Mis impresiones de la Etapa 14.Una nueva etapa en la que seguíamos metidos de lleno en los Alpes. La etapa se iniciaba a 1.900 m de altitud en una aldea cercana a Val d’Isère en la que habíamos pasado la noche y finalizaba en la aldea de Vénosc a 1.600 m. de altitud en pleno parque natural de Ecrins y en el recorrido varios grandes puertos por delante y un sube y baja continuo y curvas sin tregua.
El recorrido puede verse en el mapa siguiente. Un recorrido, por cierto, que nos vimos obligados a cambiar debido al cierre de la carretera por desprendimientos en un tramo que bloqueaba la mítica
“route des Grandes Alpes” hacia el Sur vía Col du Galibier y Col de Lautaret, con lo que en lugar de seguir la ruta a través de dichos puertos, tomamos la alternativa paralela a través del Col de la Croix de Fer; el tramo alternativo que hubimos de introducir en la ruta figura en color fucsia en el mapa.
Y una jornada más, el día amaneció espectacular. Luz perfecta, temperatura ideal, luminosidad extraordinaria, viento en calma, ¿qué más pedir?
La primera imagen desayunando en el
Chalet Colinn y con nuestro grupo comparte mesa el motero parisino que aquella noche se había alojado también allí.
Tras desayunar, preparándonos para afrontar el estudio de la etapa con un repasito al rutómetro.
Teníamos que cambiar un tramo importante de la ruta debido a los desprendimientos y cierre antes aludidos, así que hubo que sacar de mapas y valorar la alternativa que tomaríamos para solucionar el inconveniente. Y ahí andamos metidos en faena.
Y ya disponiéndonos a emprender la ruta.
Foto de despedida con Mylène, una de las propietarias del
Chalet Colinn.
En los primeros kilómetros tomamos una pequeña carretera que asciende ladera arriba hacia la reserva natural de la Grande Sassière.
Llegando a lo alto nos esperaba un espectacular paisaje: Estamos ahora a unos 2.200 mts. de altitud y frente a nosotros el lago de Chevril, la estación de Tignes y al fondo los Picos del parque nacional de la Vanoise, entre ellos la Grande Motte y la Grande Casse con 3.855 m. de altitud
Jmaben nos dice que el sitio está guay!
Más fotos en aquel estupendo entorno que lucía especialmente en una mañana preciosa.
Y continuamos la ruta para afrontar más tarde otro grande: el Col du Petit Saint Bernard, una de las clásicas rutas de comunicación alpina entre Francia e Italia, que en realidad desde la apertura del túnel del Mont Blanc ha quedado reducido al tráfico local y al turismo, y mucho mejor claro!
Un par de fotos en esta bonita ruta alpina. Obsérvese en esta primera foto la pancarta a que a nuestro paso rezaba
"Vive le Tour"... sin duda alguna el pueblo saludaba nuestra expedición...
Otra foto en la ruta del Col del Petit Saint Bernard en la que al fondo y a la izquierda se ve el macizo del Mont Blanc.
Y como seguíamos de puertos, llegó el siguiente, que no era otro que el Cormet de Roselend, una ruta alpina que ofrece carreteras divertidas y paisajes muy hermosos….compo por ejemplo este de la foto, ruteando junto al lago de Roselend.
Y ya que estamos en un entorno tan bonito, ¿por qué no lo disfrutamos más buscando una terraza con vistas para comer? ¡Dicho y hecho!
Jmaben y Zcuatro en una bonita foto.
Las vistas eran hermosísimas, ¿acaso no?.
El
CanyaTeam en fotos de ambiente alpino
Y Zcuatro que también quiso posar.
Y seguimos de ruta, y llegó el siguiente puerto alpino de la jornada: El col du Pré….que tiene una carretera bucólica donde las haya, que además preside el todopoderoso Sr. Mont Blanc, ¡una gozada!
Y varias fotos en esta ruta preciosa.
Los roadsters posando con el Mont Blanc al fondo.
Y ahí lo tenemos más cerquita.
El zoom de la cámara nos acerca un poco más al gigante de los Alpes.
Y en este entorno todo el mundo quiere su foto de recuerdo, ¡naturalmente!
La ruta de descenso del Col du Pré por la vertiente Sur es de pendiente pronunciada pero de paisaje muy dulce…
Y seguimos ruteando por el fondo del valle, en dirección ahora hacia el pueblo de Beaufort.
Ya metidos en la última parte de la etapa afrontamos otro gran puerto alpino: El Col de la Croix de Fer, que con 2.064 m en su cima nos ofrece un panorama espléndido sobre las Aguilles d’Arves: tres picos casi gemelos con altitudes de 3.231 m, 3.510 m. y 3.354 m, que en aquella tarde ofrecían un panorama maravilloso.
Pasé varias veces en mi vida por la Croix de Fer, en moto y en roadster, pero creo que nunca había visto las agujas d’Arves con esa luz tan bonita. Las fotos creo que lo muestran un poco.
El
equipo Vet: Miguel y Marian.
Jmaben y Zcuatro en una simpática foto.
Desde lo alto de la Croix de Fer restaban unos 50 kms para finalizar la etapa, que en su gran mayoría eran descendiendo el puerto. La caída de la tarde estaba espléndida, la carretera estaba desierta, el trazado era muy divertido y el entorno precioso, de modo que fueron 50 kms de placer al volante….como en realidad habían sido los kilómetros de toda la etapa.
Una última foto tomada en la cena en el hotel de etapa ubicado en la aldea de Vénosc, despidiendo así una jornada llena de buenos momentos.
Continuará…