Usuario siempre en la sombra por fin ve la luz

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Desconectado Morgan David

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Usuario siempre en la sombra por fin ve la luz

  • en: Marzo 30, 2016, 00:03:28
A continuación, una nueva entrega de: “EN BUSCA DEL ROADSTER PRETENDIDO”.
¿Podrá nuestro protagonista sortear los obstáculos y peligros que le acecharan en tan trepidante aventura?
Los sabremos en el episodio de hoy.

Capítulo 1.- El roadster y la historia.

En anteriores capítulos, me fijé la firme intención de encontrar el tesoro descapotable a medio plazo y así llegó enero de 2016. Tras un par de meses de intenso trabajo; llegaban los exámenes de Enero en la UNED, tocaba centrarse, como siempre quitar tiempo de donde no lo hay y hacer el último esfuerzo estudiando en serio.

 En estas estaba, estudiando el siglo XIX, cuando de pronto leía: Fernando VII regresó a España después de un Roadster Tour por Francia, mientras que Buggyman hacía un reportaje sobre la conce oficial RSC organizada por las cortes de Cádiz…. Ups! Esto…..se me está yendo la cabeza! Céntrate chaval, ya pensaras en roadsters en verano sin exámenes! Pasaban los días muy lentamente, visitaba a diario el foro y en los pequeños ratos libres, me permitía ese pequeño placer culpable que es ver cómo está el mercado de roadsters de ocasión. Lo cual lleva si o si a hacer cuentas mentalmente, a pensar si te cuadraría esa unidad, etc. Después volvía a centrarme en el estudio. Hasta Mayo o Junio había tiempo y esas unidades posiblemente ya no estuvieran a la venta entonces. Era una referencia y una forma de estudiar el mercado, pero ahora tocaba estudiar otra cosa.

Entretanto, un amigo apasionado del concepto de roadster se convertía en la versión vía móvil del diablillo en el hombro: “nada hombre, no lo pienses más” “ya sabes que no es un calentón, llevas años detrás de él” “de haberlo comprado entonces, hoy ya lo tendrías pagado” “bla,bla, bla…” Así que cuando llegué al tema del General Prim de pronto leo que lo tirotean a la salida del congreso mientras conduce un Porsche Boxter desde sendos Miatas! Esto no puede ser! Que será lo siguiente? Que Amadeo de Saboya como buen Italiano venga en un alfa Spider? Oh Dioses! Hay que buscar una solución a esto, porque así ni estudios ni coche. Voy a hablar con Miguelvet a ver si me receta algo. Así que hablo con Miguelvet y me dice que para lo mío no hay cura, pero que por caridad cristiana y amor  a los animalitos como yo,  me recomienda ponerme en contacto con Antimach y Jotaeme que son especialistas en este tipo de casos sin solución.  Así que eso es lo que hago y ahí empieza la aventura realmente.

Antimach me dice que él no es especialista en cetáceos pero que si puede orientarme en el tema de la compra y en qué cosas fijarse a la hora de ver una unidad. Por otro lado, mi vecino del norte, Don José María duque de Brigantium, lord protector de RSC, me dice que aunque sus nobles posaderas jamás han descansado sobre un asiento de vehículo que no fuese estrenado por el mismo (la Nobleza obliga) y me ayudara en lo que sea menester.

Es así, como empiezo a ver más en serio las webs. El modelo, en cuanto se hizo firme la decisión de compra, quedo claro en mi mente Z3 o Z4, como ya en el primer post puse que me llevaba a desear uno u otro no me extiendo aquí. Al final, con precios bastante parejos a igualdad de motorización la cabeza me decía Z4.
 Así que tras enseñarles fotos a los tres socios que me ayudaban y soportaban o padecían (todo hay que decirlo) me decidí: “Voy a llamar a ese compraventa de Bilbao que tiene un Z4 3.0i súper equipado e impoluto a primera vista.”  “¡Nada! ¡Vendido hace una semana! Uf”

A todo esto, antes de llamar me lo pensaba mil veces les preguntaba a Antimach, Jotaeme y Miguel. Después salió una oportunidad de un 3.0 aquí al lado en Vigo. Otro chasco, ¡hacia un mes que se había vendido! “Es que no actualizan esas webs?”

Capítulo 2.- El preámbulo del viaje.

