Resumen de la Etapa 3.
En esta etapa recorrimos una parte de los departamentos de Tarn et Garonne y de Aveyron, a través de un paisaje muy rural salpicado de pequeños pueblos, para finalizar en el pueblo de Mur de Barrez, situado prácticamente en la frontera con la región de Auvernia.
Siguiendo el ritual diario, era todavía muy temprano cuando ya muchos andábamos en tareas de detallado y mimos a los coches. ¿Quién pilló la cámara e hizo las dos fotos siguientes? Pues la verdad es que no me acuerdo…
Un rato después, desayuno en una sala regia del hotel y unas fotos del momento: Ángelhd y Paricio y al fondo Ima con Marian, junto a una enorme chimenea.
Homecanya, Gema y Anna, y al fondo vemos a Gabi y Miguelvet.
Y aquí tenemos a estos tres personajes vigilados por otro peculiar situado tras la vitrina.
Mª Angeles, Toñi y Mercedes con la compañía de ZCuatro, metiéndose también calorías entre pecho y espalda para aguantar como dios manda el tirón de la ruta del día.
La siguiente imagen en un mirador justo antes de marchar de Puycelci, el pueblo en el que habíamos pasado la noche.
Iniciando la ruta de la etapa. Los dos blanquitos al frente de la caravana.
Un rato después llegábamos a Bruniquel, un pequeño pueblo de origen medieval situado en lo alto de un acantilado dominando el río Aveyron.
El pueblo merecía una visita, así que allá nos fuimos. Y unas fotos paseando por el casco medieval
La ruta discurría siguiendo el valle del Aveyron paralela al curso del río para llegar más tarde a un hermoso lugar: la abadía de Beaulieu en Rouergue, en donde nos entretuvimos haciendo unas fotos con los coches aprovechando que teníamos un gran parking en césped para nosotros solos. Unas imágenes del momento desde distintos ángulos.
Y algunos participantes del Tour:: Miguelvet y su negrito.
Gabi y su cerecito.
Jmaben y su potente azabache.
Paricio y Toñi con su zetaceo, que lucía más roadstero que nunca.
Zcuatro con su blanco ballenato.
Ángel con su delfín acerado.
Tras pasar un rato charlando, tomando fotos y disfrutando de la tranquilidad del lugar iniciamos otro tramo de ruta: saliendo de la Abadía
Y en ruta de nuevo…
Pusimos rumbo al pueblo de Najac, que ocupa un bonito emplazamiento, presidido por su viejo castillo, y algunos nos fuimos a dar un paseo por el pueblo.
La cuesta arriba era potente, pero los participantes acreditaron estar en buena forma física.
Las chicas del Tour en esta etapa: Gema, Anna, Marian, Mercedes, MªAngeles y Toñi, que creo que estaban disfrutando tanto (o casi) como los pilotos.
Bonita imagen de Miguelvet y Marian con su precioso Z3 2.8 y al fondo el castillo de Najac.
Algo más tarde llegó el momento del pic-nic, que hicimos en el pueblo medieval de Belcastel, al borde mismo del río Aveyron. Tuvimos algunos problemas de aparcamiento debido a que es un pueblo con bastante atracción turística y estábamos a sábado 16 de agosto, pero finalmente nos las arreglamos repartiendo los coches (que eran 10 en esta etapa) entre dos zonas de aparcamiento a ambos lados del pueblo. Y ahí van unas imágenes del momento.
Por la izda, Toñi, Marian, Miguelvet, y por la derecha Paricio, Anna y Homecanya y ¡como no! no falta en la mesa el jamón de Paricio!
Gema, Mercedes, Zcuatro y Mª Angeles por la izda, al fondo Ima con Jmaben y por la derecha Angelhd
Homecanya con Miguelvet, mientras Toñi (acompañante de Paricio) se entretiene haciendo fotos.
Mercedes, Zcuatro y Mª Ángeles.
Ima se las arregló para disfrutar de una breve siesta al borde del Aveyron.
Zcuatro y Miguelvet nos muestran lo que resta del ya menguado jamón de Paricio tras la entrada que le dimos a lo largo de tres días.
Éramos conscientes de que el Tour iba a perder a partir de este momento a cuatro de sus participantes: Paricio y Toñi y Ángelhd y Mercedes, con quienes habíamos compartido dos etapas y media llenas de buenos momentos. Por mi parte les preparé un pequeño dossier de mapas para que su ruta de bajada hacia Barcelona a través de la dulce Francia pudiera resultar en lo posible atractiva, y un rato después nos despedíamos con un abrazo y los mejores deseos mutuos, tanto en las aventuras que seguían para los restantes participantes del Tour, como en la ruta de retorno para los que volvían a casa.
Una foto de parte del grupo con Paricio y Angelhd sobre el puente medieval de Belcastel un momento antes de que pusieran rumbo hacia el Sur retornando a España. A ambos, como a sus respectivas esposas, agradezco personalmente su compañía, su buen humor y su aportación personal para construir entre todos una estupenda primera parte del Tour.
Pero el Tour continuaba, y seguimos ruteando por el departamento de Aveyron para recalar más tarde en una pequeña joya medieval: el pueblo de Conques.
Foto en la entrada de la catedral de Conques, cuyo pórtico es una obra maestra del románico.
A partir de aquí teníamos todavía un buen tramo de kilómetros a través de paisajes pintorescos; recuerdo en especial un momento mágico que no dio tiempo a percibir en su completa dimensión, nuestro paso y breve parada en el minúsculo pueblo de Bez Bedène situado en lo alto de un cerro y rodeado de un río, pero hay días o momentos en los en que me olvido absolutamente de la cámara y eso fue lo que ocurrió en esa parte de la etapa, de modo que no tengo fotos de este último tramo.
Tanto me olvidé de la cámara que apareció en la misma una fotografía que alguien hizo en la cena sin que yo me enterase, en la que salimos Jmaben, Anna y yo mismo; cena con la que dábamos por finalizada una intensa jornada.
Un rato más tarde caíamos rendidos en los brazos de Morfeo, sabedores de que al día siguiente empezaba una nueva etapa del Tour con mucho disfrute por delante.