Mensaje 1 actualizado: Gastronomía y Actividades – Domingo mañana:Ya desayunados y con todos los petates cargados en el maletero abandonaremos Lerma, bajando por la calle Subida de San Miguel, a dar la travesía Madrid – Irún. Al dejar atrás las villa ducal dirección Madrid, cogemos brevísimamente la A-1, para salirnos por el primer desvío, carretera BU-114 dirección Villafruela. Al recorrerla dejaremos a nuestra izquierda el insigne campo de Golf de Lerma. Lo podréis situar por el bosque en el que está integrado.
>> Campo de Golf de Lerma <<
Aunque en tierra de campos, seguimos recorriendo en la comarca de Arlanza. Pero al llegar al desvío con la BU-V-1141 giramos a la derecha dirección Iglesiarrubia, población eminentemente agrícola, con el cereal como producto más generalizado. Al pasarla nos quedará a la izquierda. Continuaremos camino para atravesar Paúles del agua y llegar a Tordómar. A la entrada de la localidad atravesaremos su puente romano de 22 ojos sobre el rio Arlanza. Construido por mandato del emperador Trajano, el puente pertenecía a la calzada que unía Clunia con Cantabria, Segovia y Astorga, como prueban los 2 miliarios -postes de señalización que usaban los romanos- colocados en el extremo meridional del mismo.
>> Puente romano de Tordómar <<
No llegamos a entrar en el núcleo del pueblo, lo bordeamos y quedará a nuestra derecha, en la cual asoma la iglesia de la Santa Cruz. A nuestra izquierda veremos el curioso techado de la pista de frontón, que llama la atención por su esbeltez, recordando la columnata que soportan el techo a un templo. Enlazamos con la carretera N-622, dirección Quintanilla del Puente, para llegar a los pocos km a la población de Villahoz. La villa fue fundada a finales del siglo IX, probablemente por repobladores de origen mozárabe. En el siglo XI formó parte de las defensas de la primitiva Castilla y como tal, podemos encontrar restos del recinto amurallado y arcos de las puertas de la Edad Media. Declarado bien de Interés cultural –Conjunto Histórico- en 1983, aparte de las grandes construcciones, destacan los numerosos elementos de arquitectura popular castellana conservados, con casas caracterizadas por presentar la planta baja de piedra y las superiores de ladrillo o adobe, en ocasiones con bellos entramados de madera. Es muy notorio el crecido número de bodegas, varios centenares, todas ellas agrupadas en un pequeño cerro que domina la villa, a nuestra derecha al entrar en el pueblo en el orden de marcha.
>> Villahoz – vista aérea <<
Atravesado Villahoz, tomamos la carretera BU-101, con dirección a Mahamud. Villa también de origen mozárabe y plaza fuerte, aún conserva 2 de sus puertas de acceso. En una de las puertas podemos encontrar una placa conmemorativa en recuerdo de la imposición del capelo al Cardenal Cisneros, en 1507. De hecho desde siempre se les ha llamado a los de Mahamud "gorretes", en derivación del "birrete" o gorro cardenalicio. La iglesia de San Miguel muestra un aspecto bastante extraño, como mezcla de diferentes proyectos, lo cual por otra parte le confiere mayor originalidad.
>> Mahamud – Iglesia de San Miguel <<
Continuando por la BU-101 llegamos a Santa María del Campo. Designada a principios del siglo XV cabeza de las Behetrías de Castilla. La RAE aún recoge la acepción medieval de “behetría”, como población cuyos vecinos –como dueños absolutos de ella- podían recibir por señor a quien quisiesen. Es por tanto uno de los primeros ejemplos del poder popular. Durante estos turbulentos años de gran poder nobiliario y tal vez fruto de ello fue construida una muralla que rodeaba todo el perímetro de la villa, de mampostería y tapial, con funciones más administrativas que militares; y de la cual aún se conservan los tres arcos o puertas de entrada. Llamar la atención sobre los escudos picados que se pueden ver en las puertas. Aunque existen otras hipótesis, está bastante extendida la creencia de que estos escudos fueron hechos tallar por el Duque de Lerma a comienzos del siglo XVII, cuando se hizo con el dominio de la villa, como una muestra más de su poder omnímodo. Cuentas las crónicas que el Duque fue silbado en su entrada a la localidad y que los escudos fueron picados con saña cuando el de Lerma cayó en desgracia (tanto apreciaban su independencia los vecinos).
>> Santa María del Campo – Vista aérea <<
En el siglo XVI la villa alcanza su mayor esplendor, siendo incluso corte temporal en el reinado de Doña Juana. Fue testigo durante un mes del delirante viaje de la reina con el cadáver de su esposo, en 1507. La reina se alojó en la conocida como Casa del Cordón, que recuerda lejanamente a su homónima de la capital. Destacar también la iglesia colegiata de la Asunción, construida entre los siglos XIII y XVIII, que es una de las más ricas y de mayores dimensiones de la provincia, con su torre renacentista así como una importante colección de obras de arte.
No llegamos a entrar en el núcleo urbano de la población, pues al llegar al cruce nos desviamos a la derecha, continuando por la BU-101, con dirección a Pampliega, por tierra de campos y aún en la comarca de Arlanza con algunos pequeños altozanos, principalmente a nuestra izquierda.
Pampliega, pueblo que muestra tres características paisajísticas principales: un tamaño relativamente grande, su apelotonamiento en la falda del cerro, y el protagonismo visual de la torre de la iglesia. Su tamaño demuestra la importancia histórica de este emplazamiento, que parecen remontarse hasta el siglo II a. C., cuando aparece en las tablas de Ptolomeo con el nombre de Ambisna, uno de los cruces de caminos importantes de la época. Posteriormente mantuvo el nombre de Pamplica. El noble godo Chindasvinto se hizo proclamar rey por los visigodos en esta localidad, en el 642.
