Estupendas fotos y bonito reportaje Magicar.
Me ha entrado la nostalgia de algún año a mediados de la década pasada que me hice varias concentraciones europeas de Volkswagen.
Es una forma de conocer sitios y gentes muy especial, a un ritmo pausado pero con bastante seguridad de no quedarte tirado.
Vas a ritmo de camión, pero casi siempre sigues adelante (aunque pueda surgir algún pequeño contratiempo, suelen ser subsanables). Eso sí, hay que evitar los días de viento, aunque en eso el Karmann va un pelin mejor que el escarabajo, que los hace delicados de conducir con ese reparto de pesos tan movido hacia atrás.