Bravo, bravo y bravo. Estamos viviendo tiempos extraordinarios y las actuaciones que se derivan de ello también tienen que serlas.
En mi opinión es lo que se tenía que hacer, por responsabilidad para con nosotros y con el resto.
Pensemos que esto no es un adiós, sino que puede ser sólo un hasta luego. La concentración, que con tanto cariño ha preparado Alfonso, ya la tiene montada, y si decide convocarla más adelante, cuando todo esto haya pasado, auguro una asistencia aún mayor que la que había prevista.
Ya ha habido precedentes. Una concentración de Ángel en Valencia tuvo que suspenderse "in situ" por lluvias torrenciales. Decidió hacerla un tiempo después, tal y como la tenía preparada y fue una con una asistencia brutal. Nos resarcimos a base de bien.
Mucho ánimo Alfonso!
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