En el mundo de los perros, como en el mundo de los humanos, hay perros valientes y perros cobardes, y no siempre depende del tamaño, ni siquiera de su actitud en condiciones normales.
Os cuento un ejemplo: en la consulta tengo dos clientes con perros de tamaño similar que sufrieron un robo de noche en sus domicilios. En uno de los casos, el perro que habitualmente en la consulta es bastante agresivo y malhumorado, se cagó vivo en el momento del robo y no dijo ni mu; en el otro caso, el perro que habitualmente es tirando a miedoso en la consulta, les sacó de un buen apuro haciendo frente a los ladrones y dando al propietario el tiempo suficiente para avisar a los vigilantes de seguridad de la urbanización.
Depende de las circunstancias, la respuesta del perro será diferente; como en nuestro caso, vamos.