2007
Disfrutando del C4S.
2008
Disfrutando del C4S.
2009- Un desvío en el camino 2
Como lector ávido de las revistas de coches- de hecho, estaba suscrito a dos, me enteré de la salida de un deportivo con el rendimiento de un supercoche, pero a un precio bastante más razonable. Se trataba del Nissan GTR R35, que se empezó a comercializar en Europa en marzo de 2009.
Después de leer las distintas pruebas, que hablaban maravillas de él, no lo dudé y en contra de mis principios, hice el encargo de uno, sin haberlo probado.
En cierta medida, las prisas venían por el deseo de poder hacer una ruta con mi hermano en el verano y se tardaba unos 4/5 meses en recibir el coche. Cuando se lo comenté, él empezó a hacer sus averiguaciones y unas semanas después, me informó que, el también había encargado uno en Inglaterra.
Las fechas de entrega eran parejas – a mediados y a finales de agosto, obligándonos a retrasar nuestro Tour hasta septiembre. Ese año, decidimos efectuar el Tour por España, empezando y terminando en Madrid.
El GT-R no se parecía a ningún coche que había probado antes.
Al principio, parecía que no andaba nada, a pesar de sus 485cv. En modo normal, el cambio tipo PDK estaba programado para, desde la arrancada, pasar cuanto antes a la 7º marcha, quitándole toda sensación de agresividad. Pero, acabé cogiéndole el tranquilo, pasando a modo manual y controlando yo las marchas, como debe ser.
Imponía su interior, con la pantalla informativa, configurable a medida, sus tres botones para regular los modos de conducción de suspensión, dirección y motor de forma independiente, su aceleración brutal, pero, sobre todo, su habilidad para salir de cualquier situación comprometida.
En ese Tour, subiendo a Sierra Nevada (Granada), me acuerdo que, al estar vigilando a mi hermano por el espejo retrovisor, entré demasiado rápido en una curva cerradísima a derechas. Cuando me di cuenta, ya estaba dentro y lo único que podía hacer era acelerar. Sentí como los tres diferenciales empezaban a trabajar, el coche se colocó solo y salió como un cohete para arriba. Parecía un video juego.
Eso sí, tragaba gasolina (Requería 100 octanos- le echaba 98) como un Formula 1- entre 17 y 20 litros/100 km. Menos mal que tenía un depósito de tamaño razonable- 74 litros.
Boxster, ¿De qué me hablas?