Ruta para el domingo:
https://goo.gl/maps/GZCzhNmss4zTb1kp7La ruta finaliza en una chocolatería,(
https://chocolatesbresco.es/). Después de esta parada cada cual podrá emprender el regreso a su casa o alargar la jornada comiendo con nosotros en Barbastro.
Os invito a conocer su historia:
https://chocolatesbresco.es/chocolates-bresco/En el año 1830, el azucarero Francisco Brescó, tras un largo recorrido desde Alentorn (Lleida), llegó a la población de Benabarre con el objetivo de ejercer su profesión en esta zona. En Aragón no sólo encontró un paraje donde llevar a cabo su pasión por el chocolate, también conoció a la heredera de la casa Escolà, con quien en pocos años contrajo matrimonio. Seis años más tarde, en el contexto de la Desamortización llevada a cabo por Mendizábal que empezó en el año 1836, la familia Brescó-Escolà, ya plenamente asentada en la población, decide adquirir una parte del segundo convento escolapio de Benabarre en una subasta pública, que será utilizada como sede de la chocolatería Brescó.
Es justamente en este momento en que podemos decir que se inicia la larga tradición familiar de maestros chocolateros en el mismo lugar en que empezó nuestro antecesor y, donde todavía hoy, continúan elaborándose chocolates de una calidad muy apreciada. Tras el fallecimiento de Francisco Brescó (2003), la familia ha seguido investigando y elaborando numerosos productos, ahora en el nuevo edificio, situado en la carretera N-230, km. 68.
En el siglo XVIII el chocolate era elaborado por los maestros chocolateros casi exclusivamente a mano, con instrumentos como los que actualmente pueden contemplarse en el Museo Obrador del s.XVIII, ubicado en casa Brescó, en el centro de Benabarre, junto a la iglesia. El chocolate se elaboraba con un 60% de cacao y se le añadía azúcar y especias como la canela, el clavo o el cardamomo. Se trataba de un chocolate para degustarlo fundido y sin añadirle leche o agua ni harina. Se fundía sólo al calor del hogar de fuego y se tomaba bebido. Como podéis imaginar este chocolate era un producto de costosa elaboración y por lo tanto estaba reservado para las clases más pudientes y la Iglesia. El chocolatero preparaba también un tipo de chocolate más económico destinado a las gentes más humildes. Éste consistía en azúcar en una proporción de un 50%, y el otro 50% restante era azúcar con un poquito de cacao y las especias más abundantes en ese momento: la canela y la vainilla. El uso de este otro chocolate era distinto al chocolate a la piedra que elaboramos todavía, pues estaba destinado para las gentes más adineradas. Este chocolate con harina debía hervirse con leche o agua, según el poder económico de la familia, y resultaba más espeso, dando así lugar al chocolate en polvo a la española...