El rey godo Wamba es una figura de notable importancia simbólica en la localidad. La llamada “cruz de Wamba” –un sencillo crucero- marca el lugar que esconce una historia, que cuenta según la tradición, que hacia el año 680 el rey visigodo Wamba fue narcotizado y tonsurado obligándole con ello a renunciar a la corona y a llevar una vida monacal. Aceptando su nueva situación, decide retirarse al monasterio de monjes negros de San Vicente, en Pampliega, en donde sería enterrado. Su cuerpo se conservó ahí sepultado hasta que Alfonso X de Castilla lo mandó trasladar a Toledo a la iglesia de Santa Leocadia, junto al Alcázar de Toledo.
>> Pampliega – Cruz de Wamba <<
En 2014 el Ayuntamiento de Pampliega solicitó la devolución de los restos del rey Wamba al cabildo catedralicio de la catedral toledana, templo donde se encuentran en la actualidad. Fueron trasladados junto con los restos de su padre Recesvinto allí en 1845 tras ser profanados por tropas francesas durante la Guerra de Independencia, por orden de Isabel II.
A la salida de Pampliega atravesamos el río Arlanzón, por su puente de origen medieval - siglo XVI- reconstruido al gótico posteriormente y con 6 vanos, en el cual probablemente nos toque esperar a pasar, dado el semáforo que controla el tráfico. Llegados al enlace con la N-620, tomaremos el desvío a la derecha, dirección Burgos. Al poco de haber atravesado Villanueva de las Carretas, seguiremos recto por la BU-P-4041, encontrándonos ya en la comarca del “Odra-Pisuerga”. Por ella continuaremos para atravesar Villaldemiro, Tamarrón e Iglesias. Encontraremos a los márgenes de la carretera gallardos chopos, proyectando su sombra intermitentemente a nuestro paso.
Al llegar a la altura de un royo jurisdiccional, tomaremos el desvío a la izquierda, para recorrer un tramo del Camino de Santiago en su trazado francés. Atravesaremos Castellanos de Castro y pasaremos al lado de Hontanas, a nuestra izquierda, villa de numerosas fuentes – de ahí la etimología de su nombre, “fontanas”- pueblo con encanto, paisaje romántico, cuyo núcleo urbano fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico en 1999. La calle Real de Hontanas es parte de la ruta medieval jacobea.
A los pocos km de pasar Hontanas llegamos a las evocadoras ruinas del antiguo Monasterio de San Antón, umbral de honor, que anticipa a Castrojeriz, del que tan solo nos separan 3 kilómetros. En él haremos una parada de ¾ de hora para admirar, mientras paseamos, con detenimiento, entre los restos góticos, tratando de imaginar cómo debió de ser este lugar.
>> Monasterio de San Antón <<
La imagen de la carretera pasando bajo los arcos del atrio de la iglesia es una de las más peculiares de todo el camino de Santiago. Cabe decir que este hecho no es fruto de la casualidad. Cuando se construyó el templo se diseñó este atrio para que los peregrinos pudiesen descansar a cubierto durante un rato, a la vez que los hospitaleros les ofrecían viandas.
La poco conocida orden de los antonianos edificó este templo en el siglo XIV, sustituto de otro anterior. Su emblema era una gran T roja (Tau), que aparece con frecuencia en el entorno del monasterio. La Tau fue usada por el fundador de la orden en memoria de la liberación de los primogénitos de los hebreos, los cuales tenían sus puertas marcadas con este símbolo. Esta Tau libraba de pestilencias a todo el que la llevaba. Curaban a los enfermos imponiéndoles un escapulario con esta cruz.
>> Monasterio de San Antón - Rosetón <<
Los antonianos adquirieron cierta fama como sanadores del llamado “fuego de san Antón”, que era una especie de lepra que sólo se podía curar haciendo el Camino de Santiago. En realidad era provocada por un hongo residente en el centeno con el que se hacía el pan en Europa, y la cual curaba al comer durante un tiempo el pan de trigo de la península.
Cuando llega el momento de continuar la ruta, no somos los mismos: la fascinación se ha apoderado de nosotros. Es maravilloso saber que aún quedan rincones en el mundo con tanta magia como este.
De nuevo en los roadsters, avanzamos hasta Castrojeriz, donde haremos la parada técnica a eso de las 11:30, de 1h de duración, en el bar ‘El Patio’. Como la localidad tiene una estructura urbana un tanto peculiar, tocará aparcar repartidos por diferentes puntos cercanos, para evitar generar cualquier aglomeración que impida la libre circulación de los vecinos.
>> Castrojeriz – Zonas para aparcar <<
Si hay un pueblo en Burgos asociado de manera evidente al camino de Santiago ese es sin duda Castrojeriz. Llegó a contar hasta con 7 hospitales de peregrinos y su entramado urbano está organizado al calor de la calle Real -camino de más de dos kilómetros- que forma un amplio arco por las faldas del cerro del castillo. En época medieval, siglos XII al XVI, la villa alcanza su mayor esplendor, y va tomando su configuración actual al pie del castillo.