Toca seguir buscando y la cosa queda reducida a 3 unidades todas z4 3.0i. A estas alturas de la película no quiero ninguna otra opción. Dos de ellos en Cataluña y uno en Extremadura. Los dos primeros granates y el tercero negro con cuero beige (la primera combinación de colores en mi lista de gustos, aunque siempre te van surgiendo dudas). Les pedí más fotos a todos y más información. Uno de los granates me contestó cuando yo ya había adquirido vehículo y el otro me envió unas fotos en las que se veía muy cochino el coche por dentro, para mi gusto, sin desgaste pero sin el cuidado que yo creo que tiene que tener un coche.

Mientras el de Cáceres, en fotos se veía impoluto, 95.000 km y respondió a todas mis preguntas sin ningún tipo de problema. Hice lo que me recomendó Antimach, pedir un informe del vehículo a tráfico y todo estaba ok (sin cargas, con ITV en vigor y a nombre de quien debía estar). Así que tras conversación telefónica en que el vendedor me transmitió muy buenas sensaciones, me decidí a ir Extremadura. Al rato de haber hablado por teléfono, el vendedor me informaba de que le había llamado otro chico de Madrid interesado en ver el coche la semana siguiente. Pues el viernes el vendedor se ausentaba una semana y ya estábamos a martes por la noche. Tenía que verlo antes que el madrileño!

Confeccione un listado de las cosas que tenía que revisar en el coche y del papeleo a tramitar.  Avisé al banco de que cantidad necesitaba tener disponible en una determinada oficina de Cáceres y me puse a buscar cómo llegar allí! Busqué combinaciones y eran todas una locura! En tren tenía que ir a Madrid y de allí a Cáceres, una Barbaridad en horas y no resultaba barato, la otra opción era en autobús que a través de Portugal y con destino  Andalucía me dejaba en Cáceres a las 3 de la madrugada! Pues ir en Autobús vía Madrid y después a Extremadura era más locura aún, teniendo que hacer noche en Madrid. Todo ello, resultado del diseño radial de nuestra red de comunicaciones. Entonces me comentaron lo de “Bla, Bla Car”. Que te dabas de alta en la página, buscabas destino y te decía si alguien hacia la ruta y en cuanto te salía. Otra opción era ir con mi pareja o algún amigo en mi coche, pero por la semana y con tan poco margen nadie podía. Comentándole al vendedor si a esas horas tendría algo abierto, el vendedor me comentaba que a esas horas en Cáceres deben retirar hasta las máquinas de Vending. ¡Es decir no encontraría ni un taxi! Menudo panorama.  Así que probé suerte en Bla Bla Car. Solo había una persona que iba a Cádiz pero pasaba por Cáceres y me dejaba a media mañana del jueves! Tocaba pagar una noche de hotel pero no era mala solución.

Capítulo 3.- Un Gallego, una cubana, una musulmana y un chófer.


En la noche del martes para el miércoles, localizo en la web de marras una sola persona que pasa por Cáceres en su viaje a Cádiz. Especifica que hay que llevar equipaje de tamaño medio, un solo bulto. Solicito el viaje y tengo que esperar que confirme que me acepta como viajero, es la primera vez que uso éste servicio y no va a encontrar referencias sobre mí.  De él la aplicación dice que le gusta el deporte y que es titulado en empresariales.

Son más de las 00:00 cuando hago la solicitud, la web me informa de que él tiene de límite para contestarme las 12 del día siguiente. Así que a la mañana siguiente estoy en pleno corte de pelo cuando apenas faltan unos minutos para que se cumpla el plazo y entonces suena el móvil. Es el chófer dándome el ok personalmente. Quedamos para las 6:00 del día siguiente con lo que sobre las 11:00 del jueves estaré en Cáceres. “Bien! Parece que la cosa se va encauzando”.

Como es de prever esa noche apenas duermo y cuando suena el despertador parece que llevo pocos minutos acostado. Con 15 minutos de antelación llego con mi novia al punto de reunión, la entrada oeste de la estación de autobuses. Busco el Clío rojo metalizado de última generación que tiene el conductor. Aún no ha llegado.  Al poco llega un coche con dos chicos y una chica que parecen llegar de fiesta todavía. Bajan una maleta pequeña y se sitúan cerca de nosotros.

Casi a la hora señalada, llega el Clío rojo y se baja de él su único ocupante. ¡No puede ser él! O si… quizás le guste el deporte, pero verlo en la tele! En esas cavilaciones estoy cuando llega a mí y se presenta. Acto seguido se dirige al animado grupo de tres y luego vuelve, “la chica viene con nosotros” se trata de una morena de una belleza exótica, no sabría decir de que procedencia. Mi novia mira para mí y me pregunta no ibais solo los dos? Le contesto que sí que eso ponía la aplicación.

