Etapa 8. Mis impresiones con algunas imágenesAbrimos la octava etapa, y comenzamos insertando el mapa general de la misma para situarnos.
Los primeros kilómetros de esta etapa discurrían todavía en territorio del Jura francés, pero poco después y tras un tramo de enlace de vía rápida entrábamos ya en Alsacia para recorrer las bonitas carreteras del macizo de los Vosgos y visitar alguno de los pintorescos pueblos de esta bella región francesa.
Continuábamos con una meteorología priviligiada y la jornada se presentaba con cielos de nubes y claros, excelente visibilidad y temperaturas que animaban más a llevar un jersey o una cazadora que a ir en manga corta.
La noche anterior la había pasado solamente regular pues la lesión de rodilla ocasionada el día anterior me molestaba bastante, hasta el punto de que en alguno de mis despertares nocturnos llegué a pensar si podría finalizar el Tour si esto se ponía a peor, aunque afortunadamente la cosa fue mejorando poco a poco.
Tras el desayuno y la sesión rutómetro de rigor arrancamos rumbo a Alsacia. No llevábamos media hora de ruta cuando en el pueblo de St. Hippolyte nos encontramos al compañero Bris, que acompañado de varios familiares suyos estaba haciendo un Tour privado con una ruta muy similar al Tour oficial del Club. Lo cierto es que Bris había contactado conmigo unos meses antes para coordinar algunos aspectos de su ruta y ver la manera de poder coincidir con nosotros en algún momento aunque en realidad no habíamos llegado a concretar la manera de hacerlo; yo sabía que ellos llevaban ruteando desde la etapa 6 con un recorrido que seguía fielmente muchos tramos de la del Tour oficial pero nunca hasta ahora habíamos coincidido. El encuentro fue pues una pequeña sorpresa y un motivo de alegría y tras los saludos y abrazos de rigor nos fuimos todos en grupo a tomar un café y pasar un buen rato charlando de anécdotas de nuestros respectivos viajes. Lo cierto es que mi cabeza andaba aquella mañana algo revolucionada y me dejé la cámara de fotos en el coche, así que no tengo foto de este agradable encuentro.
Un par de etapas después volveríamos a coincidir, esa vez en la Selva Negra, y de ese segundo encuentro con Bris y sus compañeros de viaje sí tengo fotos, pero de eso hablaremos más adelante.
Lo cierto es que la cámara de fotos permaneció en la mochila hasta la hora de comer, y mi primera foto del día la saqué en la terraza de un restaurante situado en la cima del Ballon de Alsacia a 1.179 m de altitud. Aquel día habíamos decidido cambiar el pic nic por una comida “con mesa y mantel” en la que, eso sí, el ambiente de aire libre de montaña fue el mismo que si hubiésemos optado por el modo picnic. Y ahí tenemos a una parte del grupo.
Hay que decir que antes de comer habíamos disfrutado de lo lindo ruteando por el revirado trazado de la carretera del Ballon, cuya vertiente Norte nos regalamos en un baja y sube como tramo adicional, ya que en la ruta del Tour estaba inicialmente previsto realizar únicamente la vertiente Sur.
Cuando estábamos comiendo apareció por allí una joya de roadster, cuyo piloto y copiloto aparcaron y se fueron a tomar un café y yo aproveché para sacar de cámara y diparar. Hay que reconocer que en materia de roadsters, la estética de los clásicos ingleses es difícilmente superable.
Un rato después los afortunados piloto y copiloto de aquella belleza continuaban su ruta.
Un poco más tarde, y ya con las hambres calmadas, nuestro grupo continuó en jornada vespertina el recorrido previsto, que discurría seguidamente por la llamada
“ruta Joffre”, una carretera de montaña construida por la armada francesa entre los años 1914 y 1918 que tuvo un estratégico papel militar en la Segunda Guerra Mundial. Por esta ruta nos dirigimos a la mayor altitud del macizo de los Vosgos: el Grand Ballon, situado a 1.424 m de altitud, en donde paramos a tomar un café en el
“Chalet Hotel du Grand Ballon” situado en la cima del puerto.
Desde allí arriba las vistas hacia el Este eran inmensas y dominaban a lo lejos el valle del Rhin; en la siguiente foto, en la que vemos los rojillos de Andrew y de David y Malena, se aprecian un poco esas lejanas vistas panorámicas.
Continuamos después nuestra ruta por las alturas del macizo de los Vosgos, que de Sur a Norte recorre una carretera que discurre por la parte más elevada del macizo, es la llamada
“route des crêtes” -ruta de las crestas-; un rato más tarde llegábamos a otro de los puntos más elevados del macizo: el Hohneck a 1.362 m de altitud, y ahí tenemos a una parte de los componentes del grupo disfrutando del momento.
Y en lo alto del Hohneck, Jmaben los muestra el paisaje
Los Mivis
Y Gabi
Y mientras tanto Ángel, 190Sl y Malena disfrutaban de una animada charla; no tengo ni idea de lo que estaban hablando pero algo interesante y entretenido sin duda debía ser…
Sí sí…. os estaba fotografiando… ¿acaso no os habíais dado cuenta?
Y parte del personal se fue a dar un paseo por un sendero para llegar hasta un mirador.
Y los roadsters felices y contentos…
Continuamos nuestra ruta, y en la última parte de la etapa nos dimos un paseo por uno de los pueblos más bonitos de Alsacia: Kaysersberg, con su pintoresco y encantador ambiente que parece sacado de un cuento. Fue un placer pasear al final de aquel atardecer de verano por aquellas viejas callejuelas empedradas y rodeadas de casas de arquitectura tradicional alsaciana. Siguen unas cuantas fotos que hablan por sí solas y no precisan de más
comentarios.
Un poco más tarde, ya en nuestro hotel de etapa, hacíamos una cena un tanto peculiar pues la propietaria del hotel se había disculpado con nosotros por no poder ofrecernos una cena al uso con motivo de una enfermedad grave de un familiar muy cercano, ofreciéndonos las instalaciones del hotel para que nosotros mismos pudiésemos montarnos la cena con nuestras propias viandas; como desde el día anterior ya conocíamos la incidencia, ésta se solucionó a plena satisfacción a base de hacer una visita al supermercado, cada uno compró lo que quiso y las viandas adquiridas llenaron la mesa de la cena, que disfrutamos como siempre en buen ambiente y buena compañía.
Continuará…