>> Castrojeriz <<
Lo primero que veremos, a lo lejos en el lado oriental del pueblo, es el imponente edificio de la ex-colegiata de Santa María del Manzano. La primitiva iglesia fue reedificada en la segunda mitad del siglo X, bajo el mandato del conde García Fernández y se convirtió en colegiata a partir del año 1173. La construcción del templo que ha llegado a nuestros días se inició en 1214 bajo la protección de doña Berenguela la Grande, reina de Castilla y madre del rey Fernando III el Santo.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano <<
Su fábrica principal es de un estilo de transición entre el románico y el gótico, y tiene tres naves. En el siglo XV fueron reformadas las bóvedas y en el XVIII se elevó la torre, se edificó la capilla de la Virgen del Manzano y se añadieron, entre otros elementos, la sacristía y el coro. En el interior, iluminado por un impactante rosetón gótico con vidrieras alemanas del siglo XV, se conserva un rico patrimonio artístico de diversas épocas. Se localizan también algunos sepulcros como los de los condes de Castro, patronos de la colegiata, y el de la reina Leonor de Aragón.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano - rosetón <<
Pero sin duda la joya del templo es la imagen en piedra policromada, siglo XIII, de Nuestra Señora del Manzano. Dicen que al saltar Santiago de su caballo, desde el castillo de Castrojeriz, dio sobre un manzano. El tronco estaba hueco y en su interior encontró la imagen de la Virgen que se venera en la Colegiata. El rey Alfonso X el Sabio, deslumbrado por su belleza, le dedicó cinco de sus famosas cantigas escritas en gallego. De hecho, aprovecha las mismas para narrar alguno de los milagros atribuidos a la Virgen, como aquel en el que, estando la iglesia llena de gente y a medio construir, súbitamente cayeron unas vigas del techo sin que resultara herida ninguna persona.
>> ex-colegiata de Santa María del Manzano - Nuestra Señora del Manzano <<
Dominando el panorama se levantan las ruinas del castillo de los Condes de Castro. En el cerro se situó originalmente el asentamiento de “Castrum Sigerici”, inicialmente celtibérico y posteriormente romanizado. Desde este cerro se podría vigilar las depresiones circundantes, en la época de la guerra contra los cántabros. Precisamente su favorable situación defensiva la llevó varias veces a ser atacada. Las intervenciones arqueológicas han descubierto rastros de basamentos romanos sobre los que se edificó el castillo. La edificación original empezó en el siglo IX; y fue reforzada y ampliada entre los siglos XI y XII.
>> Castillo de los Condes de Castro <<
Entre los siglos XIII y XIV se levanta la torre del homenaje y en el siglo XV se edifica un cubo de base circular preparado para resistir la artillería. En el s. XVIII las murallas y el castillo estaban ya muy deteriorados. Un informe enviado al conde de Castrojeriz en 1792 decía “También he observado, que en lo poco de los lienzos que han quedado de las Murallas y los Cubos, faltan bastantes piedras que de sus ruinas han llevado subrepticiamente los vecinos para sus obras.” De lo que podemos ver actualmente destaca la mole desfigurada de la torre del homenaje, que constó de cuatro plantas. Aún quedan restos de arcos ojivales y de las escaleras por donde es posible pasar de un piso a otro.
En la calle Real, junto a la oficina de turismo, encontramos la iglesia de Santo Domingo. Esta edificación es de estilo gótico y aunque sus bóvedas son del siglo XVIII, se hicieron con unos patrones anteriores a esta época. Primitivamente tenía un alfarje mudéjar que recubría sus techos el cual fue sustituido por la actual bóveda de piedra. Arquitectónicamente destaca en este templo la portada, de estilo gótico plateresco español de la segunda mitad del siglo XVI, así como la torre del campanario de la fachada occidental con puerta adintelada. Actualmente la iglesia alberga en su interior el "Centro de Interpretación del Camino de Santiago IACOBEUS", museo didáctico perteneciente al proyecto turístico 4 Villas de Amaya.
>> Iglesia de Santo Domingo <<
En el extremo occidental de la calle Real se sitúa la iglesia de San Juan, caracterizada en su exterior por la torre culminada en chapiteles a modo de edificación defensiva. En su interior se manifiesta su estilo gótico avanzado, contando con tres naves y tres ábsides, pilares redondos y bóvedas nervadas. A los pies hay una torre, del s. XVI, con un claustro románico, tosco, hermoseado por una cubierta mudéjar, de artesón y tirantes, toda pintada con adornos y escudos de castillos, leones y bandas. Se trataría de una construcción de principios del s. XIII, a la que pertenecen la torre y el claustro, que fue reconstruida en el s. XVI, conservando la torre y techando de nuevo el claustro.
>> Iglesia de San Juan <<
>> Iglesia de San Juan - claustro <<
De vuelta a los roadys, rodando por la carretera BU-400, dirección a Melgar de Fernamental, llegamos a la rotonda a la salida de Castrojeriz. Pero antes de girar a derecha, por el desvío a la BU-404 dirección Villasilos y abandonar el trazado del Camino de Santiago, podremos observar de frente, a lo lejos, como el Camino va subiendo por la ‘cuesta del alto de Mostelares’, un desnivel de unos 120 metros y 2 km de longitud que se hace muy cuesta arriba. Es también conocida con la ‘cuesta de la muerte’ por los peregrinos, dado el sobreesfuerzo que entrañan sus rampas, con una pendiente media del 12%.
Por la BU-404 vamos parejos al cauce del río Odra, afluente del Pisuerga, que pasa al igual que nosotros por Villasilos y Villasandino. Al pasar Villasandino, que dejamos a nuestra izquierda, enlazamos brevemente por la N-120, con la BU-6410 dirección a Sasamón. La villa milenaria por antonomasia, Sasamón, la antigua "Segisama" de los romanos, que ya fuera con anterioridad la capital del poco conocido pueblo prerromano de los turmogos o turmódigos, que se extendió por el centro de la actual provincia de Burgos. De hecho, este dato hubiese sido probablemente desconocido sino hubiese sido conquistada por los romanos allá por el siglo II a.C. Años más tarde el Imperio estableció en este lugar una importante base de operaciones en su despliegue por la península, aprovechando su ubicación estratégica en la vía que comunicaba Zaragoza con Astorga, dedicándola además a cuartel general de las expediciones contra los cercanos pueblos cántabros establecidos en Peña Amaya.
