Etapa 10. Mis impresiones con algunas imágenesLa décima etapa, se desarrollaba en su totalidad en los Alpes suizos; en su primera parte descendía desde la localidad de Champex hacia el valle del Ródano, que íbamos a seguir después hacia el Este hasta llegar a la encrucijada del Grimselpass y Furkapass, más tarde vendrían los pasos del Oberalp, Lucomagno y la vertiente Sur del San Bernardino, finalizando la etapa en el pueblo de S. Bernardino a 1.600 m de altitud.
Para situarnos podemos echar un vistazo al recorrido general de la etapa en el siguiente mapa:
El pronóstico de meteo nos informaba de una jornada en la que tendríamos tiempo nuboso y posibles lluvias que en realidad no llegaron a producirse más que en algunos momentos muy puntuales de la etapa.
La mañana amaneció en la estación de Champex muy acorde la previsión, con ambiente húmedo y las nubes jugando con el perfil de las montañas, pero lo cierto es que en el interior del hotel Splendide se estaba divinamente disfrutando del desayuno; en la foto el el Canya Team (Anna y Javier) y Gema (acompañante de Ozelui).
Unas fotos en el momento en el que nos disponíamos ya a iniciar la etapa.
Alejandro (190SL) y Lorena (DixiePixie)
Los Canya (Anna y Javier)
Y foto de una parte del grupo.
Llega el momento de iniciar la pequeña aventura del día; los seguidores del hilo ya saben que quien está en pie en la primera foto no es otro que Ozelui.
Y hablando de Ozelui, aquí lo tenemos capturando a saber qué.
Algo más tarde, ruteando ya por el valle del Ródano, pasábamos junto a la pequeña ciudad de Sion, presidida por dos pitones rocosos coronados por dos fortalezas episcopales -Notre Dame de Valère y el Tourbillon- que testimonian la importancia que históricamente tuvo el obispado de Sion, fundado en el siglo IV, en los planos político y religioso a lo largo de la Edad Media.
La foto siguiente refleja el paisaje que nos acompañaba ruteando en un largo tramo por el valle del Ródano en su parte helvética más abierta, lejos todavía de la zona mucho más estrecha y agreste cercana a los grandes puertos de la Suiza central.
Llegamos tras este recorrido a la aldea de Gletsch, punto de unión de las rutas de los puertos hermanos Grimselpass y Furkapass, y nos encontramos con que la parte inferior del alto valle está despejada pero la cima de los puertos va a estar tapada por las nubes; en efecto, subimos a la cima del Grimselpass y allí la niebla apenas impedía ver nada, lo que no impidió hacer la foto de rigor para testimoniar que habíamos llegado hasta allí.
Las fotos siguientes están hechas en una parada en uno de los tramos del Furkapass, con la clásica y conocida imagen del viejo hotel Belvédère junto al la morrena del glaciar del Ródano y el nacimiento de este río formando una gran cascada. He perdido la cuenta de las veces que he hecho este tramo y nunca me deja de impresionar por la grandiosidad del paisaje; las fotos no transmiten ni de lejos la sensación de estar en ese suntuoso escenario natural en el que el hombre ha construido unas carreteras de espectacular trazado.
Desde la misma posición miramos hacia atrás y ahí están las curvas de la vertiente Sur del Grimselpass.
Seguimos subiendo el Furka con parada obligada en el parking que hay junto al nacimiento del Ródano, y ya algo más arriba nos detenemos de nuevo en un punto panorámico en el que haríamos el picnic de la etapa; un picnic con vistas, nunca mejor dicho.
Pero antes de comer, unas fotos de la tropa.
Gema sacando con su móvil una foto al valle de Gletsch. Al fondo de la escena algunas curvas del Furka se mezclan con otras del Grimsel.
Javier con Anna que lucía un gorro suizo muy apropiado para la ocasión.
Y Javier ahora en plena preparación del picnic.
Seguimos ruteando y llegamos por fin a la cima del puerto, en la que hay una pequeña meseta en la que aparcamos los roadsters.
Sigue la foto testimonio que prueba que hemos estado en el Furkapass, seguramente el más famoso de los puertos alpinos suizos.
Foto ruteando ya por la bajada del Furkapass hacia el Oeste, que nos ofrece continuamente unas vistas preciosas sobre un alto valle alpino en el que se emplaza al fondo el pueblo de Andermatt y más allá las montañas por las que discurre la ruta del Oberalpass, que sería nuestro siguiente puerto de la jornada.
Y para que no se diga ahí estamos en la cima del Oberalpass con un par de fotos.
No era el último puerto de la jornada, ya que poco después vendría la interesante ruta del Passo de Lucomagno que comunica el cantón de los Grisones con el del Ticino con cambio de lengua del romanche al italiano. Y para no perder las buenas costumbres otra foto, esta vez en la cima del Lucomagno.
La anterior es mi última foto del día, aunque hay que decir que desde la cima del Passo de Lucomagno (Lukmanierpass en alemán) nos quedaban todavía unos 90 km de recorrido para llegar al pueblo de San Bernardino, en el que a 1.600 m de altitud culminamos felizmente y sin novedad esta décima etapa realmente muy alpina.