El conductor, del que no diré el nombre por si alguien usa ese servicio respetar su intimidad nos dice que nos retrasaremos en la salida pues falta aún una señora que viene de Cuntis (situado a 30 km) que se ha olvidado del cargador del móvil y ha vuelto a casa a por el. Bueno, mientras esperamos metemos mi pequeña mochila, la maleta mediana de la chica y queda suficiente espacio ya que el chófer también lleva poca cosa. Por fin, tras una espera que se antoja interminable pues no está abierta ni la cafetería, llega la “señora” que resulta ser una cubana que rondara los cuarenta y tiene cuerpo de atleta. Las miradas de mi novia lo dicen todo, la morena exótica, la cubana, el chófer y yo en medio de todos. Para rematar la jugada la cubana se ha traído el baúl de la Piquer! Curioso concepto que tiene de un solo bulto de equipaje de tamaño medio. Bueno, de tamaños ya se sabe, cado uno aprecia las cosas de una manera particular. A continuación, se suben las féminas detrás y nosotros delante, la atleta cubana va detrás de mí y me pide que eche el asiento para delante alcanzando ella su comodidad cuando mis rodillas tocan en el salpicadero ya continuación, me pide con mucha educación si puedo ponerle a cargar el móvil y vigilarlo de vez en cuando por que a veces deja de cargar…

Las sorpresas no han hecho más que empezar, el conductor nos pregunta si le vamos a pagar. Le contestamos que ya lo hemos hecho a través de la aplicación, menos la morenita que dice que la aplicación ya no le dejo por estar fuera del límite horario pero que le pagará, cuando encuentren de camino un banco abierto. Bueno, tras apenas unos minutos de ruta por la autopista, 15 kilómetros después paramos en el peaje y el chófer dice, podéis pagar el peaje? No he traído dinero, me he olvidado… “Este está de coña! Nosotros ya hemos pagado en la aplicación lo pactado” nadie echa mano a la cartera, así que saco los casi cuatro euros del peaje y lo pago yo. Es el único que hay que pagar en todo el tramo así que no pasaría nada sino me lo devuelve, pero ya voy viendo de qué pie cojea el personal. El coche es recién comprado y es el primer viaje largo de nuestro conductor. Me fijo en el nivel de Gasolina, probablemente a Cáceres llegue pero no a Cádiz, le digo que podemos salir en Vigo (15 km desde el peaje) y que allí saque dinero en un cajero.

 No es buena idea viajar en pleno enero con el depósito muy bajo, cuando no sabes nada sobre el recorrido que vas a hacer. Me contesta que tiene que retirar el dinero en mostrador, con lo que hasta que abran los bancos habrá que seguir haciendo kilómetros. Al poco tiempo, las chicas duermen atrás y yo voy de copiloto pendiente, pues lo que no me apetece es que el señor X se quede dormido. Le voy dando conversación y voy comprobando la total falta de preparación para hacer el viaje. Así pasan las horas de animada conversación y en un momento determinado empieza a consultar el whatsapp y me espeta: “Esto no se debe hacer porque es peligroso y lo revisa igualmente” así, de vez en cuando, va haciéndolo y yo pendiente de la carretera, le voy diciendo cuidado cada vez que empieza a perder la trayectoria o acerco la mano al volante. Él a lo suyo y ellas a dormir.

En Benavente, la morena despierta para ponerse brevemente con el móvil y aprovecho para decirles que ahí probablemente tengan banco abierto, gasolinera y que no es mal momento para tomar un café o ir al servicio. Así es como acabamos en una cafetería concurrida del centro del pueblo tan extraño grupo. Cuando me doy cuenta veo que sin cortarse demasiado la morenita que resulta ser musulmana con novio en Galicia, saca una sustancia que va calentando y partiendo en trocitos pequeños para ir devolviéndolos así a su bolso… “yo me centro en mi cola cao y pienso que tengo que llegar a Cáceres y que si nos detienen a la postre el Juez verá que yo estoy allí por la aplicación de las narices” me digo, lo único a evitar si nos para la guardia civil es gritar “¡Ala es grande!” ¡Y pensar que dos guardia civiles fueron los que me recomendaron este tipo de viaje!.

