Que paisajes! Que carreteras! Que coches! y que gente!
Me cachisssss.
Pues si Juan, paisajes espléndidos no faltaron, y vamos allá con la etapa siguiente, en la que, al igual que en las anteriores, se os echó de menos a ti y a Isabel, tras tan buenos momentos compartidos con vuestra compañía en las 8 primeras etapas.
Mis impresiones de la Etapa 15.Y otra jornada más con ración de Alpes franceses, discurriendo en sus primeros kilómetros por el corazón del parque nacional de Ecrins, para continuar más tarde a través del Col D’Ornon, ascender al santuario de Nôtre Dame de La Salette, y finalizar con la ruta del Col du Noyer.
El recorrido puede verse en el mapa siguiente:
Y otra vez amaneció un día perfecto, totalmente despejado y con cielo azul, fresco a primera hora y con temperaturas agradables en las horas centrales del día. No nos podíamos creer la suerte que con la meteo estábamos teniendo en este Tour.
La primera foto está tomada a primera hora de la mañana, y entre la arboleda nuestro hotel de etapa: el
“Château de la Muzelle”, situado en el pueblo de Vénosc a 1.650 mts. de altitud.
El ritual diario del repaso al rutómetro y estudio de la etapa, ¡ya la 15!
En las fotos siguientes dando los últimos retoques a coches y equipaje un momento antes de iniciar la ruta.
Y un rato más tarde ruteando ya por el alto valle de Véneon, que recorre una pequeña carretera hasta llegar a la aldea de la Bérarde, en pleno parque nacional de Ecrins, rodeada de picos de altitudes cercanas a los 4.000 m y base de alpinismo.
Y en la pequeña aldea de La Bérarde, parada, paseo, descanso y cafelito animado…
Ciertamente, mi conversación no debía ser demasiado interesante a juzgar por la cara del amigo Zcuatro… o quizá la noche anterior el sueño no había sido muy reparador
Hacia mediodía emprendimos la excursión prevista al santutario de La Salette, ubicado en un soberbio lugar a 1.800 m de altitud dominando un panorama extensísimo. En esta foto se aprecia el lugar, al que llegamos justo a la hora del picnic.
Las vistas eran extraordinarias y se extendían en muchos kilómetros a la redonda sobre los macizos de los Alpes del Sur. Por cierto que en este lugar mantuvimos una interesante conversación con un chaval español que desde hace años trabaja aquí en las instalaciones del santuario de La Salette.
Más imágenes tomadas en este bonito lugar de los Alpes. No cito a los personajes que en las mismas salen, pues para los seguidores de este hilo creo que son ya sobradamente conocidos.
Y en un nuevo tramo de ruta nos pusimos al borde del lago de Sautet, en el que hicimos una parada
“relaxing-cup”.
La ruta continuó después por la comarca alpina del Dévoluy, de paisajes agrestes y a la vez hermosos, siguiendo valles y pequeños desfiladeros como el de las fotos siguientes:
“Le défilé des Étroits”, en el que hicimos una parada y un paseo para estirar las piernas. Cuando estábamos allí, una pareja francesa que pasaba por la carretera se detuvo expresamente a ver nuestro grupo de coches, para charlar con nosotros e interesarse por nuestro viaje.
Esta foto me gusta, no es nada extraordinaria, pero me gusta
y por ahí anda entre los coches esa pareja francesa a la que antes aludía.
Ya en el último tramo de la etapa afrontamos un puerto de media montaña por el que tengo cierta debilidad desde que hace años lo descubrí ruteando con mi "viejo" Mx5, pues me gustan sus paisajes amplios y solitarios; se trata del Col du Noyer y la verdad es que esta vez ofrecía una soberbia imagen con la cálida y dorada luz de aquella tarde de finales de agosto
Unas fotos en la ruta de este puerto que creo que transmiten un poquito esa sensación de relax, gozo y tranquilidad plena que, al menos yo, sentía ruteando aquella tarde por aquellos lares.
Y ya en la cima del Col du Noyer, tres momentos, tres imágenes; me gusta especialmente la última, con la que despido esta etapa, en la que el AMG de Jmaben reposa tranquilo, mientras su dueño se deleita aprovechando el momento de relax.
Quedaban ya tan sólo unos pocos kilómetros para finalizar la etapa, en los que realizamos el descenso del Col du Noyer por la vertiente Este, y tras unos veinte minutos llegábamos a nuestro hotel de etapa, situado en las cercanías de la localidad de St. Bonnet en Champsaur.
El hotelito estaba ubicado en un bonito lugar, en un amplio valle rodeado de montañas. Después de cenar, algunos salimos al jardín del hotel, la noche estaba espléndida, el silencio era total y en el cielo lucía una gran luna llena. Fue un momento en el que pensé, como otras veces, en la fortuna que representaba la oportunidad de vivir y disfrutar de un Tour de vacaciones como éste, en compañía de buenos amigos, haciendo, en suma, lo que a uno más le gusta.
Continuará…