Bueno, pues no nos podemos quejar de la amplitud de los reportajes que se han publicado aquí sobre la etapa 2, con vídeos, fotos, relatos, anécdotas...ha habido mucho y bueno para volver a revivir muchos de los mejores momentos de la etapa, y a la vez hacer partícipes de todo ello a los visitantes del hilo que no han participado en el Tour.
Llegado es pues el momento de comenzar a hablar un poco de lo que ocurrió en la etapa siguiente: la 3!
Por cierto, comentar antes de nada que en este hilo estamos metiendo prácticamente todos los participantes la mayoría de las fotos en un formato algo mayor que en otras ocasiones que se colgaban en el tamaño tipo 800x600, pero sin ser tampoco de un tamaño enorme, lo que retardaría en muchos casos su apertura o incluso podría bloquear la apertura del hilo en conexiones de baja calidad; de hecho, un formato en torno a los 1.500 de anchura mejora mucho la calidad y no retarda prácticamente visión de las fotos en el hilo; por razón de ello, recomiendo siempre pulsar sobre la barra superior de las fotos pues se abren a tamaño mayor ganando lógicamente muchos puntos la calidad de su visionado.
Etapa 3. Mis impresiones con algunas imágenesComo en anteriores etapas echamos un vistazo al recorrido general de la Etapa 3, que discurría en zonas de media montaña a través del macizo de la Montagne Noire y distintas zonas del parque natural regional del Alto Languedoc, con un paisaje de carácter atlántico en el que praderas, bosques y lagos se sucedían con el paso de los kilómetros; ya en la última parte la etapa tomaba tonalidades más mediterráneas recorriendo los circos de Vissec y Navacelles y el recorrido finalizaba en un tranquilo lugar al pie del macizo de las Cévennes.
La tarde anterior habíamos finalizado la etapa acompañados de un chubasco tormentoso llegando al hotel rural en el que la etapa 2 finalizaba; a la mañana siguiente el día amaneció nuboso pero sin lluvias, pero los roadsters estaban bastante mojados.
Con la misma ilusión que en la mañana anterior salté de la cama algo antes de las 7:00 h y poco después los más madrugadores y activos en materia de detail ya estaban dando los mimos de rigor a sus roadsters, tal es el caso de Mivi y Jmaben a quienes vemos en la imagen, al fondo está el Mx5 de Ozelui que no había bajado todavía, viniéndonos a la cabeza el pensamiento de cómo su chica Gema, que se había puesto pachucha la tarde anterior, habría pasado la noche y con que estado físico y de ánimo habría amanecido por la mañana; un rato después sabíamos que estaba del todo recuperada, con la natural alegría que la noticia produjo en todo el equipo del Tour.
Desayunamos plácidamente, echamos una visual a la ruta de la etapa, saldamos cuentas con el hostelero, y fuimos ya de ruta que había ganas.
La foto, en el momento de salir del hotelito.
Aquella mañana habíamos valorado si íbamos a hacer o no el “extra” de subida al Pic de Nore, punto culminante de la Montagne Noire (que suponía un aumento de recorrido de unos 35 km y aproximadamente una hora más de desarrollo de la etapa entre ruta adicional y parada en la cima); mi advertencia de que el extra se hacía sobre una etapa ya de por sí bastante larga con recorrido inicial de 285 km que nos colocaría la etapa en los 330 km de ruta en su totalidad por carreteras secundarias, no sirvió para rebajar los ánimos de nadie y todo el mundo quiso subir …”al fin y al cabo, llegado el caso ya lo arreglaríamos con una Q3 al final de la etapa…”
Pues allá subimos y por ahí anda en la foto el personal en lo alto del Pic de Nore al pie de la antena de Tv y telecomunicaciones allí instalada.
Y si los participantes salen favorecidos en el Pic de Nore, los roadsters no se quedan atrás…
Tanto la subida hacia el Pic de Nore atravesando las intrincadas carreteras de la comarca del Cabardés, donde cada año tiene lugar un conocido rallye, como el descenso por la vertiente Norte en dirección a la villa de Mazamet, tenía tramos muy estrechos con dificultad incluso para el cruce con los vehículos que viniesen de frente, aunque la circulación era prácticamente nula, pero la contrapartida estaba en el ruteo por lugares apartados en plena naturaleza.
Por cierto, ahí tenemos al personal saludando en la cima; de izquierda a derecha: Andrew, Ángel, Miva, Mivi, Jmaben, 190SL, Lorena, Sole, SoloMarcos, Gema, Ozelui.
