Extracto de la Etapa 2Para situarnos, el mapa general de recorrido de la segunda etapa (el recorrido está marcado en trazo naranja), en la que comenzábamos ruteando por Pirineos, para más tarde poner rumbo al Nordeste a través de la zona pre-pirenaica, atravesando en la última parte de la etapa el macizo de la “Montagne Noire”
En Villeneuve de Rivière amaneció un bonito día de verano, el pronóstico era de sol y temperaturas veraniegas muy agradables, alejadas de los grandes calores.
Antes de desayunar el personal aparecía ya muy animado en el parking del hotel, unos con la bayeta en la mano dando un cariño a su roadster y otros manifestando claramente su buen estado de ánimo con las pilas cargadas para disfrutar a tope
Estaba haciendo alguna foto desde la ventana de mi habitación cuando Miguel y Marian me saludan pletóricos no disimulando sus ganas de aventura
Jmaben con su AMG ya impecable tras una sesión de detallado matinal
No es mala costumbre comprobar presiones antes de iniciar la ruta y ahí tenemos a David metido en faena
Tras desayunar llegó el momento de echar un vistazo a la etapa y su desarrollo en esta segunda jornada del Tour
Algo después salíamos ya de la “Hostellerie des Cèdres”; el nombre de este hotel hace honor a los hermosos cedros de cuatrocientos años de vida que alberga su jardín
Iniciamos la ruta poniendo rumo al Sur y atravesando los dulces paisajes pirenaicos de las rutas del Col de Portet d’Aspet y del Col de Port, la foto siguiente en la cima de este último puerto.
Bonitas vistas de la vertiente Este del Col de Port por la que seguidamente íbamos a descender.
Mucha animación en el grupo
El CanyaTeam
Jmaben y Donnacanya (Anna) nos saludan en las dos imágenes siguientes
Retomamos la ruta bajando el Col de Port en dirección a Tarascon, tomando más tarde una pequeña carretera para acercarnos a las ruinas del castillo cátaro de Roquefixade. La mañana había pasado muy rápido, como casi siempre ocurre cuando uno se lo está pasando bien, la hora del picnic se acercaba y el punto elegido para hacerlo fue un área acondicionada en el pequeño pueblo de Montferrier, y ahí andamos disfrutando de un buen momento para reponer fuerzas.
Bicilíndrico (Luis) saludando a la cámara
Habíamos tomado una pequeña y divertida carretera secundaria para acercarnos a uno de los castillos más importantes en la historia de los cátaros: Montségur, que tiene una imponente posición sobre un pitón rocoso dominando toda la comarca; ahí lo vemos a lo lejos
El zoom nos permite acercarnos un poco más al castillo
El momento de descanso propicia el que cada cual haga lo que más le apetece
Miguelvet cámara en ristre…
… y Marian
SoloMarcos y Sole en su querido e inseparable Smart
David y Malena en su “primer gran viaje” con su Mx5 Nd
No era el caso del Z3 de Miguelvet, curtido en mil batallas, para el cual este viaje era sólo uno más que se sumaba al currículum
Continuamos ruteando por las pequeñas carreteras del país occitano y llegó el momento de hacer una parada-café en el pueblo de Chalabre; Lorena y Ángel así nos lo indican
A lo largo del Tour, David y Malena se intercambiaban el coche continuamente repartiéndose los tramos entre ambos, el anterior tramo lo había hecho David y ahora le tocaba el turno a Malena
Los “Canya” con su Z3 preparándose también para retomar la ruta
Más adelante atravesamos la ciudad de Carcassonne por su zona periférica y pusimos rumbo al Norte para atravesar las estribaciones de la “Montagne Noire”, un macizo que culmina en el Pic de Nore a 1.211 m de altitud; en realidad la ruta del Tour no estaba programada para subir a la cima, pero se me ocurrió sondear a los participantes acerca de la posibilidad de hacerlo advirtiendo no obstante que ello suponía alargar en 30 km una etapa que con 294 km ya era muy larga, suponiendo además un retraso de unos cuarenta minutos en la llegada al hotel; el resultado del sondeo puso de manifiesto que todo el mundo quería hacer la excursión, de modo que tomamos la pequeña e intrincada carretera que sube a la cima; las fotos siguientes ya en lo alto del Pic de Nore con extensísimas vistas panorámicas.
Habíamos llegado a los últimos compases de la etapa y restaban solamente unos 40 km para finalizar la misma. Llegamos al hotel y tras asearnos disfrutamos de una agradable cena en la terraza del jardín, en la que pudimos intercambiar impresiones acerca de las sensaciones vividas a lo largo del día.
Y finalizo aquí mis apuntes sobre esta segunda etapa.