo en las llantas, en donde al irse desgastando el ferodo de los frenos irá a depositarse en gran cantidad a las llantas.
Estos productos como os decía están pensados para hacerse cargo selectivamente de estas partículas, disolviéndolas, no atacando ni afectando a la llanta en sí, ni al resto de mugre que pueda tener.
Por esto es que digo que ambos productos son complementarios: con un limpiallantas eliminarás la suciedad depositada sobre la llanta, y posteriormente si aplicas un poco de descontaminante férrico, disolverá las partículas de hierro incrustadas en la llanta y que seguían ahí. Y esto también funciona al revés, si sólo se aplica descontaminante férrico, puede soltar un poco de hollín negro que pudiera tener la llanta suelta, pero haría el mismo efecto que echar un poco de agua sin más.
Tioglicolato amónico
Los descontaminantes férricos me fascinan porque es un claro y vistoso ejemplo de aplicación de la química en la vida real. Desde un punto de vista químico habría muchas formas de eliminar partículas de hierro, desde ácidos, a EDTA, etc, pero si queremos que tenga un pH neutro y no ataque a la lanta, todos los fabricantes recurren a un compuesto en concreto: el tioglicolato amónico. (bueeeeno, algunos utilizan tioglicolato sódico o cálcico, pero el funcionamiento es el mismo)
Esta molécula es capaz de reaccionar selectivamente con el hierro formando un quelato muy estable y soluble en agua, con lo que literalmente se come estas incrustaciones férricas, disolviéndolas. Lo mas llamativo que tiene es que este complejo que se forma tiene un color violeta/morado muy intenso, con lo que visualmente tenemos un indicador de que ahí había incrustaciones férricas, aunque no las pudiéramos ver a simple vista. Si lo echamos y no aparece ese color, no había hierro y hemos tirado unos céntimos.
Además es un producto seguro con la pintura, con lo que se puede pulverizar por el coche entero. En aquellos puntos donde al cabo de 5 minutos caigan chorretones rojizas como si nuestro coche estuviera llorando sangre, es que había partículas de hierro y están reaccionando con este producto. Después un manguerazo y como nuevo.
Otro detalle curioso es que estos compuestos que tienen un átomo de azufre (todos los que empiezen por tio-) huelen espantosamente mal. Es lo que hay, y algunos fabricantes añaden algún perfume para intentar tapar ese olor, pero no tiene solución (es tapar mierda con colonia
). Si algún fabricante os dice que el suyo no huele, o miente o es que tiene tan poca cantidad de tioglicolato que hace que paguéis agua a precio de oro.
Algunos ya habréis asociado este olor con las peluquerías, y es que este mismo compuesto se utiliza para hacer "la permanente",
por otras propiedades que tiene (si alguien tiene interés, ya lo explicaré).
Espero haber aportado un puntito mas de luz. Un saludo!