El viaje, sin duda, transcurre de forma entretenida pese a que las bellas durmientes se abandonan en brazos de Morfeo nada más subir al coche de nuevo. Al final, yo estaba en Cáceres sano y salvo, sobre las 12:00 de la mañana. Se produce la despedida entre besos y abrazos y me digo “¡caray como empieza el día”.
Continuará….

Capitulo 4.- ¿Era un tesoro o solo una quimera?

El reloj marcaba las 12:10 del mediodía cuando crucé el vestíbulo del hotel y me dirigí al recepcionista, que me confirmó la nefasta predicción meteorológica. “Diluvio las siguientes 48 horas”. Mentalmente apliqué un coeficiente de reducción a la gallega y en mi cabeza la predicción se quedó en “lluvias suaves esporádicas” suficiente para aguarme el plan de ver el coche en condiciones. Lo cierto es que durante el viaje hacia el sur, el cielo había ido poniéndose plomizo y por fin había descargado con fuertes aguaceros cuando faltaban aún 200 km para mi destino.

En el noroeste llevábamos unos días de sol radiante y cielo azul intenso, mientras en Cáceres llevaban un invierno poco común, donde la abundancia de lluvias era la protagonista. No era la climatología más deseable para ver en detalle un vehículo y menos un roadster, pero no había elección y las previsiones como dije eran iguales para el día siguiente. Pensando en ello subí a mi habitación y me instalé en una coqueta habitación del segundo piso decorada en un estilo clásico.

Me senté ante la mesa de escritorio y desplegué todos los papeles, documentos y apuntes que llevaba para organizarme. Repasé la lista que había confeccionado con los consejos de Antimach. En ella había consejos de todo tipo y se repetía una palabra clave: “¡si ves que no te plantea confianza, huye!” “¡si te dice de adelantar dinero, huye!”, “si no quiere hacerlo a través de gestoría, huye! “Si no quiere descapotarlo, huye!” etc ... en mi cabeza empezaba a fijarse un concepto claro, “¡huir a la menor señal de peligro!” me había equivocado al llevar zapatos, quizás unas zapatillas deportivas serían lo acertado!

La primera alarma ya se había disparado al decirme el vendedor el día anterior de hacer la compraventa nosotros mismos, sin ser a través de gestoría. ¡Debía huir! Pero, antes de colgar, el vendedor me dijo que si yo estaba más tranquilo lo hacíamos a través de gestoría pero no veía la necesidad. Me puse a recapacitar, ¿qué haría yo realmente si fuese mío el coche o si el pacto fuese entre caballeros?. La respuesta era hacerlo nosotros mismos. Sabía por el Land Rover que es un trámite sencillo y de todas formas la transferencia la tenía que hacer en mi comunidad de origen y el contrato de compraventa no tenía complicación. Así que eso no anulo mi viaje y allí estaba yo en la habitación del hotel, llamando al vendedor tal como había quedado con él. Intentando pensar que las cosas no se torcerían por no ir a través de una agencia.

Durante esa llamada se produjeron luces y sombras en el posible proceso de adquisición del vehículo. Me dió la grata sorpresa de que iba a poder ver el coche ese mismo día (en vez de esperar al viernes) pero tenía poco tiempo para que lo viéramos. Si me convencía, el día siguiente a primera hora firmábamos todo y él se iba al trabajo.

Todo parecía tan precipitado… ¡Alerta, alerta! ¡Huye, huye! El remate fué cuando le dije que quería descapotarlo y el contestó que no. Y yo pensando “como no voy a probar si la capota funciona en un descapotable” me explicó que estando empapada no se debe recoger. La sensación es difícil de describir, las contestaciones me llevaban a los peores temores pero, el trato personal (aunque fuese a través de teléfono), las explicaciones y porque no decirlo el feeling, me seguía llevando a no huir. De ser así, yo tampoco descapotaria. (Jotaeme me dijo que no era lo más recomendable estando empapada) El vendedor me preguntó que me preocupaba y le dije que parecía que todo tenía que ser a correr y me entendió perfectamente. En fin, yo ya estaba en Cáceres y solo tenía que ver el coche que por las abundantes fotos estaba impoluto. Era cuestión de no cegarse en ningún sentido y seguir los sabios consejos de los amigos que desde diversos campos me aconsejaban. Parecía que estaba comprando la Enterprise con la tripulación incluida de tanta gente que estaba implicada en el asunto.

