Desde el Cabo Peñas vamos hasta Luanco, otra villa marinera. Lo hacemos por una preciosa carreterita de unos 8 km. La verdad es que, excepto algunas carreteras en las que el piso está bastante roto, toda esta ruta que estoy comentando se desarrolla por unas carreteras ideales para gozar de nuestros pequeñines.
Arriba, el muelle. Debajo, el Palacio de los Menéndez de la Pola, waiting for restauration (eso espero). En Luanco hay también bastante que ver, pero os subo sólo estas fotos, para no alargarme más. La Iglesia de Sta María de la Asunción, que podéis ver en la foto de arriba a la derecha, la playa al lado de la misma, la Torre del Reloj, la Casa Modernista Mori, etc. Desde aquí, podemos seguir hasta Candás, que está al lado, y que creo que os gustará más que Luanco, o bien dar la vuelta y dirigirnos a Podes (¿recordáis? os lo dije), que es lo que haremos en esta ocasión. Podemos volver por la misma carretera por la que hemos venido, y disfrutarla de vuelta, o bien, "cortar" por Heres. Como gustéis.
En San Martín de Podes encontramos, en uno de los cruces que van de la "general" al pueblo, un cartel que pone "El Molín del Puerto". Seguidlo
Entramos en el pueblo de San Martín de Podes, y terminamos dando con otro cartel. Bajamos por una carretera con el piso muy roto que parece dirigirse hacia el mar. Unos metros más adelante, llanea, y luego vuelve a bajar. Carretera tortuosa, en todos los sentidos de la palabra, pero que nos merecerá la pena tomar por lo que sigue:
Ahora, tomad aire, e imaginad lo que tiene que ser tomarse algo en esa terraza que cae al mar en un acantilado. Maravilloso, no?
El Molín del Puerto es un Bar - Restaurante (antes también tenían alojmiento) con un encanto sobrenatural. El bar está encastrado directamente en el acantilado (desde una de las ventanas podéis llegar a tocar éste). Se come muy bien, por cierto, y en un ambiente asturiano 100%. Esto es Asturias, y no los Tierra Astur, pálidos sucedáneos hechos para forasteros
Y para rematar, un par de fotos del miatilla, que no ha salido mucho en esta rutilla. La primera, en el "parking" del Molín del Puerto:
La segunda, una vez llegados a nuestro punto de salida, con parada previa (y obligatoria) en el Casino de Cornellana (a quien le guste la pesca, conocerá de sobra este establecimiento, así como Casa Grana, también en Cornellana) para merendar uno de sus maravillosos bocadillos de carne (El Bocata, sin ninguna discusión).