Parece que el desarrollo del hilo de este Tour va a ir mucho más rápido que el de Tours anteriores, y abro ya la siguiente etapa.
Extracto de la Etapa 9Nos situamos con el mapa general de la novena etapa (el recorrido está marcado en trazo naranja), en la que la ruta discurría inicialmente por la zona de la Suiza central, dirigiéndose después al Cantón de Appenzell situado al Nordeste del país; en la última parte de la etapa el recorrido entraba en Austria recorriendo una parte del Vorarlberg austriaco y finalizando en el pueblo de Brand a 1036 m de altitud, al pie del macizo alpino del Rätikon que rozando los 3.000 m separa el Vorarlberg austriaco del Cantón suizo de los Grisones.
La noche había sido fresquita e incluso había caído algún chubasco que hizo amanecer los roadsters mojados.
A las 7:15 h la imagen en el exterior del hotel era la de la siguiente fotografía, Miguelvet ya andaba por allí y ambos nos disponíamos a emprender nuestra rutina matinal de primera hora con la bayeta en una mano y la botella del Qick Detail en la otra, para darles unos mimos a nuestros coches; teníamos una bella imagen de fondo de escenario con el lado Sur del lago de los Cuatro Cantones.
Aquella sería la última mañana en la que Miguel sería fiel compañero de estas rutinas matinales ya que él y Marian partían de vuelta a casa haciendo una ruta de retorno en cuatro etapas a través de los Alpes suizos, italianos y franceses estupendamente trazada, para la que incluso tuvo Miguel la iniciativa de elaborar un rutómetro personal en un formato similar al del Tour, con el que complementaba este último. Y una vez más me invadió una parecida tristeza a la percibida cuando en la etapa 4 partían de regreso a casa Jmaben y su chica Gema… pero en fin, el Tour continuaba adelante al igual que un tren en el que uno viaja ha de seguir su recorrido pese a que nuestro mejor amigo haya de apearse en la próxima estación.
¡Mil gracias Miguel y Marian por vuestra muy grata compañía en el Tour, por vuestra actitud, vuestra sonrisa y vuestro buen humor desde el primer al último minuto en que habéis estado con nosotros!
Algo después el día mejoraba y el sol comenzaba a imponerse poco a poco. Otra bonita imagen de los coches junto al
Bergasthaus Hand, el hotelito en el que habíamos pasado la noche.
En plena sesión rutómetro en el comedor del hotel.
Antes de salir quise hacer una foto del grupo, a falta de quien esto relata, en la terraza del hotel junto con la simpática pareja propietaria del mismo que vemos a la izquierda del grupo.
Y empezamos la ruta subiendo al Ibergereggpass; el corto tramo desde el hotel a la cima se hacía en unos 10 minutos y por momentos ofrecía extraordinarias vistas de una parte del lago de los Cuatro Cantones, la siguiente foto la hice en ruta desde la ventanilla de mi lado.
Parada breve en lo alto del puerto con un par de fotos dedicadas al AMG del 190SL, en la primera Héctor observa atento el coche y en la segunda 190SL y Lorena tomando posesión de su roadster.
Y empezamos el descenso del puerto a través de una carretera muy agradable entre bosques y praderas alpinas.
Atravesando el pueblo de Oberiberg situado a media ladera del puerto.
Y seguimos adelante descendiendo hacia el valle.
Tras el Ibergereggpass vino casi a continuación otro puerto de media montaña de precioso trazado -el Sattelegpass-, de cuya ruta no tengo fotos porque estuve demasiado entretenido con el volante, y tras este puerto llegamos a un lago perdido de los Alpes suizos muy poco conocido y transitado: el Wägitalersee, paisaje dulce y bucólico y panorama delicioso, con unas fotos hechas en aquel bello lugar.
Allí paramos a degustar un refrigerio en una terraza con vistas, y siguen unas fotos dedicadas a algunos participantes, sin más comentario.
Tras el refrigerio continuamos la ruta bordeando el lago por completo siguiendo una pequeña carretera de sentido único, con más fotografías sacadas en este bonito lugar.
Más fotos de algunos de los participantes.
Y algunas fotos más bordeando el Wägitalersee.
Tras la visita a este lago, al que dedicamos una buena parte de la mañana, continuamos la ruta rumbo al Cantón de Apenzell, y las verdes praderas continuaban acompañando el recorrido.
En Appenzell se repitió una clásica excursión ya realizada en un Tour anterior años atrás, la subida en funicular a Ebenalp, un lugar en el que se disfruta de espléndidas vistas sobre una parte del macizo alpino del Alpstein; las fotos siguientes las saqué arriba y muestran sólo una parte del panorama del que disfrutábamos.
¿Y qué mejor sitio para hacer un picnic?...pues eso!
Bicilíndrico disfrutando de las vistas.
Y tras el picnic tertulia y paseo…
El paseo no es para ir a un sitio cualquiera, en realidad nos vamos a tomar café al refugio de Aescher, un lugar único que sorprende por su ubicación y al que se llega en unos 20 minutos de caminata desde la estación superior del teleférico de Ebenalp siguiendo un sendero que en una parte del recorrido atraviesa una cueva de un centenar de metros…
…Y ya estamos en el refugio.
Y naturalmente nos tomamos en el refugio un merecido Kafee, Schokolade o lo que se tercie.
No se está allí nada mal porque el lugar tiene mucho encanto, pero hay que ir espabilando que aun tenemos un buen tramo de ruta así que vamos retornando a la estación del teleférico de Ebenalp que tomaríamos de nuevo para descender al valle y recuperar los coches. Los dulces paisajes típicos del Cantón de Appenzell nos rodean por todas partes.
La foto siguiente está tomada desde el teleférico llegando ya al valle.
En el siguiente tramo de ruta, muy agradable, atravesamos el Cantón de Appenzell por bellas carreteras con vistas a las montañas del Alpstein; las dos fotos siguientes, últimas que cuelgo de esta etapa, son obsequio personal de Mari Carmen, copilota de Bicilíndrico, que en este tramo me seguía con su Audi TT roadster.
Un poco más tarde entrábamos en Austria y ya casi con las últimas luces de la tarde finalizábamos la etapa recorriendo el valle de Brand, -el Brandnertal- ruteando por una bonita carretera. En Brand nos repartimos en dos hoteles contiguos pues no había sido posible alojarnos todos en un único hotel, pero sí pudimos compartir cena todo el grupo en la misma mesa.
Y termino aquí mis impresiones sobre la novena etapa.
Continuará...