Nos emplazamos en una céntrica plaza de la ciudad, después de comer y allí me fui, en el centro una rotonda de varios carriles estaba plagada de tráfico. Poco tardo en aparecer entre tanto coche anodino el inacabable y casi arrogante capo negro de un bólido con su cabina cubierta de lona, casi sobre las ruedas traseras. Como llamaba la atención el condenado. Me subo en él bajo una lluvia fina. Saludo al piloto y me dice que vamos a probarlo a un polígono en las afueras. Conduce él, el coche resulta estar igual de impecable y bien cuidado que en las fotos. Ausencia de ruidos, sonido bien, dinámicamente no podía extraer conclusiones pues a 120 por autovía poca conclusión se puede sacar.

Le digo las cosas que quiero revisar y hacemos como habíamos acordado en una segunda conversación por teléfono, vamos revisando la lista y comprobando cada cosa los dos. Ninguno es experto en mecánica así que vamos siguiendo las instrucciones de Antimach. Todo Ok.

Él se tiene que ir ya a trabajar, así que como llueve no descapotamos y a mí me queda esa espinita. Esta vez conduzco yo, hago una rápida incorporación a la autovía sin rebasar a velocidad legal. Va bien pero, claro, cómo no va a ir bien con 231 cv. El resto, a 120 km con lluvia así que no se pueden sacar muchas conclusiones. En la charla que mantenemos me aclara que le gustan los coches pero no la mecánica. Que está encantado con el coche y que lo único que no le gusta es que de vez en cuando se enciendan testigos!

- “¿cómo  testigos?”

-“Si, tiene testigos para todo y a veces se enciende y tienes que llevarlo a resetear”.

 Bueno está bien que me lo diga él, pero no es algo tranquilizador.  Así, transcurridos unos minutos llegando a Cáceres, se enciende un testigo de fallo motor! No me lo puedo creer! Ya sabéis que sonaba en mi cabeza bajo consejo de Antimach …¡huyeeee!.

Para que me quede tranquilo retrasa su entrada al trabajo y vamos al taller para que me digan lo que es. Allí le conectan la máquina y pueden ser dos cosas: bobinas (que dicen que ya se las comprobaron) o la sonda Lambda,  cosa que me confirma Antimach después, sin adelantarle yo nada. La cuestión es que resetean el fallo y quedo con el vendedor para el día siguiente a primera hora. Durante toda la tarde estuve hablando con todos los amigos que me orientaban y alguna vez con el vendedor que ante mis dudas me dijo. “David no te sientas obligado, el coche está bien pero conmigo no tienes ningún compromiso”.

Como podéis imaginar esa noche tampoco concilié el sueño con normalidad.

Capítulo 5.-  Las sorpresas no se habían acabado…


Esa noche no concilié fácilmente el sueño. Traté de vencer la tentación de consultar internet en el móvil, para vencer el aburrimiento, pero al final, tras infinidad de vueltas en la cama, el insomnio se salió con la suya y me puse a leer cosas sobre el Z4. Finalmente, me obligué a tratar de descansar, sino era capaz de dormir, al menos, debía descansar. Pues si la compra se llevaba a cabo, al día siguiente me esperaban bastantes horas de conducción.

Cuando sonó el despertador, tenía, por segundo día consecutivo, la sensación de haber dormido apenas unos minutos. Así, que retrasé la alarma diez minutos, pero ya no fui capaz de cerrar ojo, hasta que volvió a sonar nuevamente. La luz entraba ya por la ventana anunciando el nuevo día.

Había que espabilar, el tiempo pasa rápido y tenía diez minutos menos para prepararme. ¡A la ducha! Tenía ya todo preparado para tardar lo menos posible en estar operativo. Así que no tardé demasiado en estar en el comedor desayunando. Allí solo había tres personas más en ese momento. Al fondo, una pareja de guiris que tenían la mesa a rebosar de viandas y que no daban la sensación de ir a concluir con su frugal desayuno en breve. A mi derecha, en una mesa más cercana, un hombre de mediana edad vestido de traje, con aspecto de comercial disfrutaba con calma de su desayuno, mientras leía el periódico.

Liquidé mi desayuno con bastante celeridad pues a pesar de mis cálculos no me sobraba demasiado tiempo.

Después de pasar por recepción para realizar el check out, salí a la calle y una mañana limpia y soleada me saludó. Buen síntoma, la noche anterior, el dueño del Z4 me dijo por teléfono que si no secaba la capota, la secaríamos aunque fuese con fregona, cosa que también me había tranquilizado bastante. Yo tampoco quería fastidiar la capota fuese para mí o no el coche.