Durante estas campañas el lugar llegó a acoger unos 10.000 soldados, dirigidos en algunos momentos por el propio emperador Octavio Augusto. La intensa actividad militar supuso la ampliación de la ciudad, que llegó a poseer cuatro veces más superficie que el actual pueblo. Su eje principal superaba los dos kilómetros de longitud, contaba con una tupida red de cloacas y alcantarillas, de las que se han descubierto varios tramos, y su noble y amurallado centro urbano (foros, templos, fuentes, baños y palacios) estaría situado en el entrono de la actual iglesia de Santa María. Columnas, capiteles, mosaicos, esculturas – en especial el famoso falo de bronce de Sasamón – inscripciones, estelas, cerámicas, armas, monedas y joyas componen el cuerpo principal de los hallazgos. Asimismo se han encontrado los restos de un teatro y del acueducto, con cerca de cinco kilómetros de trazado, que abastecía la ciudad. A primeros de septiembre se celebra una recreación histórica del antiguo Imperio Romano.
>> Recreación histórica ‘Segisama julia’ – Sasamón <<
Aunque la época posterior al imperio romano tiende a ser muy oscura en cuanto a documentos históricos, es probable que el lugar mantuviese cierta relevancia. Ya en el siglo XI el rey Sancho II el Fuerte convierte a la villa en una sede episcopal que tuvo su primer obispo hacia el año 1071. No muchos años después, en 1128, el rey Alfonso VII el emperador donó al Cabildo de la localidad los tributos de la misma para construir una iglesia, por lo que se llamó 'Santa Mª la Real’, de ella aún quedan vestigios escultórico en el claustro y en dos portadas, la occidental y otra tapiada visible desde el claustro.
>> Iglesia de Santa María la Real – en el horizonte <<
Como reminiscencia de esta importancia eclesiástica los ‘segisamonenses’ pudieron levantar en el siglo XIII una gran iglesia gótica dedicada a Santa María la Real, y que es símbolo de identidad de la villa y sin duda una de las más importantes de toda la provincia. La monumentalidad de la iglesia es notable tanto desde la lejanía como cuando estamos a los pies de la misma. Se trata de un edificio de gran volumen (el tercero de la provincia) que dispone de un gran atrio circundante al que se accede por un arco -presidido por una Virgen gótica- y ese aire catedralicio que desprende, no en vano, Sasamón fue villa realenga y sede episcopal.
>> Iglesia de Santa María la Real – en la plaza <<
Enseguida nos topamos con el elemento más característico del templo: la fachada meridional en la que se descubre la portada que daba acceso al crucero. Es una réplica a la fachada del Sarmental de la Catedral de Burgos (hay quien dice que aquella es copia de esta), y en ella se puede contemplar un magnífico Cristo Majestad rodeado por el Tetramorfos y un elegante conjunto de músicos decorando las arquivoltas. Una obra maestra.
>> Iglesia de Santa María la Real – Fachada meridional <<
En el interior, encontramos que la nave central ha sido convertida en museo parroquial y que las bóvedas son modernas. Hay que tener en cuenta que el alzado y la planta del templo sufrieron muchas alteraciones debido a los deterioros producidos durante la guerra de la Independencia. Su interior fue cuartel, polvorín, fundición, burdel y paredón de ejecución de las tropas francesas.
>> Iglesia de Santa María la Real – imagen de archivo fotográfico del Instituto Diego Porcelos<<
El saqueo del invasor y la posterior rapiña de los guerrilleros nacionales provocaron incluso el derrumbe de la nave central desde el crucero hasta los pies y la desaparición de la bóveda del claustro. Afortunadamente los esfuerzos de los vecinos durante las últimas décadas han conseguido devolverle buena parte de su esplendor, sobre todo el impactante claustro gótico del XV, considerado obra maestra de Juan de Colonia, en sustitución de uno anterior románico.
>> Iglesia de Santa María la Real – Claustro <<
Otros aspectos destacables es su entramado urbano, plagado de recias casonas de piedra del tipo castellano. Entre las mismas distinguir la casa de los Osorio-Villegas, también conocida como Casa de Santa Teresa, pues en la misma se hospedó la Santa en sus últimos años de vida.
>> Casa de los Osorio-Villegas – Sasamón <<
En el perímetro del centro urbano nos encontramos con un lienzo de la muralla del siglo XV, incluyendo una de las entradas a la antigua urbe, la cual veremos al travesar la localidad.
>> Muralla – Sasamón <<
A la salida de Sasamón, dirección Villadiego, encontramos la humilde ermita de San Isidro, la cual sin embargo alberga en su interior una auténtica joya: el crucero pétreo más valioso de toda la provincia y uno de los más interesantes de Europa, que más parece una obra de orfebrería que una talla. Los cruceros situados en los cruces de caminos o a la entrada de las localidades evolucionaron con frecuencia hacia estructuras con columnas y cubierta, llamados humilladeros, la mayoría de las cuales han desaparecido. Un paso evolutivo posterior, muy poco habitual, es su conversión en ermitas, como el caso que nos ocupa.
>> Ermita de San Isidro – Sasamón <<
La cruz de humilladero del siglo XV se compone de un fuste que semeja un tronco al cual se enrosca una serpiente. Aparecen asimismo, las figuras de Adán y Eva comiendo del fruto alentados por el demonio-mujer. Otras escenas muestran la muerte de Abel a manos de Caín, Santa Marina, Santa Catalina y una cruz con el nido de pelícano alimentando a sus crías, símbolo de la eucaristía. Culminando la obra aparece en el anverso la imagen de Cristo y reverso la Virgen rodeada de ángeles.
