Bueno, pues aquí van nuestras fotos.
Nos lo hemos pasado muy bien; las rutas, el hotel, la comida...todo.
Llegamos el viernes a comer al hotel. Esta era la vista desde la terraza del restaurante.
tras comer empezamos la ruta. visita a Roda de Isábena.
Hacia frío, pero bastante menos de lo que esperábamos, la verdad. Incluso llevábamos las cadenas en el coche por si acaso, pero en ningún momento hubo que sacarlas.
Pillamos muchos ratos de buen sol y cielo azul, y otros de una niebla bestial. Luego pondré un vídeo con grabaciones que hizo Cristina.
Este es el hotel. Bestialmente chulo.
Un mini pueblo consistente en diferentes pequeñas casas donde se encuentran repartidas las habitaciones.
Las zonas comunes fueron correspondientemente aprovechadas. Tomar algo al acabar la ruta, conociendo siempre a gente nueva es parte del encanto de las concentraciones.
Al día siguiente desayuno y en marcha.
Tras un rato tuteando, dejamos los coches en un parking inventado y vimos el castillo de Loarre.
Algunos valientes subieron a verlo. A nosotros nos lo impidió un animal que nos encontramos, así que tuvimos que darnos la vuelta tras hacerle una foto. Una lástima. Nos hubiera venido bien el ejercicio con lo que comimos.
Yo pensaba que en este club, la gente siempre tenía los coches limpios, pero la realidad es bastante diferente como puede apreciarse en las fotos. Es solo un mito.
Paramos a comer en Sietamo.
Aquí en ND de Carmiher. Que maravilla de perfil tiene este coche. Me encanta.
El restaurante, la comida y el servicio estuvo muy bien.
Saliendo del restaurante.
Seguimos ruteando. Que chulo ver el montón de coches unos detrás de otros.
Con lo pronto que anochece, se nos acabó el día camino de vuelta. Parada a repostar y limpiar un poco los coches.
Domingo por la mañana. Más ruta. Como mola.
Parada a tomar café. Ahí empezó a empeorar el tiempo con unos ingenuos bancos de niebla que pensaban podrían con nosotros.
De ahí y tras más curvas de las que no tenemos fotos, llegamos a la fábrica de chocolate de Willy wonka.
Llenamos las dos colas para pagar. La que liamos....
El chocolate estaba dentro, pero fuera se podía ver también algún bombón...... jejeje
De ahí, algunos amigos marcharon hacia casa. Otros fuimos a comer, pero tras varios días con excesos en la comida, optamos por algo ligero. El camino a casa era largo y lo recomendable era un rápido tapeo para seguir la marcha.
El parking del restaurante se impregnó de preciosos biplaza de propulsión.
Con esto, cada uno se fue a su respectiva casa por el camino que más le convino, a ocupar el tiempo que quede hasta la siguiente concentración.
Cristina y yo nos lo hemos pasado muy bien. Esperamos este año asistir a la mayoría de las concentraciones.
Nos ha encantado. Gracias Fastboy por la organización.
Conocer cada vez a más gente del grupo, tanto a los nuevos, como a los más veteranos no hace más que añadirle encanto a las quedadas.
Gracias a todos.
Enviado desde mi iPad utilizando Tapatalk