En Mazamet hicimos supermercado para provisión de picnic y también gasolina, y seguidamente emprendimos la subida a las alturas del parque natural regional del Alto Languedoc por carreteras en las que las curvas se sucedían
interminablemente con muchos tramos entre bosques; recuerdo a SoloMarcos comentar desde su Abarth
“me lo estoy pasando como un enano…” , pero estoy seguro de que no era el único que ruteando por aquellas carreteras reviradas se estaba divirtiendo.
En una parada en ruta hay sesión fotográfica y ahí anda Miva cámara en ristre.
En uno de los lagos del parque natural del Alto Languedoc, concretamente en el de Laouzas, hicimos el picnic de la etapa y las fotos siguientes están hechas inmediatamente después de esa parada para comer.
8 roadsters ruteabamos en esta etapa, aunque en días posteriores la cifra subiría a los 8 y hasta a los 10 en las etapas 5 y 6 con la llegada del Z4 de Gabi y el Mx5 de David, pero de eso ya hablaremos cuando toque.
Había una bonita luz en aquel mediodía.
Dos generaciones de Boxster, el 987 de Ángel y el 981 de Mivi y la peculiaridad de los diseños de Porsche…cambios sin estridencias de modo que un modelo nunca “envejece” al anterior, es una buena filosofía de la marca.
La zaga del Abarht de SoloMarcos con esos escapes que destilan un melodioso sonido deportivo y realmente muy bonito.
Los Mivis con su nuevo juguete que lucía, si cabe más, con ese fondo panorámico
El amigo 190 SL lucía aquel día muy
fashion con camiseta y reloj de Mercedes a juego.
Mivi estaba realmente muy contento con el
“rojillo”; en realidad, el SLK que antes tenía era muy bonito pero creo que nunca acabó de enamorarle del todo, y parece que ahora había logrado encontrar ese pequeño porcentaje que le faltaba para alcanzar la satisfacción plena.
En los tramos de la tarde me olvidé mucho de la cámara de fotos -en realidad en los de la mañana también me había olvidado- pero al menos sí hice tengo una foto -sería imperdonable no haberla hecho- en la visita que hicimos al templo tibetano Lerab Ling, que fue inaugurado oficialmente por el Dalai Lama en 2008 y es el mayor de Europa; en realidad no pudimos verlo más que de lejos porque cuando pasamos por allí la hora de visitas públicas ya había finalizado, pero aún así fue un agradable momento; por cierto, réparese en la inspirada y meditativa postura de Ángel
Más adelante hice esta foto atravesando un puente en una de las carreteras interiores por las que circulamos.
Ya en la última parte de la etapa, llegamos al circo de Vissec, y encontramos por allí a un trovador cuya cara me suena…
Marcos y Sole muy sonrientes con el paisaje de Vissec al fondo.
Andrew, Jmaben y Miva en simpática pose.
Tras el circo de Vissec visitamos el de Navacelles, más sorprendente que el anterior por el paisaje; Navacelles es una enorme fosa natural en cuyo fondo está la pintoresca aldea que lleva su nombre por la que pasa el río Vis. Bajamos al fondo del circo por una vertiente, paramos abajo para visitar la aldea de Navacelles y subimos de nuevo a la meseta por la vertiente opuesta.
La foto siguiente en una parada en la carretera que baja al fondo del circo.
Y esta otra foto tomada desde el mirador del lado Sur del circo con la aldea de Navacelles en el fondo; en realidad la foto no ofrece para nada la dimensión real del paisaje cuando se vive allí en directo, que es bastante espectacular.
Fue un tramo especial e interesante ya cerca del final de la etapa, con la ventaja de que a esa hora ya no había prácticamente nadie por la carretera y recuerdo la subida trepando por la ladera Sur del circo con el sonido rugiente de los roadsters resonando en las paredes de la ladera del circo de Navacelles.
Pero la ruta no finalizaba aquí, y tuvimos luego un tramo de unos 45 minutos hasta el hotel, alargado de forma imprevista por un corte en la carretera de la garganta de la Vis por un desprendimiento que nos obligó a dar un considerable rodeo.
Ya cerca del anochecer llegábamos al Domaine de Blancardy, una antigua casona fortificada que recordábamos los participantes del Tour 2012, en el que también aquel Tour había pernoctado.
Cenamos, y nos fuimos a dormir, cansados pero contentos porque al día siguiente había nuevas emociones en perspectiva.
Continuará…