>> Crucero - ermita de San Isidro <<
Muy cerca de la ermita de San Isidro se encuentra una pequeña estructura de piedra que puede pasar muy fácilmente desapercibida. Se trata de una ‘cambija’, un peculiar y secular sistema para la potabilización de aguas mediante aireación, del que quedan muy pocos ejemplos. Afortunadamente ha sido adecentada recientemente.
>> Cambija – Sasamón <<
Pero no podemos irnos sin hacer una breve mención a sus afamados Quesos de Sasamón, que desde este pequeño lugar distribuyen en cada vez más rincones de la geografía. Quesos de sabores intensos, destacando los elaborados con leche cruda de oveja, ordeñada en los meses de mayo y junio, que se deja curar durante un año en un proceso totalmente natural al estilo de los tiempos romanos –queso al trigo en vasijas de barro- con una corteza dura, lisa y de color beige. De textura dura y agrietada, que trisca al corte.
>> Queso – Sasamón <<
Salimos pues de Sasamón, por la carretera BU-640 dirección Villegas, paralelos al cauce del Río Brullés. Al atravesar Villegas, veremos el desvío a Villamorón, una de las localidades de Burgos, desafortunadamente destacable en este caso por constar de un brevísimo censo – 1 habitante-. Atravesado Villegas continuamos por la carretera a Villadiego, al cual llegamos tras tomar el desvío a la izquierda por la carretera BU-627.
Villadiego, cabecera de la zona noroccidental y municipio con la mayor extensión de la provincia, fue fundada, según la tradición, por el conde Diego Rodríguez Porcelos (de ahí el nombre) en el año 860. Casi desde su origen se convirtió en un estratégico núcleo comercial y político.
>> Villadiego – Vista aérea <<
La villa ha sabido conservar algo mejor que otras localidades de tamaño medio la herencia del núcleo urbano de origen medieval. El elemento fundamental es el Arco de la Cárcel, la única puerta de la antigua muralla que se conserva. Por la parte interior del arco de la cárcel se conservan una serie de edificios (con entramado de ladrillo en su planta superior) de los siglos XV al XVII. Estas casas albergan junto con el arco un cuidado e interesante museo multidisciplinar, siendo el etnográfico el ámbito más representado.
>> Arco de la Cárcel - Villadiego <<
La calle que nace en el Arco de la Cárcel es el eje fundamental de la villa. Es unos pasos nos lleva a la amplia e irregular Plaza Mayor, presidida por la estatua del paisano más notable de la localidad, el historiador y monje agustino Enrique Flórez. Su obra más famosa fue la monumental "España Sagrada". Rodeada por edificios de antigüedad y estética diversa, lo más especial de la Plaza son sus galerías porticadas –con galerías dobles-, que a veces incluso armonizan columnas de madera y de piedra. En uno de los laterales, se encuentra una antigua y original plancha pétrea grabada, que con un simpático texto en verso vela por la prudencia del conductor.
>> Plaza mayor - Villadiego <<
Precisamente en la Plaza mayor se inicia la “Quemá del Judas”, fiesta de notable originalidad que se recuperó en 2002, celebrada el sábado Santo, con la colaboración y participación de las Asociaciones, Peñas y Vecinos del Pueblo.
Es una festividad de interpretación algo compleja y de orígenes inciertos – aunque se vislumbra en los ritos precristianos del ciclo de primavera-, mezclando, como suele ser habitual en estos casos, elementos muy dispares. La trama principal parece estar relacionada con un alarde o desfile militar, tal vez en recuerdo de alguna batalla, combinado con ritos carnavalescos en los que la condena y quema del Judas equivaldrían a la purificación de los pecados de la comunidad.
>> Quemá del Judas – Villadiego <<
Esta fiesta parece tener al menos tres siglos de antigüedad y se celebraba, con elementos muy similares a esta fiesta de Villadiego, en varias localidades de la provincia (incluida la capital). En algunos casos se limitaba a la "quema" propiamente dicha, como aún ocurre en Trespaderne. Entre finales del siglo XIX y principios del XX fue desapareciendo en parte por los gastos que ocasionaba y en parte por imposición de las autoridades eclesiásticas.
De este pueblo surge el dicho “Tomar las de Villadiego” que significa fundamentalmente ‘huir’. Existen varias explicaciones al origen de esta expresión. Una de ellas es que podría estar relacionado con los privilegios otorgados por Fernando III el Santo a los judíos de Villadiego. En la encomienda se prohíbe detener a los judíos y se establecen penas para quienes les hicieran daño. Villadiego se consideró una ciudad refugio en tiempos de persecución. La protección del rey se señalaba mediante unas calzas amarillas que debían llevar puestas en todo momento. Curiosamente este dicho también existe en el portugués, donde se dice "Dar às de Vila-Diogo".
Equidistantes a la plaza mayor se encuentran alzan las dos iglesias de Villadiego. La de San Lorenzo Mártir –al oeste- tiene una característica torre gótica y una portada del último románico. Alberga en su interior un museo de arte sacro.
>> Iglesia de San Lorenzo Mártir – Villadiego <<
Por su parte la iglesia de Santa María –al este- fue levantada en el siglo XVI. Su elemento más característico es una trabajada aunque algo perjudicada portada gótica.
>> Iglesia de de Santa María – Villadiego <<
Entre el resto de los edificios de Villadiego puede destacarse el llamado palacio de los Velasco. Originario del siglo XVI, en edificio nació don Bernardo de Velasco y Huidobro, último gobernador español de Paraguay. Luce en su fachada el característico escudo de la familia.
