La Etapa 13 de este viaje será una de las más largas con 395 km, y sobre todo será la Etapa Reina en cuanto a ruteo pues se desarrolla integramente en Alpes suizos recorriendo la habitual colección de puertos míticos con que cuenta este país. Para poner la guinda, terminaremos la etapa a orillas del lago Leman, en la bonita ciudad de Montreux.
Comenzamos con el habitual plano general de la etapa.
El inicio de la etapa nos va a dirigir bordeando el lago Brienz por su orilla norte hasta llegar a la altura del Brunigpass en el cual haremos un sube y baja, desde el cual tendremos una vista impresionante del lago de Lungerer.
Posteriormente, aunque no estaba previsto en primera instancia, decidimos visitar las Gargantas de Aare. Es una excursión muy recomendable que no lleva más allá de 40 minutos en la cual se recorre la garganta del rio, por unas pasarelas y que al final nos ofrece unas vistas del valle que realmente quitan el hipo. A lo largo del recorrido de la garganta, disfrutamos de cascadas que salen entre la roca. Un paseo sencillo y muy agradable
En pocos minutos, nos veríamos dentro del circuito mítico, que en nuestro caso comenzaría por el Sustenpass, para después, a travéz del desfiladero de Schollenen, dirigirnos al Furkapass, y de ahí hacer el ascenso hasta el Lago de los Muertos en el Grimselpass. Aquí las fotos no tienen límite. Es un paisaje sobrecogedor allí donde diriges la mirada, y el disfrute del coche es absoluto, y más en un día como el que nos hizo sin pizca de calor, y con una visibilidad envidiable.
Junto al glaciar del Ródano, aparcamos al lado de esta bellaza...
Finalizado el circuito, y volviendo a bajar el Grimselpass, tomaríamos en dirección oeste para hacer otros dos bonitos puertos, el Nufenenpass y el Simplonpass, aprovechando para hacer el picnic en una curva de la carretera donde encontramos un banco que sin duda, no estaba allí por capricho, sino porque las vistas eran inmejorables.
Continuamos nuestro recorrido hasta llegar a las cercanías de Martigny, donde tomaríamos la carretera que asciende a los dos últimos puertos del día, que son el Col de la Croix y el Col du Pillon, no tan espectaculares como los anteriores, pero si muy agradables de rutear al atardecer.
A última hora de la tarde, llegaríamos hasta nuestro hotel en Montreux, a orillas del lago Leman, HOTEL PARC&LAC Grand Rue 38, 1820 Montreux, Suiza. Después de una ducha rápida, aprovechamos para dar un paseo y cenar a orillas del lago, donde el atardecer es absolutamente mágico. No es de extrañar que personalidades como David Bowie o el mismisimo Freddie Mercury tuviesen casa aquí.
Para finalizar, una foto que los que me conoceis, sabeis que no podía faltar, y que me parece una buena forma de cerrar este resumen de la etapa.