Bonito vídeo Juan, como siempre con sentido y sensibilidad. Muchas gracias!
Llega mi turno para la séptima.
Mis impresiones de la Etapa 7.Esta etapa de 200 kilómetros de desarrollo, sobre el papel y desde el punto de vista
“roadstero” y si nos atenemos al trazado de las carreteras, no resultaba excesivamente atractiva en la primera parte de su recorrido, aunque sin embargo tenía innegable aliciente desde el punto de vista histórico y monumental. La otra cara de la moneda aparecía en la segunda parte de la etapa, en la que el interés se centraba totalmente en el paisaje y trazado, pues afrontaba el mítico
Mont Ventoux, el "gigante de Provenza".
La verdad es que finalmente la mezcla de los aspectos histórico-cultural y paisajístico no resultó mal del todo, y con los aditivos de una buena meteo y las ganas de pasarlo bien conseguimos alcanzar un nivel superlativo.
¡Y vaya meteo!
Otro día espectacular de luminosidad y también de temperatura, cálida en las horas centrales del día pero sin llegar a ser en ningún momento agobiante.
Diré antes de empezar a ilustrar un poco estos comentarios, que previo acuerdo con Javier y Anna (Homecanya y Donnacanya en el foro), complementando mis fotos de esta y sucesivas etapas incluiré en mis reportajes algunas hechas por ellos, ya que pienso que suplen bien mis carencias por olvidos o ausencias. Las fotos de Anna y Javier llevan la leyenda
“Canya Team” en la parte inferior derecha.
Habíamos hecho noche en un pequeño hotel rural situado en medio de la nada y ubicado en una vieja granja, hoy recuperada y acondicionada para una nueva vida. Las habitaciones estaban repartidas entre varios inmuebles y la encantadora casita que aparece en la foto siguiente nos fue adjudicada, en exclusiva, al amigo Zcuatro y al que suscribe, que nos convertimos así por una noche en amos y señores de aquel lugar.
La luz dorada de los primeros rayos de sol acariciaba aquellas viejas piedras cuando saqué la foto a primera hora de la mañana.
La misma luz dorada y amable que invadía el paisaje, con los roadsters amaneciendo juntos tras la noche de descanso y preparados para vivir nuevas aventuras.
Tras regalarnos un buen desayuno nos dimos el gusto de disfrutar un buen rato plácidamente del lugar. Y aquí tenemos a Anna e Isabel muy sonrientes.
Zcuatro en el balcón de “nuestra casa” por una noche.
No faltó la consabida sesión de rutómetro, y aquí unas fotos de grupo en la terraza del hotel.
Comenzamos la ruta y tras 70 kilómetros de desarrollo a través del suave y meridional paisaje del departamento del Gard llegábamos a Uzès, un pueblo que con unos 8.000 habitantes pinta más bien una pequeña ciudad con un bonito casco histórico, contando con el mérito de ser la sede del Ducado más antiguo de Francia.
Nos dimos un paseíto por Uzès en roadster y dedicimos luego hacerlo
“a peonza” para recorrer las partes más interesantes de su casco histórico.
Una foto en la plaza más bonita del pueblo: la
Place aux Herbes en la que desde el medievo se celebran animados mercados semanales.
¿Un café? Naturalmente!
Más imágenes de paseo por la bonita plaza.
El casco antiguo de Uzès está lleno de tiendas artesanales y pequeños comercios con atractivo; un par de fotos visitando una típica tienda con presentaciones tentadoras.
Y otro par de fotos que saqué frente al palacio ducal de Uzès.
Aprovechamos el paseo para hacernos con nuestras provisiones para el picnic diario, dejamos Uzès y continuamos nuestra ruta… en la foto siguiente atravesando el pueblo de Remoulins unos kilómetros más adelante.
Y poco después llegamos a uno de los monumentos más emblemáticos del Sur de Francia: el
Pont du Gard, una de las maravillas de la antigüedad, construido por los romanos hacia el año 19 a.d.C. que es en realidad la parte mas grandiosa de un acueducto romano de cerca de 50 kms de longitud que llevaba el agua hasta la ciudad de Nîmes. El puente tiene tres pisos de arcadas y 275 metros de longitud y se construyó con bloques de piedra de colosal tamaño que alcanzan las 6 toneladas. Ahí lo vemos:
Nos sorprendió la enorme área acondicionada en torno al puente, incluyendo un enorme parking, zonas de descanso, playa junto al río Gard, zona museística, etc.
Lo cierto es que pasamos allí dos o tres horas, aprovechando para hacer nuestro picnic de mediodía, para visitar el puente, dar un paseo, tomar un café, y alguno hasta se tomó una buena siesta. Andábamos de paseo por la zona cuando nos topamos con una simpática pareja vestida de época con los trajes propios de esa zona de Francia.
Aquella pareja de lugareños se brindó amablemente a retratarse con una parte del grupo; como fondo de escena puede verse el Pont du Gard.
Isabel bien acompañada.
Y siguen unas fotos tomadas desde puente sobre el corredor que recorre el segundo de los tres pisos del mismo. Puede adivinarse que el día estaba realmente espléndido.
Javi (Jmaben) y Gema.
El
Canya TeamMiguel y Marian
Me encanta esta foto de Gema. Tan espontánea y natural como ella misma...
Y bajo el puente discurre el río Gard con mucha animación: bañistas y canoas compartiendo espacio.
Y tras un nuevo tramo de ruta por tierras cercanas a la ciudad de Avignon, bordeamos más tarde el macizo de les Dentelles de Montmirail para abordar en la última parte de la etapa la grandiosa ruta del
Mont Ventoux que nunca deja a uno indiferente; algunos ya la habíamos repetido más de una vez, y no por eso recorrerla dejó de constituir el mismo placer de siempre, una vez más renovado.
En la foto muy próximos ya a la cima tras una larga ascensión por el lado Norte.
Unas fotos, ya en lo alto, en un día en el que teníamos una fantástica visibilidad.
Miguelvet con Juan e Isabel.
Jmaben, Juan, Isabel y Zcuatro.
Los dos amigos
“odiados”.
Posando en lo alto.
Dedicada a Miguelvet.
Una panorámica.
Bonita foto de grupo en la cima del
Ventoux ¡Que nos echamos a volar!
Las que casi salen volando son estas chicas…
El descenso del
Ventoux por la vertiente Sur resultó tan placentero como el ascenso por la Norte, con una luz del atardecer que hacía muy atractivas las vistas materialmente aéreas de las que disfrutábamos en el recorrido… aquí una foto tomada en uno de los primeros tramos del descenso.
Ya en la base del Ventoux hicimos una parada, y aquí la foto dedicada ahora a nuestra amiga Isabel.
Llegamos al hotel
“Les Pins”, viejo conocido de quienes participaron en el RoadsterTour 2012 organizado en el seno de este club, y tras un rato de descanso llegó una merecida cena en la agradable terraza del hotel, con la que concluyó esta jornada.
Continuará..