>> Palacio de los Velasco – Villadiego <<
Cerca de este palacio y junto al arco de la Cárcel, pasa casi desapercibido el convento de San Miguel de los Ángeles. La superficie ocupada por este monasterio vino a sustituir a la importante judería que tuvo Villadiego en tiempos medievales. Pasamos frente a él, al salir de Villadiego, en el desvío a la carretera CL-633 dirección Colulina.
Al unos kms de Villadiego, atravesamos Arenillas de Villadiego, una de la multitud de poblaciones incluidas en término municipal de Villadiego. Arenillas cuenta con su iglesia del S. XII-XIII, consagrada a San Martín de Tours, en el que destaca su ábside románico, de planta semicircular, con cuatro lienzos rematados con canecillos y separados por columnas adosadas al muro y rematadas con capiteles.
>> Iglesia de San Martín de Tours – Arenillas <<
Al poco pasamos al lado de Villaute –el pueblo queda a nuestra derecha- citado ya en 1240 como ‘Villa de Ute’, podemos encontrar dos construcciones de interés. Por una parte tenemos ‘la torre de los Varona’, datada en el siglo XV, que se conserva en un estado notable. Aunque rompe un tanto con la estética, con la instalación moderna de un tejado y un mirador en la parte alta, para un mejor aprovechamiento de la construcción, le da un aire peculiar al conjunto. La presencia de ventanas a distintas alturas delata la ubicación de las distintas plantas. La entrada original estaba dispuesta en la primera planta, a la que se accedía por una escalera ya desaparecida. También es remarcable la fábrica de las ménsulas de la parte superior. Tiene adosada una casa de labranza que, aunque altera el aspecto original de la construcción, no desentona en el conjunto.
>> Torre de los Varona – Villaute <<
Pero aún más interesante, aunque no tan llamativo en la lejanía, es la iglesia de San Martín, de estilo románico, y muy original por la existencia de un doble ábside, y cuyo interior también se configura mediante dos naves. De los dos, el más valioso en cuanto a decoración es el norte, datado a finales del XII, mientras que el otro fue muy probablemente anexado unas décadas más tarde, junto con la nave correspondiente, para la ampliación del edificio. En esta ampliación se observa una mayor simpleza en las formas. La decoración, tanto de la ventana como de los canecillos del ábside norte, es de cierta calidad, destacando una arqivolta en zig-zag y la repetición del motivo de la sirena de dos colas. También las columnas adosadas dan una mayor sensación de esbeltez y elegancia. La portada presenta aún algunos capiteles interesantes, si bien la forma general está muy desfigurada tras una modificación muy posterior al periodo románico.
>> Iglesia de San Martín – Villaute <<
Un poquito más adelante vemos el acceso a Melgosa de Villadiego, a la derecha, que es otro de los pueblos integrados en el municipio de Villadiego. Continuamos por la carretera CL-633, por tierras que los ríos han erosionado modelándolas y eliminando parte de sus arcillas, gravas y arenas, (materiales de relleno del terciario) provocando un paisaje suave con escasas ondulaciones, prácticamente llano y dedicado casi en su totalidad, salvo honorables casos de girasol o lino, al monocultivo de cereales de secano (trigo y cebada). Es muy escasa la vegetación arbórea salvo en las orillas de los ríos (álamos, sauces, chopos), sirviendo estas riberas fluviales de corredor faunístico y de hábitat de numerosas especies y rompiendo la monotonía del paisaje que la concentración parcelaria acentuó.
Unos kms más allá encontramos la localidad de Brullés, del mismo nombre que el río que vamos remontando desde Villasandino. A su entrada –a mano derecha- la Iglesia de San Martín Obispo, rehecha de otra iglesia, que estaba situada al norte del pueblo, en una cuesta. Barroca, de los siglos XVII-XVIII. De pequeñas dimensiones. Tiene una sola nave, muy sencilla, con cubiertas de yeso.
Pasado Brullés enfilamos a Coculina. Coalín o Covacolina (Cueva en la colina), son algunos de los nombres que tuvo la actual localidad. La Iglesia románica de San Millán Abad es hoy en día el gran patrimonio histórico de Coculina. Conserva elementos románicos como la portada sur, la pila bautismal y los canes en el exterior. Elementos góticos como la portada oeste y la espadaña. Rasgos mudéjares, como parte del coro, y barrocos, como son gran parte de los retablos.
>> Iglesia de San Millán Abad – Coculina <<
Ya en el entorno de Coculina vamos intuyendo la cercanía a la comarca de ‘Sedano y las Loras’, y una vez subimos al páramo vamos recorriendo a lo largo de la faldas del altiplano de La Mesa –a nuestra izquierda-. Como paramo ventoso que es, observaremos abundante cantidad de aerogeneradores en la zona, y pasaremos al lado de la sub-estación eléctrica ‘La Lora’ que regula la distribución de la energía generada. Al bajar al valle, pasaremos brevemente por esta comarca, atravesando por la localidad de La Nuez de Arriba, cuyo antiguo nombre era LA nuez de Úrbel, por el río que riega las tierras de la localidad.
>> La Nuez de Arriba <<
Pasado La Nuez, llegamos al enlace con la N-627, en el cual tomamos el desvío a la derecha, dirección Burgos. Vamos paralelos al cauce del Rio Úrbel, en el límite noreste de la cuenca del Duero, en la vertiente atlántica. Río estrecho y cerrado, de poco caudal, forma numerosos meandros, y en los períodos de deshielo invade las praderas. A los pocos kms de pasar Montorio, el río hace un brusco giro a un desfiladero. Abandonamos la N-627, por el desvío a la derecha dirección Huérmeces, y entramos en la carretera BU-622 que recorre pegadita el sinuoso cauce del Úrbel por la garganta rocosa y con arboleda abundante.