El hotel estaba situado en el centro y no  me llevó mucho tiempo llegar a la misma plaza donde nos citamos el día anterior. Allí nos encontramos el vendedor, su mujer (que era la propietaria del coche) y yo. Tras las presentaciones de rigor, comprobé como la dueña miraba con pena a su coche, se notaba cuando hablaba de él que le tenía cariño. El testigo de motor se había encendido de nuevo, así que ella firmaba los papeles para poder irse a trabajar y yo ya le entregaría el dinero a él después. Previo paso por el taller.

Cuando llegamos al taller, le metieron de nuevo la máquina al coche y como el día anterior, pude ver los datos que arrojaba el ordenador. Fallo en la medición de gases. Ósea lo mismo.

Lo resetearon y me dijeron lo mismo que le dijeron al dueño, era un fallo que no me dejaría tirado. La cuestión es que hasta el lunes no podían arreglármelo, pues tenían un montón de trabajo y estábamos a viernes a la mañana. Allí estaba una furgoneta de una empresa de construcción cuyos trabajadores no podían regresar a casa hasta que la arreglaran. De todos modos, a estas alturas, tras dos días hablando a cada rato, yo había cogido bastante confianza con el propietario del coche y mi desconfianza había desaparecido. El miedo estaba más fundado en que el coche me saliera rana, más que en una mala intención por su parte. Pues en muchas de sus actitudes me vi muy reflejado.

El coche tenía un historial impecable, los kilómetros eran reales y el libro de mantenimiento debidamente cumplimentado. Esta vez, como estaba perfectamente seco, procedió a bajar la capota y el mecanismo funcionó a la perfección. ¡Qué cambio! ¡Parecía otro coche!

Decidí que una vez reseteado, acabaríamos la transacción y entretanto veíamos si se volvía  a encender. La mañana fue transcurriendo con normalidad, resolvimos el papeleo y el pago sin más problemas. El ahora expropietario me dijo que le enviase un informe del taller de Pontevedra y número de cuenta que él me abonaría la reparación.

A continuación,  fuimos a tomarnos un café pues él había organizado la mañana para poder llevar las cosas con calma, aunque tenía que pasar por la oficina antes de comer. Para disfrutar del café, nos acercamos al casco histórico, para que lo conociese aunque fuese someramente. Esa zona de la ciudad es realmente interesante y bella y me dije que volvería a visitarla en una futura ocasión con más calma.

Al final, la mañana se pasó volando y cuando me fui ya pasaban de las 12:00. Sin más novedad, me despedí y me puse en ruta. Recorrí descapotado la ciudad, subiendo la capota antes de acceder a la autovía. El viaje de retorno comenzaba.

El día estaba despejado pero, las ráfagas de viento hacían que la conducción no fuese todo lo cómoda que sería deseable. De pronto, a los pocos kilómetros se enciende de nuevo el testigo de fallo motor. En fin, no me gusta nada conducir un coche con testigos encendidos, pero, al menos, sé de qué se trata. Así transcurrieron los primeros 80 kilómetros que pasaron con rapidez. Debido a la ilusión y a que todo lo que me rodeaba era nuevo.

De pronto, un pitido breve, miro al cuadro y dos luces más encendidas… las dos de color naranja también. Urge buscar una salida, que aún tarda en aparecer. Bajo el ritmo y acabo tomando la primera salida. Llamo al dueño pero el móvil que llevaba sustituyendo al mío (se había roto antes del viaje y me daba un montón de problemas de cobertura). Apenas se entendía nada, se corta la llamada…

Desisto, saco el manual de la guantera y busco… a ver… fallo sistema DSC “Uf vamos bien” fallo sensor de frenos “¡parece que el día se pone animado!”

Entonces, él logra contactar conmigo y a duras penas nos entendemos. Le digo que me vuelvo a Cáceres a ver si aún está el taller abierto o en todo caso si les puede avisar de que voy para allí. Que así no quiero seguir el viaje, sin estar seguro de lo que le pasa al coche y con el cuadro de mandos convertido en un árbol de navidad. Me dice que pase a recogerlo y vamos juntos.

