Vamos con la sexta etapa.
Nuestro equipo habitual, listo para iniciar la ruta
Esta fue, para nosotros, una etapa extraña, porque después de un buen desayuno y llegar a los alrededores de Grenoble, el coche ya empezaba a dar síntomas claros de que algo no iba bien y al parar en el aparcamiento del supermercado, para comprar el pic-nic, contacté con el jefe de taller del concesionario de Granada y me comentó que la válvula de la mariposa de admisión estaba sucia o dañada y que en cualquier momento (aunque el coche pudiera seguir circulando), la centralita iba dar la señal de avería y que se quedaba bloqueado, por seguridad. No era una avería ni cara ni complicada, pero el repuesto de este modelo no figura en los mínimos que la casa les obliga a almacenar a los concesionarios y que podría tardar un día en llegar a cualquier concesionario que lo pidiera.
Así que viendo lo lejos que estábamos de casa y los días que quedaban por delante, por seguridad, nos separamos del grupo y nos dirigimos al concesionario de Grenoble, donde llegamos a las 12.45 h. y estaba cerrado. (horarios muy diferentes a los nuestros).
Al abrir, nos atendieron inmediatamente, nos invitaron a café y allí estuvimos hasta que sacaron el coche reparado (como hora y media), ya que la válvula sólo estaba sucia, se limpió perfectamente y resetearon la electronica que le afectaba, para que borrara de la memoria la incidencia y no hubiera mas problemas. Se ve que lo hicieron muy bien y cuando se revisó en Granada, estaba perfectamente. Curiosamente, nos dijeron que lo que más les dio la lata fue descargarse un archivo ejecutable para resetear, ya que en este modelo no lo habían hecho nunca.
Cuando pregunto por la factura, me dicen que no me preocupe, que lamentan que haya tenido que separarme del grupo y perder el día y que no me cobran nada. Pero no, de perder el día, nada; al final nos esperaban momentos magníficos.
Nos quedamos sin atravesar La Chartreuse, una zona en la que teníamos mucho interés y que tenía ganas de volver a ver, pero atajando por la autopista, contactamos con el grupo.
Así que autopista y manta, con el coche que iba como un tiro y contactamos con el grupo, mientras estaban de pic-nic. Desde aquí ya tengo algunas fotos
y otros que también estaban de picnic, junto a nosotros
Paseito a los miradores cercanos
Después, bajada hacia Aix Les Bains, la atravesamos, llegamos al Lac du Bourguet y empieza el espectáculo, la carretera empieza a ondularse, el tráfico a desparecer, Jota que va animando el ritmo y nuevo momentazo del Tour, tanto que a partir de la parada del puente de la foto, la carretera se mete en una umbría en subida, que poco a poco va subiendo serpenteando, con paellas magníficas, hasta el altiplano del Hotel Le Pre Fillet.
Al llegar al último desvío a izquierdas para dirigirnos ya al hotel, me hubiera gustado haberme visto la cara de satisfacción que llevaba encima, porque ese tramo, con el sonido del bóxer de Angel tras Jota, el bamboleo de la trasera del equipo “Canya” tras Angel (con continuas protestas del eje trasero) y el TT en plena forma tras ellos, hizo que la etapa subiera de nivel y pasara a “etapón”. Otras jornadas posteriores también se convirtieron en “etapones”.
Finalmente, sorpresa en el hotel, al ver a un gato blanco esperándonos y un grifo de 1.664, listo para ofrecer sus mejores momentos.
Cena magnífica, hostelera extraordinaria, paseo nocturno para bajar la cena y mañana, . . .será otro día