Así llegamos a Huérmeces, pequeño pueblo situado al borde del río Úrbel y en el antiguo camino, hoy vía secundaria, a Aguilar. Por su ubicación al comienzo de un pequeño desfiladero se cree que pudo ser una de las primitivas atalayas de repoblación altomedieval. Según algunas teorías pudo existir un castillo de esta época en el actual emplazamiento de la ermita de Cuesta Castillo, de nombre más que evidente. Tal vez por ello el lugar siempre ha tenido un cierto rango, y ya durante los siglos XVI y XVII seguía siendo hogar de varias familias nobles, algunas constituidas por indianos que regresaban con su fortuna. De esta época data parte del compacto grupo de casas, construido con la excelente y recia piedra caliza del páramo.
>> Huérmeces <<
En las afueras encontramos primeramente el palacio renacentista de los Arriaga-Salamanca –o de los Alonso de Maluenda-, acondicionado actualmente para uso turístico. Lo más llamativo del mismo es la balconada orientada al oeste (aunque para nuestra sorpresa averiguamos que fue creada en pleno siglo XX) y los medallones que flanquean su portada. En este lugar se ha desarrollado un proyecto mixto que implica la ocupación de parte del espacio por parte de la empresa dedicada a la rehabilitación de bienes artísticos y la utilización del resto para la celebración de eventos.
>> Palacio de los Arriaga-Salamanca - Huérmeces <<
El edificio más interesante se encuentra a la salida del pueblo en dirección a Santibáñez, situado en las afuera de la localidad. Se trata del palacio de los Fernández Zorilla, del siglo XVII. Nos cuenta el libro "Burgos, mansiones señoriales" que el lema de la familia era “velar se debe la vida de tal suerte, que viva quede después de la muerte”, un lema que da que pensar, sin duda. Llama la atención el excelente escudo familiar perfectamente conservado. El cuerpo principal guarda una estudiada simetría, aunque tiene anexas varias dependencias (entre ellas una capilla) y una gran huerta. Según algunas fuentes, en los siglos XVIII y XIX sirvió de colegio. Hoy en día el edificio se encuentra completamente restaurado y acondicionado.
>> Palacio de los Fernández Zorrilla - Huérmeces <<
Y aún queda un edificio histórico adicional, los restos de la torre de los Padilla, conocida en el pueblo como “El Torreón”. De la misma quedan dos lienzos casi enteros, pudiendo rebuscarse el arranque de los otros dos. Aparece citada en documentos de principios del siglo XVI. En 1774 se la menciona como posesión del Duque de Abrantes, indicando que por dentro está toda “desbaratada”. A día de hoy apenas se pueden ver algunas ventanas y aspilleras, aunque es evidente el uso de buen sillar en vanos y esquinas. Los estudiosos han detectado los restos de un cuerpo adosado. Buena parte de su ruina proviene de su derribo parcial en los años cuarenta del pasado siglo, por parte de su propietario, para vender la piedra para su uso en construcción.
>> Torre de los Padilla (años 30) - Huérmeces <<
>> Torre de los Padilla (actualidad) - Huérmeces <<
Continuando hacia el sur, dirección a burgos, a escasos 5 Km tenemos la localidad de Santibáñez-Zarzaguda, ya en la comarca del Alfoz de Burgos. Llama la atención sin duda por su gran templo, con aspecto casi catedralicio. Construida fundamentalmente a lo largo de los siglos XV y XVI destaca al exterior sobre todo por su gran torre, culminada ya en el siglo XVI. La Iglesia San Nicolás de Bari es de estilo gótico, constando de tres naves, con elementos decorativos románicos en la torre de estilo herreriano.
No obstante para el visitante medianamente avispado o avisado, resultará notable el apostolado románico que aparece empotrado en su fachada principal, a considerable altura. En realidad no es un apostolado completo, puesto que al interesante ‘Maiestas Domini’ con su ‘tetramorfos’ le acompañan únicamente ocho apóstoles. Insertados en la muralla protectora del atrio de la iglesia, a nuestra altura, encontramos dos figuras más. En realidad son dos réplicas que sustituyeron a las originales; hoy en el interior de la iglesia junto a las dos figuras que faltarían para la docena.
>> Iglesia San Nicolás - Santibáñez-Zarzaguda <<
Ya fuera de la iglesia, dedicamos unos minutos a ver sendos molinos de propiedad municipal recuperados recientemente, el de Villaniego y el de Somovilla. En este segundo accedemos a su interior, en el que se ha reproducido la maquinaria.
>> Molino de Villaniego - Santibáñez-Zarzaguda <<
Unos pocos al poco de atravesar Santibáñez-Zarzaguda, llegamos a la población menor del municipio, Miñón de Santibáñez. Minúsculo pueblecito en el valle de Santibáñez, en el que se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro, que se encuentra al lado izquierdo a las afueras de la localidad. Llaman la atención los restos procedentes del periodo románico; que se concentran en los canecillos del ábside y, sobre todo, en la portada.