Al final, me atienden nada más llegar. A lo tonto, me acabo de hacer 160 km. Resulta ser uno de los dos sensores de freno. Resetean todo de nuevo y lo acerco a él a un centro comercial donde le espera la mujer, que con todas las bromas ya ha salido del trabajo. Volvemos a despedirnos y salgo en dirección Galicia, el viaje discurre sin más problemas, se encenderían los testigos de DSC de nuevo pero ahora sabía lo que era. Velocidad legal y a devorar kilómetros amenizados por las ráfagas de viento.

A medio camino, el sueño me va empezando a pasar factura, así que decido aprovechar para repostar y comer algo, a ver si me despejo. Tras una breve parada, que me sirve para refrescarme un poco, reinicio la ruta de regreso a casa.

Capitulo.- 6  El sueño se hace realidad

El resto del viaje hasta Galicia transcurre sin más incidencias y cuando entro en ésta, al contrario de otras ocasiones, en vez de estar más cansado y quedarme los kilómetros más complicados de conducción, me sucede algo curioso, el trazado más sinuoso y el haberme acoplado al coche, hacen que empiece a disfrutar. Así como a mitad de viaje no veía la hora de llegar ahora no me apetece nada llegar tan pronto. ¡Curioso!

El coche se revela súper cómodo, en un par de puertos piso el acelerador brevemente y parece catapultarse hacia adelante. No se oyen ruidos extraños ni hay nada a nivel dinámico que haga que me preocupe. La dirección responde perfectamente a cualquier orden. El zeta es un coche (y en esto coincido con el anterior propietario) que curiosamente cuando llevas unos minutos al volante, parece que llevas conduciéndolo toda la vida, a pesar de esa posición de conducción tan baja y retrasada.

Finalmente, paso por Vigo, estoy a 30 kilómetros de casa y allí no hay nadie todavía, así que decido enseñárselo a uno de los amigos que me aconsejaban. Ve el coche y le gusta. Me dice: -“El coche es perfecto para ti, ¡te pega! Ahora a disfrutarlo”

Sin más, continúo hasta casa y llegan mis padres mientras le estoy enseñando el coche a mi novia.

A mi padre, que era el que más me preguntaba antes del viaje, le había dicho que iba a comprar un BMW pequeño… A ver, ¡grande no es!

Como a todo el mundo, lo que más le chocó a mi padre, fue ver el frontal “!qué largo es el morro!” y se imaginó que estaba proporcionado, con lo que, al ver esa especie de carlinga de dos plazas y la parte trasera exclamó:

- “¡Casi no tiene culo!”

Mi padre que no se caracteriza por fijarse en los coches demasiado, en éste se fijó en un montón de detalles, hasta comentó que le gustaban ¡las llantas!  ¿Por qué cuento todo esto? Pues porque estos coches (los roadster) tienen la curiosa capacidad de llamar más la atención de lo que lo haría por ejemplo un Porsche Cayenne. Quizás se deba al hecho de que se trata de un coche capricho donde el número de plazas, el volumen del maletero o el tener un motor diésel no ocupa un primer plano. Como comentó acertadamente la expropietaria:

- “Estos coches los disfrutan dos: el que va dentro y el que lo ve desde afuera”.

Para ir acabando, diré que esa noche llevé a dar una vuelta a todos los de casa y que me bajé del coche ¡con ganas de más kilómetros! Posteriormente, llevé el coche a dos talleres distintos que corroboraron el diagnóstico y ahora, soy el orgulloso propietario de un sueño hecho realidad.

Ya  ha pasado mes y medio desde entonces y he estado tan liado que no he podido hacer antes esta presentación. Pues, quería escribirla con calma y que de algún modo transmitiese bien el cómo se cumplió mi sueño. El foro también lo merecía, pues ha mantenido el sueño vivo durante años y me ha dado muchas horas de agradable lectura y visionado de espectaculares parajes y máquinas.  Así que aquí está mi humilde granito de arena.

 El coche cada vez que lo conduzco me alegra el día. Sin ir más lejos, la última vez que lo saqué, paré a dos kilómetros de casa para descapotar y le comenté a mi pareja,

-“¿El coche cambia totalmente a que si?”

-“Al que le cambia la cara es a ti, ¡tenías que verte!”

El motor 3.0 suena espectacular con un ligero petardeo cuando dejas de acelerar, nada macarra, algo sutil. Lo dicho, que estoy como un niño con zapatos nuevos y sé que todos entendéis esa sensación. La imaginaba así, pero imaginar no es sentir.

