Esta será una crónica breve y seguramente algunos lo agradecerán.
Esto se debe a dos factores, principalmente:
• Otros participantes han descrito e ilustrado con todo lujo de detalles los pormenores de la concentración.
• A pesar de llevarlas conmigo, no llegué a desplegar mis cámaras GoPro en los dos días. Tenía miedo a que, con el tremendo calor, les iban a
pasar algo. Así, no hay videos.
• Las fotos sacadas han sido pocas.
No obstante, allí va un poco de historia:
Sábado
En esta concentración, me acompañaba Terratico, cuyo roadster estaba en el taller. Quedamos con Luis, que no vive lejos de mi casa, en salir el sábado a mediodía e ir directamente al punto de encuentro. Llegando a Toledo, encontramos el coche de Santiago (Phoenix2000) en la autovía y él decidió seguirnos pero le perdimos de vista al entrar en Navahermosa, donde llegamos sobre las 13:30.
Después de refugiarnos del calor en un bar del centro, los tres decidimos buscar un sitio para comer y vagando por las calles, topamos con un sitio llamado “El Tribu” y sorpresa de las sorpresas, divisamos unos roadsters aparcados enfrente y en una mesa fuera, algunos buenos amigos del Club. Juan e Isabel, Andrés y Geni, Raúl y Ana y nuestro compañero de viaje perdido, Santiago y compañera. Tomamos un bocadillo con ellos y nos dieron una información valiosa- el punto de encuentro era una gasolinera Repsol situada a 500 metros del restaurante y no una Cepsa al otro extremo del pueblo, que indicaba Google Maps.
Para allá nos fuimos y nos encontramos con el resto del contingente del Tour, perdón Conce, con Miguelvet presidiendo. Conocí a la mayoría de las personas, pero había unas cuantas caras nuevas. Después de los saludos, abrazos y besos de rigor, llenamos los depósitos y emprendimos ruta.
En la parada que hicimos en un pequeño pueblo a media tarde, aproveché para charlar más detenidamente con algunos de los nuevos y conocer algo más sobre sus lugares de origen, sus roadsters y sus aficiones. Me di cuenta que había una buena representación de Granada- creo que cuatro roadsters.
El tramo de la tarde fue muy interesante con bonitas curvas y disfrutamos mucho, sobre todo Terratico, que, como cualquier niño, insistió en que yo empleara el modo “sport” o “sport plus” del coche, para animar la cosa.
Sobre las 19:30 vimos las indicaciones para el hotel y después de atravesar una impresionante entrada de más de 2 kilómetros, pudimos divisar el moderno edificio, situado con vistas al embalse de Valdecañas. Simplemente espectacular. Teníamos parking cubierto para nuestros roadsters en los bajos del hotel.
Antes de que anocheciera, me pude dar un paseo para ver las instalaciones- un magnifico campo de golf, piscina y playa con su chiringuito y preciosas vistas sobre el embalse.
Después de la excelente cena, algunos nos quedamos en la terraza del hotel tomando una copa hasta …., aprovechando la buena temperatura y disfrutando de la compañía de buenos amigos.
Domingo
La hora de salida estaba fijada para las 09:30 y después de un esplendido desayuno, con mucha variedad y en un amplio salón, nos presentamos en la entrada del hotel con rigurosa puntualidad.
Estaba estrenando dron y pedí a Miguelvet que me dejase algunos minutos para unas tomas del grupo y de los roadsters antes de salir. Con el inestimable ayuda de mis colaboradores técnicos, Libre y Jmaben, conseguí sacar el corte video que tenéis a continuación. Os prometo que los siguientes serán mejores, en cuanto aprenda todos los trucos del aparato.
Ruta variada hasta Guadalupe, sobre todo el tramo antes de la llegada a la villa. Durante el tramo encontramos varios coches Bentley de distintas épocas y matricula inglesa que iban en sentido contrario. Estarían haciendo su propia concentración, pensé yo. Y efectivamente, vimos a una pareja despistada con su Bentley descapotable dando vueltas por el centro de Guadalupe buscando desesperadamente la forma de salir de allí.
Aprovechamos la parada para visitar los lugares más interesantes de esta enclave tan bonito- la catedral y el parador, sobre todo, dado que había una larga espera para poder visitar el monasterio.
En el tramo hasta Trujillo, me acompañó la simpática Isabel, mujer de Juan Varela, a quien le encanta mi coche. (Es la segunda vez que monta en el en una conce). Y desde luego, fue la parte más agradable de la ruta.
Llegados a Trujillo, parking de privilegio para nuestros roadsters, ocupando toda la plaza, una vez que Patisurf consiguiese que un autocar se quitara de en medio.
Comida agradable en una terraza en la misma plaza, donde aprovechamos una vez más para estrechar amistades.
Una vez terminado, pudimos resistir la invitación de los organizadores para dar un paseo por Trujillo bajo un sol de justicia y los de Madrid centro- Raúl/Ana, Luis, Terratico y yo emprendimos la ruta a casa, donde llegamos sobre las 20:00.
Mis sinceras gracias a Marian y Miguel por organizar y liderar esta esplendida concentración, con ampliaciones a Toledo y visita turística a Trujillo incluidos.