Pues si, tras prácticamente 8 largos años de aventuras compartidas, llegó el momento de la despedida de
Blanquito, al que muchos habituales del foro conocéis: un Z4 2.5 si -6 en línea y 218 cv- que me ha acompañado fielmente a lo largo de 110.000 kms.
La verdad es que hemos hecho mucho camino juntos, participando en varios RoadsterTours, Meetings y Concentraciones en este Club, también en varias Concentraciones y Meetings del ZClubFrance y del ZClubSuiza, hemos hecho también varios viajes en solitario por Europa… Cuando compartes con tu roadster tantas rutas y tantos momentos excelentes (siempre asociando el coche con rutas de ocio dado que nunca lo utilicé como coche habitual), se acaban creando lazos y vínculos emocionales y aunque todos los que pululamos por este foro y este club sabemos que en realidad un coche no deja de ser fin y al cabo una carrocería con un motor y un montón de cables, para nosotros acaba siendo en realidad bastante más.
Trataré de plasmar estas sensaciones mediante una foto de despedida de
Blanquito, sacada por cierto el último día del RoadsterTour de agosto pasado con todos los compañeros que aquel día me acompañaban. Espero que su futuro propietario pueda continuar disfrutando con él del mismo modo que yo lo he hecho en los últimos años.
¿Y el cambio por qué y hacia dónde?. A veces me pregunto la razón por la que he decidido cambiar de roadster y la verdad es que no encuentro una explicación totalmente racional; en realidad pensé que había llegado un momento en el que o bien continuaba con el Zeta por muchos años más, o en un balance en el que lo racional se mezcla con lo pasional me iba a un cambio, y éste fue finalmente el rumbo que decidí tomar.
Llevaba muchos años permaneciendo fiel a Bmw, había tenido ya cinco motos y dos roadsters de la marca….pero he de confesar que desde que Bmw cambió en cierto modo su filosofía del concepto roadster en su última versión del Z4, empecé a mirar un poco a la marca “de perfil”, y me dio por empezar a hacer lo que nunca hasta entonces había hecho, girando la vista hacia otros paisajes y “flirteando” con otras posibilidades que me pudieran llegar a ofrecer la “emoción” que en su día tuve cuando primero adquirí mi primer roadster, un Mx5 1.6 y luego los dos Z4, 2.0i y 2.5si que pasaron por mis manos; esa “emoción” que no acababa de encontrar en la actual versión del Z4 con su “techoduro” que algunos tanto gusta por su practicidad y que otros más nostálgicos, entre los que me incluyo, tanto lamentamos por la pérdida de encanto que en un roadster conlleva.
Y el flirteo me acabó llevando a un territorio que siempre había visto algo así como “terreno prohibido”, para acabar percibiéndolo como una ilusionante posibilidad. Después de darle unas cuantas vueltas al asunto y consultar varias noches con la almohada y, sobre todo, con mis cuentas, me acabé diciendo a mí mismo… “Carpe diem”…o ahora o a lo mejor nunca, y me decidí a dar el paso adelante.
Hoy, tres meses después de aquella decisión pasional tomada os presento a mi nuevo acompañante al que, en sustitución de
Blanquito, he pasado a denominar
Piolín.
El sustituto del Zeta gustará más a unos y menos a otros, particularmente por su configuración un tanto “arriesgada”, pero si cuando adquirí el Z quería una configuración algo alejada de lo más común (en aquel entonces la moda de los blancos no había inundado todavía el mercado en todas las gamas), ahora quería también una configuración alejada de las gamas de grises, de negros y de blancos, sin duda elegantes, pero que invaden nuestro parque móvil.
Antes de enseñaros a
Piolín, para los “listos de la clase” que quieran saber más ahí van algunos datos;
Es un Porsche Boxster 2.7 (tipo 981) –motor bóxer-6 265 cv- y cambio manual (el cambio automático PDK de Porsche va al parecer a las mil maravillas, pero yo soy muy tradicional y me gusta conducir con las dos manos y los dos pies
).
Color amarillo racing con capota azul e interior en cuero extendido color azul yate.
Como opciones más destacadas lleva:
Llantas CarreraS de 20” (son grandes, pero el paso de rueda de este coche también lo es y eran las que más me gustaban, pese a que la opción más “racional” para este Boxster desde el punto de vista dinámico sería quedarse en 19”; en mi caso, como no soy de conducción al extremo del dinamismo, sino rutera, reconozco que me ha podido la estética).
Suspensión adaptativa PASM (baja el coche 1 cm en relación a la suspensión de serie y mediante una tecla puede elegirse la configuración “normal” o “sport” según tipo de calzada o estilo de conducción, en el modo normal va más confortable que la de serie y en el sport va más rígida que la de serie).
Colas de escape deportivas.
Control de velocidad.
Sistema de sonido Bosé.
Retrovisores eléctricos plegables.
Luces traseras tintadas.
Parabrisas con tintado graduado gris en la franja superior
Sistema de ayuda de aparcamiento trasero.
Escudos y Anagrama Porsche grabado en los reposacabezas y tapa central del compartimento portaobjetos.