Gracias a todos por vuestro interés, especialmente a los que soportaron mis dudas y preguntas estoicamente. He descubierto aunque lo sospechaba que en este club hay personas extraordinarias. También quiero dar gracias al vendedor (del que no pongo su nombre para respetar su intimidad) por su honestidad, por ponerse en mi lugar, por el exquisito trato recibido y por demostrarme que aún queda gente de honor. Como ya le dije, le debo una visita con el Z4 para conocer mejor su tierra y que vea los mimos que recibe el Cetáceo.
 
¿FIN?
PD.- Si alguien desea saber de donde viene la historia y leer la primera presentación en el foro que siga este enlace http://www.roadstersportclub.com/foro/index.php?topic=6120.0

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¡Eso es todo amigos!
« Última modificación: Abril 01, 2016, 15:17:18 por Morgan David »
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 :elrisas: :elrisas: :elrisas:   vaya relatoooooooo!   ésta es una novela....pero de las buenas!!!  :sisi3:   se me ha hecho corto y me he quedado con ganas de más....ansioso quedo a la espera del siguiente capítulo!

Oye amigo MorganDavid, tienes una capacidad para el relato que me deja atónito... :sisi1:  Muy bueno!  ahora bien....le echas unos websssss que ni pa qué....  yo me doy cuenta que con el paso de los años me he hecho mucho más conservador que en otros tiempos, y hoy para meterme en un viaje así de pasajero con tres desconocidos y entre ellos un conductor que no sé ni cómo conduce...me lo pensaría una docena de veces... claro que en mis tiempos mozos hacía auto stop y me metía encantadísimo en el primer coche que me parase conducido por cualquier conductor desconocido... :sisi1:  decididamente, voy viejo... :naughty2:
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Muy entretenido y divertido.  

Qué pena que no se apuntase al viaje, junto a la morena exótica y la cubana, la famosa rubia del primer relato; de la que por cierto y para nuestra desgracia, nunca volvimos a saber de ella y eso que prometía.
 :elrisas:
:naughty2: Me da que ya tenemos un bonito y nuevo zetáceo en la manada   :hyper:
« Última modificación: Marzo 30, 2016, 00:37:07 por Otter »

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 :palomitas: :palomitas: :palomitas: :palomitas: :palomitas: :palomitas:
Te ha faltado ilustrarlo todo con fotos........hubiese sido ya la repanocha   :clap:
Seguire atento a ver si al final te casas con alguna..... :24: :24: :24:
 :abrazo:
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Desconectado uhia_p

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joder!!! yo me he perdido con tanto hilo    y no veo el final a partir del capítulo 4
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Desconectado Auambabuluba

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Felicidades por la narrativa!  :mola:

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Desconectado xaq

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Como mola !!!!
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Desconectado SoloMarcos

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Expectacular relato e historia vivida.

A mí las webs esas tipo bla bla bla y similares no me atraían pero después de esto.... menos.

Esperaremos al final de la historia  :palomitas:
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Desconectado uhia_p

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Expectacular relato e historia vivida.

A mí las webs esas tipo bla bla bla y similares no me atraían pero después de esto.... menos.

Esperaremos al final de la historia  :palomitas:

puedes registrarte como piloto,   y ofrecer minibatmovil para desplazamientos con poca maleta!!!   jejejeje
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Desconectado SoloMarcos

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Expectacular relato e historia vivida.

A mí las webs esas tipo bla bla bla y similares no me atraían pero después de esto.... menos.

Esperaremos al final de la historia  :palomitas:

puedes registrarte como piloto,   y ofrecer minibatmovil para desplazamientos con poca maleta!!!   jejejeje

Poca maleta?? La indispensable Uhia la indispensable  :sisi3:
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Desconectado uhia_p

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  • The Stig - 20679
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los se,  lo se!!!    por eso te digo que pongas expresamente que la que monte en el smartbatmovil,   que lleve lo justito,  preferiblemente las mismas braguitas y que les dé la vuelta en caso de ser necesario! jajajjaja
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Desconectado Hector y Rosi

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Que bueno, sigue sigue.

Te puedo pasar el numero de telefono, para que me avises cuando siga esto,

no sea que me pierda ni solo 5 minotos.   :elrisas: :elrisas:
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Desconectado Antimach

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Pero es que hoy no hay capítulo? :periodico:
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Desconectado uhia_p

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vaya tongo de serie!!    esto cada vez se parece más a "Perdidos"    nunca mejor dicho!
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Desconectado Carabasí

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Pero que ocurre, no hay capitulo?
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