Lo que está claro es que si se está acostumbrado a un motor con turbo (cual es el caso del Smart pese a su pequeña cilindrada) y se pasa a un atmosférico (salvo que sea un motor gordo de mucha cilindrada), se va a percibir sistemáticamente una gran falta de bajos, y si uno está habituado a que el coche salga siempre en baja con respuesta instantánea incluso en marchas largas, pasar a pisar el acelerador y encontrar que sólo hay respuesta bajando dos marchas y subiendo a las alturas del cuentavueltas puede resultar incómodo y por eso entiendo perfectamente lo que le ha ocurrido a Marcos con el NC.
La "ventaja" de los turbos es que para una conducción cómoda ofrecen en bajas vueltas una sensación de "motor lleno" cuando se pisa el acelerador en una marcha larga que sólo un atmosférico de muchísima más cilindrada puede ofrecer; eso sí, cuando llegamos a un nivel del cuentavueltas en el que la alegría del turbo empieza a acabarse, ahí comienza la vida y la alegría del atmosférico.