Muchas gracias a los organizadores por estar al cargo de esta concentración, además teniendo que improvisar la ruta según nos encontrábamos obstáculos inesperados.
A pesar de las abundantes zonas con barro y algunos restos de árboles, hemos podido disfrutar de un ritmo alegre en algunos momentos tanto sábado como domingo.
Uno de los puntos fuertes de la concentración ha sido el restaurante La Falda del Montseny, que desprende calidad y cantidad a raudales. Las raciones son obscenamente grandes, no recuerdo haber visto algo así muy a menudo. Creo que todos quedamos impresionados (la gente ponía unas caras...)
Y el ambiente de grupo, con todos los compañeros, ha sido genial. Me lo he pasado muy bien charlando con unos y otros, la verdad.
No tengo ni una foto, pero Lyn si que ha hecho unas cuantas, en cuanto tenga un rato las cuelgo.