Barras antivuelco en color plata deportivo mate.
Deflector de viento.
Kit de iluminación interior.
Alarma con control interior del habitáculo.
Relojes en color amarillo racing.
Pasos de puerta con logotipo Boxster
Tapa del depósito de combustible en aluminio.
…y alguna pijadilla más
De momento llevo muy poquitos kilómetros con el Boxster pero las sensaciones que me transmite son muy agradables. Es un coche que va muy aplomado y da una gran sensación de seguridad, girando muy plano y con una deriva en curvas mínima incluso con la suspensión PASM en modo normal. Por lo que he leído, el responsable es un chasis muy afinado e incluso bastante mejorado en esta última versión del Boxster, en la que además se ha alargado la distancia entre ejes, lo que junto con el motor en posición central contribuye a un equilibrio en las masas y a un centro de gravedad muy bajo que favorece esa sensación general de aplomo del coche. Este Boxster ha ganado ligeramente en volumen (es 4 cms más largo que los anteriores 986 y el 987 pero 1 cm más bajo de altura) y ha perdido peso debido a la mayor utilización de aluminio y materiales más ligeros.
Me ha sorprendido el confort general de conducción, aun llevando las llantas de 20”, y la verdad es que noto este coche incluso menos duro de suspensiones que el Z4 calzado en 18”, aunque ciertamente el Z tenía la suspensión //M de Bmw y llevaba Runflat y ahí puede estar la explicación.
Del motor poco puedo decir -rodaje obliga- pues de momento no he pasado de 3.000 vueltas (los 265 cv los rinde a 6.700 rpm y la línea roja está a 7.500 rpm). En todo caso el “Bóxer 6” en ralentí suena mucho más “ronco” que el Z4, y ya en marcha resulta suave y elástico con un sonido muy agradable y más presente en todo momento que el del Z4, que siendo también bonito se me hacía algo más discreto; en el Boxster llevas el motor materialmente detrás de las orejas y cada aceleración o cambio de régimen lo “sientes”más.
Me he leído muchas pruebas españolas y extranjeras acerca de este nuevo motor bóxer 6 cilindros 2.7 de inyección directa que vio la luz en esta última versión del Boxster 981 nacida en el año 2012, y todas dicen lo mismo: que es un motor cuyo carácter sigue la estela de su primera versión progresivamente mejorada que equipaba los 986 y 987, ofreciendo dos caras, una pacífica y rutera por debajo de 4.000 vueltas y otra por encima de ese régimen en la que el coche nos muestra su versión más deportiva.
En todo caso este 2.7 de 265 cv es la versión de acceso y la menos potente de los Boxster, dado que el “S” sube a 315 cv y el “GTS” se va a los 330 cv, pero para mi forma de conducir, eminentemente turística, estoy seguro de que voy sobrado con el pequeño de la gama y de que no voy a ser capaz de utilizar toda la potencia que ofrece.
Otra cosa que sorprende gratamente es la gran capacidad de maletero (150 litros delante y 130 litros detrás -280 en total-), cuando en el Z4 E85 llevaba 250 litros y ya no era precisamente un maletero pequeño para un roadster (por ejemplo, en la última versión del Z4, el E89, el maletero se reduce a 180 litros a capota plegada y en el SLK R172 se queda en 225 litros) .
Por hacer un comentario de algún punto negativo o menos positivo: tengo la impresión que este coche mete más turbulencias que el Z4 E85 (otro tanto me pareció cuando he conducido el Z4 E89); de hecho he tenido que subir la ventanilla del acompañante en circunstancias que en el Zeta iba con ambas ventanillas bajadas (supongo que todos los buenos roadsteros sabéis que cuando se viaja solo y se quieren evitar turbulencias lo mejor no es subir tu ventanilla sino subir la contraria, la del acompañante y dejar la tuya bajada, justo al revés de lo que la gente no experta en estas lides piensa… o bien eso, o subir ambas ventanillas)
En fin, que no me extiendo más para no cansar. De momento puedo decir que estoy contento con el coche…Eso sí, no se bien si es por razón de la marca “Porsche” o por el color algo cantoso del coche, o por la mezcla de las dos cosas… pero me he dado cuenta que este roadster hace girar muchas más cabezas que el Z4 y la verdad es que acaba dando algo de corte llevarlo ya que la gente mira mucho para el coche, seguramente por la escasez del modelo en nuestras calles y carreteras y más en ese color…
Y tras este auténtico rollazo que me ha sadido (enhorabuena si has sido capaz de leértelo porque eres un valiente), como una imagen vale más que mil palabras, siguen unas cuantas imágenes de mi nuevo compañero de rutas, esperando que no tenga que abrir demasiado el paraguas por los chuzos o comentarios que alguno me puede lanzar…
La calidad de las imágenes no es de excelencia porque las he hecho a última hora de la tarde y ya con poca luz, pero para una presentación creo que valen
Termino con una foto, justamente en el momento en que salía del concesionario con el coche ayer por la tarde
Edito para colgar unas fotos puestas posteriormente a lo largo del desarrollo del hilo con el fin de que queden todas en el post de presentación