>> Iglesia de San Pedro - Miñón de Santibáñez <<
Tiene aspecto algo extraño, no sólo por un “embutido” parcial en un contrafuerte posterior, sino por su configuración de arco parcialmente apuntado que fuerza un tanto la composición general. Data de finales del siglo XII o principios del XIII, y está sin duda entre las más interesantes del románico burgalés. La primera arquivolta es quizá la más llamativa. Está compuesta de doce medallones que representan supuestamente los doce signos del zodiaco. No obstante, no se puede establecer una relación unívoca entre todas las figuras y los símbolos astrológicos. Tal vez estén inspirados en miniaturas de códices. No tan llamativa, en principio, es la tercera arquivolta; pero si nos fijamos un poco descubriremos su delicada talla, en donde abundan los personajes tocando instrumentos, así como otros de interpretación más confusa. Nota común es la macrocefalia (“cabezón”) que muestran todas las figuras. A la composición se suman otras dos arquivoltas más sencillas, con motivos geométricos.
>> Iglesia de San Pedro - portada <<
Llegando a Mansilla vemos el cerro eminente cerro del Castillo que queda al oeste del pueblo –nuestra derecha en el orden de marcha-. Su nombre proviene quizás de una antigua “mansio” romana. Tuvo su importancia histórica al ser cabeza de uno de los alfoces burgaleses de la época de la repoblación (siglos IX-XI). El castillo desde el que se controlaba el Alfoz se ubicaba, más que previsiblemente, en un llamativo cerro situado al oeste del pueblo. No en vano la loma recibe el nombre de El Castillo y en la misma se han localizado algunos restos que podrían estar asociados al mismo. Al atravesar Mansilla tomaremos el desvío a la izquierda por la carretera BU-V-6011, con dirección a Quintanaortuño, por la que atravesamos la diminuta localidad de Las Rebolledas, la no tan pequeña localidad de Celadilla-Sotobrín, para llegar a Qintanaortuño –pueblo natal de San Juan de Ortega Al atravesar Quintanaortuño y llegar al enlace con la carretera N-623, tomamos el desvío a la derecha, dirección a Burgos.
Sotopalacios es nuestro destino final de ruta y de conce. En tiempos pretéritos fue el pueblo más importante del valle del río Ubierna, con dos barrios, estación de ferrocarril e incluso cárcel. En la localidad se encuentra el castillo nobiliario construido por los Manrique, y fortaleza solariega de los Adelantados de Castilla, que perteneció sucesivamente a los Padilla, a los Duques de Lerma, a los Duques de Segorbe y Cardona, a los Duques de Medinaceli y a los Duques de Feria, hasta que en la segunda mitad del siglo XX propició su abandono, ruina y enajenación por el linaje que lo había poseído durante más de 400 años. Entre las causas de su destrucción hay que contar el haber sido cantera fácil para algunos vecinos de Burgos y el haber servido de depósito de municiones en la última guerra civil.
Hoy está restaurándola su dueño César San José. Es uno de los más grandes y mejor conservados castillos de la provincia de Burgos, gracias a la labor de restauración que durante muchos años está llevando a cabo su propietario. El aspecto del edificio más que militar es claramente palaciego, como puede deducirse de sus proporciones elegantes, construcción en zona llana y el hecho de constatar que corrientemente estuvo habitado por los Padilla. En su interior hay un patio alrededor del cual se disponen distintas salas palaciegas. También pudo tener cierta función disuasoria, especialmente frente a los campesinos, como lo indica el que las dos torres más hoscas den cara al pueblo. Popularmente se conoce como Castillo del Cid.
>> Castillo de los Adelantados - Sotopalacios <<
Comeremos en el Restaurante ’La Casa de los Tiros’. Enclavado en una casona del siglo XVI, de estilo renacentista, compuesta por dos cubos. En las dos puertas conserva el escudo de la familia. Posee dos balcones, uno de ellos de especial belleza, con molduras y forjas de gran interés, que destaca por ser el único existente en la zona de sus características y época. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992.
>> Restaurante ’La Casa de los Tiros’ - Sotopalacios <<
La zona de aparcamiento la tenemos a 2 pasos del restaurante. Si vamos sobre el horario previsto llegaremos a eso de la 13:30 –prontito- para poder papear con calma y tener tiempo de sobra para retornar a casa a una hora prudente.
El menú habitual consta de 5 primeros y 5 segundos a elegir entre:
Primeros: - Garbanzos, sopa y berza de cocido
- Patatas a la importancia
- Pasta con tomate
- Puerros con vinagreta
- Ensalada mixta
Segundos: - Guiso de carne
- Rabo de toro o Carrilleras de cerdo estofadas
- Cachopo
- Pescado del día
- Huevos fritos con morcilla
El menú cuesta alrededor de 20€ por comensal y se incluye poste, pan y agua/vino.
Aviso: Cada fin de semana varían alguno de los platos del menú en función de la disponibilidad del producto de temporada.NO es necesario que me indiquéis que es lo que queréis, tal y como me ha confirmado el restaurante, se puede elegir en el momento de comer.
Tras la comida se dará por finalizada la XCII Concentración RSC - Castilla y León (18-19 Abril 2020) "Tierras del Cid"BONUS post-conce:A tiro de piedra de Sotopalacios tenemos Vivar del Cid. La tradición atestigua que en esta aldea nació El Cid, aunque no hay documentación histórica que lo pruebe y la primera vinculación de Rodrigo Díaz con Vivar (a la que se añadió «del Cid» para reforzar esta adscripción) aparece en el conocido cantar de gesta: el Cantar de Mio Cid, compuesto hacia 1200. Durante el mes de julio –durante el primer Fin de semana- se celebran las Jornadas Medievales, cuyos actos giran en torno a la figura de El Cid. En la localidad encontramos el punto de partida –legua cero- del Camino del Cid, a las afueras, junto al Molino del Cid y muy cerca del Monasterio de Nuestra señora del Espino.
>> Monumento al Cid - Vivar del Cid <<
>> Hito de la Legua Cero - Vivar del Cid <<
>> Jornadas Cidianas - Vivar del Cid <<